El tridente Vinicius-Bellingham-Rodrygo lidera la goleada inicial del Real Madrid, pero acaban pidiendo la hora tras los goles del Alavés

Los jugadores del Real Madrid celebrando un gol ante el Alavés (REUTERS/Violeta Santos Moura)
Los jugadores del Real Madrid celebrando un gol ante el Alavés (REUTERS/Violeta Santos Moura) (Violeta Santos Moura/)

El Real Madrid pide la hora. El Santiago Bernabéu ha vibrado esta noche como hacía tiempo, elevando la emoción y el sonido, para disgusto de los vecinos del templo. Una vez más el rock and roll lo ha puesto el tridente blanco, formado por Vinicius, Mbappé y Rodrygo, aunque muchos se resistan a meter a este último. Los de Ancelotti despacharon el partido ya en la primera parte y prácticamente desde el primer minuto, que fue en el que marcó Lucas Vázquez gracias a un impecable pase del Vinicius. Mbappé se unió a la fiesta para ampliar distancias y nada más comenzar la segunda mitad fue Rodrygo quien de nuevo subió los decibelios del campo. Una emoción y ventaja que terminó a falta de diez minutos. El partido ha dado un giro inesperado cuando el Alavés ha hecho dos goles para recortar distancias. Insuficientes para igualar el encuentro, pero más que de sobra para asustar a los blancos.

Carlo Ancelotti prometía cambios y descanso para permitir que los once habituales llegaran frescos al derbi madrileño de este domingo, el primero de la temporada. La situación y las circunstancias apuntaban a que Endrick podría tener su primera titularidad. Sus datos en los escasos minutos que ha tenido sobre el verde anunciaban que se había ganado estar en ese once inicial: dos goles y provocar un penalti a favor. El técnico italiano pedía paciencia, pero parecía que el momento había llegado. En el último momento, Ancelotti debió pensarlo mejor porque ni Endrick saltaba de inicio al campo, ni había descanso para nadie.

Con el equipo de gala sobre el campo, a excepción de Dani Carvajal que se encuentra fuera de la convocatoria por molestias, el Real Madrid saltaba al césped del Santiago Bernabéu para recibir al Alavés. Tan solo un minuto después, los locales ya estaban por delante en el marcador gracias a un tanto de Lucas Vázquez. Fede Valverde ponía un pase largo para que Vinicius lo recibiera en la banda e hiciera lo que mejor se le da: desbordar. Tras llegar a la línea de fondo, ha puesto un pase al punto de penalti para que el gallego la mandara al fondo de la red.

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