En una nueva entrega de la columna “Conectados”, el docente y comunicador social Pablo Gerez compartió una profunda reflexión sobre el tiempo, la ansiedad y los desafíos de la crianza actual. La participación se dio en el programa “Libertad de Expresión”, conducido por Graciela Núñez y Sebastián Gil Olivares, que se emite por Rock and Pop 106.9 Tucumán.
El tiempo, un enemigo cotidiano
“Detesto el tiempo, lo odio con toda mi alma. Nos atraviesa, no nos pregunta y nos arrastra sin posibilidad de escapar”, confesó Gerez al abrir su columna. Con esa frase, marcó el tono de una intervención que mezcló vivencias personales, referencias culturales y un mensaje dirigido a padres e hijos.
La columna llevó por título “Viena te espera”, inspirada en la canción de Billy Joel. El tema musical, explicó, funciona como metáfora de un mensaje esencial: bajar la velocidad y no dejarse dominar por la prisa.
Padres bajo presión, hijos exigidos
A lo largo de su exposición, Gerez puso en evidencia un doble fenómeno: por un lado, los padres que viven con miedo, ansiedad y sobreprotección; por el otro, jóvenes atravesados por exigencias cada vez más tempranas.
“Los padres argentinos vivimos con un nivel de estrés elevado. Queremos proteger a nuestros hijos de todo y terminamos cayendo en el control excesivo”, señaló.
Pero el peso de la vorágine no recae solo en los adultos. “Nuestros hijos cargan con la presión académica, la necesidad de tener éxito laboral a temprana edad, la comparación constante en redes sociales y los estándares de belleza impuestos”, advirtió.
La ansiedad como señal de alarma
En tono de análisis, Gerez explicó que la ansiedad se manifiesta cuando la mente corre más rápido que las agujas del reloj. “Es pensar y repensar sin descanso, hasta que nos lleva puestos”, resumió.
Frente a este escenario, reivindicó la importancia de aceptar los tiempos, las caídas y los tropiezos como parte del aprendizaje. “Cada error y cada frustración es parte del camino. Nuestros hijos no necesitan correr, necesitan guía y contención”, sostuvo.
Viena como símbolo
El comunicador recordó que, en la canción de Billy Joel, “Viena” no representa un lugar físico sino un símbolo de madurez y realización. “Billy Joel nos dice que Viena espera, que no hay que apurarse. El cambio y los aprendizajes llevan tiempo”, explicó.
Para reforzar la idea, citó también el libro Elogio a la lentitud de Carl Honoré, que cuestiona la cultura de la prisa y pone en valor los momentos compartidos con los hijos sin medirlos en minutos “de calidad”, sino en tiempo real, presente y significativo.
Una pregunta abierta a la audiencia
Con tono de crónica reflexiva, Gerez cerró su columna con una interpelación directa:
“¿Qué estamos haciendo para ahorrar tiempo en lo que no deberíamos? ¿A qué cosas realmente importantes les estamos mezquinando tiempo en nombre de la vorágine?”.
La pregunta quedó resonando entre los oyentes de Rock and Pop Tucumán, como un llamado a detenerse, mirar alrededor y recordar que, al final, los hijos no necesitan padres perfectos, sino padres que crean en ellos y los acompañen en su propio tiempo hacia esa simbólica Viena.