En un contexto marcado por tensiones internas, desacoples legislativos y señales contradictorias desde el oficialismo, el diputado nacional Rodrigo De Loredo, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), trazó un análisis sobre el panorama electoral de cara a octubre y el posicionamiento estratégico del Gobierno. Durante una entrevista con Infobae en vivo, el dirigente radical sostuvo que la posibilidad más realista para La Libertad Avanza en las elecciones es ubicarse entre el 35% y el 42% de los votos, un rango que le permitiría mantenerse como la fuerza más votada. Sin embargo, advirtió que “menos de 35 sería una crisis”.
Con un tono medido, pero directo, De Loredo reconoció que “no falta nada, en términos electivos, las cartas están echadas”, y planteó que aunque el oficialismo tiene márgenes para ajustar o profundizar ciertas políticas, las transformaciones estructurales deberán esperar. En su visión, algunas correcciones podrían realizarse después de los comicios, mientras que otras deberían intensificarse en las semanas previas, en un intento por alcanzar ese umbral que considera clave.
“La noticia de hoy es extremadamente positiva para el Gobierno y para el país”, expresó al referirse a las medidas económicas anunciadas en respuesta a la reciente corrida cambiaria. “Habrá que ver si es pan para hoy y hambre para mañana, pero ante la corrida tenían que actuar. Celebro que lo puedan frenar”, agregó.
A lo largo del intercambio, De Loredo también delineó un escenario interno dentro de la coalición gobernante, marcado por disputas discursivas más que institucionales. Según su lectura, las internas “han hecho entrar en razón al propio Gobierno”, aunque aclaró que desconoce si están resueltas del todo. “No han reaccionado parlamentariamente, sino discursivamente”, afirmó.
En relación con el perfil que adoptará el presidente en la recta final de la campaña, De Loredo anticipó: “No creo que en esta discusión ahora aparezca un Milei domesticado, suavecito e institucionalista”. De cara a las elecciones, considera que el oficialismo tiene un objetivo central: recuperar al electorado que se abstuvo de votar, en particular a los jóvenes. “Han votado algo y se ha ido desdibujando, por eso ahora están desencantados”, señaló. En paralelo, considera que deben apuntar a los votantes de Juntos por el Cambio que comparten el rumbo económico, aunque para eso “tienen que ampliar las alianzas, con figuras como Macri o Cornejo”.
Para De Loredo, no se trata de modificar el perfil del Gobierno en tiempo récord, sino de sumar figuras que representen al electorado moderado. “No sé si tiene margen para ser distinto en 20 días, pero sí tiene margen para sumar aliados”, evaluó, al tiempo que graficó el desafío: “Romper el puente te tarda una hora, ahora reconstruirlo no es fácil”.
Entre críticas a la frase oficialista de que “lo peor ya pasó”, propuso una reformulación más prudente: “Lo peor puede volver”. Desde su punto de vista, ese mensaje, combinado con una recuperación de identidad política, la incorporación de aliados y cierta estabilidad económica, podría dejar al Gobierno en condiciones de afrontar octubre con mejores perspectivas.
Durante el debate reciente en Diputados, De Loredo votó en contra de los vetos presidenciales, como lo ha hecho en otras ocasiones. “Cuando ganamos estaba conforme, pero no estaba contento por el contexto”, relató. Según dijo, mientras el PJ celebraba la seguidilla de derrotas parlamentarias del oficialismo, aún quedaban 20 proyectos en el recinto. “Iba a haber una maratón de derrotas del Gobierno y eso trae consecuencias de carne y hueso, como la corrida cambiaria, el riesgo país y demás”, explicó.
El legislador radical también se refirió a las tensiones entre su espacio y La Libertad Avanza. Recordó que le ofrecieron sumarse a una lista sin identificadores partidarios. “Tenía que ocultar el nombre, los colores… no me dijeron que me afilie, pero nunca lo haría”. En ese sentido, reafirmó su compromiso con las coaliciones que preservan la identidad de cada espacio.
Consultado por la estrategia oficial en Córdoba, De Loredo no dudó en calificarla como “el error más grande que tuvo el Gobierno en todo el país”. Según dijo, si se hubiera articulado un frente entre el PRO y el radicalismo, la elección contra Juan Schiaretti podría haberse ganado por 15 puntos. En cambio, afirmó que hoy la disputa está “palo y palo”.
El presidente del bloque radical en Diputados también apuntó contra la judicialización de la política por parte de la oposición, al sostener que se ha montado una vara institucional “que no ha tenido ni Cristina, ni Alberto, ni Macri”. Aunque expresó diferencias con el Gobierno, pidió que, al menos, deje un legado que incluya equilibrio fiscal y leyes operativas.
Finalmente, reconoció que el oficialismo tuvo “mérito en lograr transformaciones en poco tiempo”, y valoró a los actores que, sin obtener nada a cambio, acompañaron las reformas impulsadas por el Ejecutivo. De todas formas, marcó distancia ante una posible incorporación al Gabinete. “No me sumaría individualmente y en los términos que lo plantearon, no. Si hay un replanteo lo veré”, concluyó.