El Gobierno relativiza el efecto electoral del fin de las retenciones cero en PBA y las provincias productivas

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Javier Milei junto a su hermana Karina y Luis Caputo, ministro de Economía

El sorpresivo fin de las retenciones cero para el trigo y la soja que había anunciado el Gobierno puso en alerta a los medianos y pequeños productores a -casi- un mes de las elecciones nacionales, y a medida que crece el espacio opositor con base en el interior Provincias Unidas. En el Gobierno, sin embargo, aseguran que la fugacidad de la festejada medida no tendrá un efecto electoral negativo para el oficialismo.

En cambio, en Balcarce 50 están convencidos de que primará la valoración del intento de beneficiar al sector -aunque en esta ronda se beneficiaron sólo los grandes actores. Y, sobre todo, la promesa de que eliminarán el gravamen definitivamente (cosa que, aclararon una vez más, por ahora no ocurrirá).

ARCA anunció el miércoles a la noche que estaba cubierto el cupo previsto en el decreto para las declaraciones juradas de ventas al exterior, es decir, la iniciativa de retenciones cero que el Gobierno impulsó esta semana para engrosar las reservas del Banco Central. Y las críticas del sector no demoraron ni 12 horas en escucharse.

Los señalamientos llegaron incluso de un aliado como Nicolás Pino, el titular de la Sociedad Rural, que tiene una relación fluida con el Presidente y de amistad con varios funcionarios nacionales. Ayer, el representante de los pequeños productores en la Mesa de Enlace, si bien pidió «ser muy prudentes» dijo que les “llamó la atención” que «en 48, 72 horas se cubra todo y que volvamos de vuelta como antes”. Y deslizó: “Queremos ver si el productor realmente pudo aprovechar este beneficio. ¿Cómo puede ser que la exportación haya emitido en tan poco tiempo tantas declaraciones juradas para cubrir semejante cantidad de dinero?”.

El cupo de USD 7.000 millones se agotó en apenas tres días y hay fuerte molestia entre los productores

En la Casa Rosada dijeron “entender” la postura de Pino, pero defendieron el proceso. “Nosotros lo comunicamos en tiempo y forma, había un límite”, dijeron. “El problema es que los jugadores más grandes estaban mejor preparados. Pero eso no es nuestra responsabilidad”.

Lo breve de la medida ocupó los titulares de los diarios y la TV, que tres días antes habían dado cuenta del alivio del sector. “No sabíamos en cuánto tiempo íbamos a llegar al tope, pero estaba aclarado”, insistieron en Gobierno. Y aclararon, reiteradamente, que no hubo una marcha atrás. “Entendemos lo que le pasa a Pino. Y si alguien de nuestro gobierno osa responderle sería un grave error. Pero él también sabe cómo funciona esto”, sostuvieron.

No hay un atisbo de mea culpa en el Gobierno, y en el comando de campaña no esperan que el malestar en el agro impacte en el resultado de las elecciones del interior productivo, a pesar de que crece la amenaza de Provincias Unidas -la “tercera vía”, como llamó al recientemente creado espacio desdeñosamente el Presidente hace diez días, desde Paraguay.

En rigor, ya daban por perdidas Santa Fe y Córdoba, donde proyectan salir segundos detrás de la fuerza de cinco gobernadores. “No hay ninguna chance siquiera de un empate. (El gobernador santafecino, Maximiliano) Pullaro tiene una buena gestión y lleva a la vice; contra (Juan” Schiaretti no se puede en Córdoba”, reconoció un armador. Pero aclaró que quedar segundos en esas provincias no significa un revés en el total del país. En cambio, aún tienen esperanzas de imponerse en primer lugar.

Los gobernadores de Provincias Unidas y el candidato de Córdoba, Juan Schiaretti

En Balcarce 50 también aseguran que la “reaparición” de las retenciones no repercutirá en la Provincia de Buenos Aires, donde necesitan sobremanera revertir la tendencia marcada en las elecciones locales. Esto, a pesar de que el 7 de septiembre tuvieron dificultades para imponerse -o directamente quedaron relegados- incluso en las secciones del interior bonaerenses, donde descontaban una buena performance. Ahora su suerte está atada estrictamente a las chances de reducir la diferencia con el kirchnerismo, también, en esas tierras. ¿A cuánto? Nadie quiere arriesgar un porcentaje, después de las fallas graves en las proyecciones violetas en los últimos comicios, cuando hablaban de un empate técnico y perdieron por 13 puntos.

En resumen, los libertarios dan por perdidos los principales distritos del interior a manos de los líderes locales, pero apuestan a quedar segundos, por encima del kirchnerismo. Y ponen fichas a una victoria nacional, basados en el caudal acumulado en la Ciudad, en Mendoza y en PBA (en este caso, si es logran un aumento la participación, es decir, que salgan a votar los desencantados propios).

Bajo el paraguas de este análisis, el revés con el escabroso tema de las retenciones, dicen, no los afectaría especialmente. “Del otro lado está el kirchnerismo que quiere retenciones del 40 por ciento”, sostuvo un dirigente de alto peso, abrazado a la campaña del miedo al pasado que enarbolará el oficialismo en el territorio más poblado.

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