El impacto emocional que rodeó el empate 1-1 entre Newell’s Old Boys y Tigre en el Estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario se intensificó cuando Ignacio Russo, delantero de 24 años, decidió disputar el encuentro apenas horas después del fallecimiento de su padre, el histórico entrenador Miguel Ángel Russo. Nacho, además de romper en llanto durante el minuto de silencio en la previa y en el gol que convirtió a los 22 minutos de juego, realizó una conmovedora entrevista una vez finalizado el duelo.
En las notas posteriores al partido, Nacho Russo dialogó con ESPN y dejó una sentimental reflexión. “La verdad que fueron semanas, meses, días muy duros. Yo tomé la decisión de jugar porque lo necesitaba para mí… y porque él también quería que juegue. Entonces, aproveché la oportunidad. Hablé con Diego (Dabove), con la gente del club, y en conjunto tomamos la decisión. Ellos me apoyaron y me trataron con mucho respeto. Diego sabía hace varios días lo que estaba pasando”, comentó el jugador respecto a jugar en Rosario pese al fallecimiento de su padre.
Al mismo tiempo, dejó una conmovedora reflexión en la que no pudo contener las lágrimas. “La verdad es que estoy feliz. Hoy es un día para recordarlo con una sonrisa, porque él tenía algo característico que era la sonrisa. Es un beso al cielo y debe estar feliz en dónde esté”, aseguró mientras recordaba a su padre, de 69 años.
En esta misma línea, cuando le preguntaron si le sorprendió todo lo que se vivió durante su velatorio en La Bombonera, agregó: “Sí, la verdad que yo no tomaba magnitud de lo que él generaba o de lo que él era. Sino que para mí simplemente era Miguel, era mi papá. Con el que tenía charla, con el que discutía, con el que me tomaba un café o estaba enojado y no le hablaba. Lo disfruté un montón. Me va a seguir apoyando y acompañando. Esto se lo debo a él, porque él quería que juegue al fútbol y se lo cumplí en vida”.
*La emoción de Nacho Russo en el minuto de silencio
Luego, hizo mención a algunas enseñanzas que le dejó durante su vida y comenzó la forma especial de vivir de Miguelo. “Las enseñanzas que te deja. Nunca tirar la toalla, todos los días más allá de que hayas perdido o ganado, empezar de cero. Eso era algo que él siempre lo intentaba. Muchas veces le salía, muchas veces no. Pero nunca dejó de insistir. De estar pendiente de todos, con muchas cosas encima. Es algo que hay que valorarlo también. Hay que seguir con eso que dejó, que no es poca cosa”, afirmó.
Nacho Russo agradeció a todo el mundo del fútbol que le brindó sus respetos a su padre, dejando en claro que sigue conmocionado por la magnitud del impacto que tuvo el histórico entrenador: “Mandarle infinitos saludos. La verdad que responder uno por uno me es muy difícil, porque tengo muchísimos. A la gente del fútbol, a todos, a la vida. Gente que ni siquiera lo conoció, clubes de afuera que ni siquiera lo enfrentaron… la verdad que con mi familia no lo podíamos creer, la magnitud de lo que venía pasando. Un montón de camisetas, de gente diciendo cosas lindas. Es un mimo al corazón”.
Por último, sumó: “Es una gratitud en general al fútbol y a la vida. Más no le puedo pedir, lo disfruté un montón. Entonces yo estoy feliz. Es un momento duro, pero dentro de eso hay ratitos de felicidad. Cuando lo recuerdo, veo algún video. Seguramente debe estar feliz y sonriendo”.
*El gol de Nacho Russo y el llanto en el festejo
La tarde del hijo de Miguelo en Rosario empezó con el minuto de silencio en el círculo central. Nacho Russo, titular tras recibir el respaldo del entrenador Diego Dabove, fue recibido con gestos de apoyo tanto de sus compañeros como de los rivales. El delantero se acercó a Cristian Ogro Fabbiani, director técnico de Newell’s, para agradecerle el respaldo brindado en la previa. Durante el minuto de silencio, el jugador no pudo contener las lágrimas y rompió en llanto, mientras los futbolistas de la Lepra lo aplaudían y sus compañeros del Matador se acercaban para consolarlo. El árbitro principal, Pablo Echavarría, también se aproximó para contenerlo y saludarlo.
La respuesta de Ignacio Russo en el campo fue inmediata. A los 22 minutos del primer tiempo, tras una jugada individual de David Romero, quien lo habilitó, el delantero empujó la pelota a la red y abrió el marcador. Antes de salir del área, se arrodilló en el césped y se cubrió el rostro con las manos, intentando contener la emoción.
Sus compañeros lo rodearon para abrazarlo y acompañarlo en ese momento difícil, y algunos le dedicaron palabras de aliento. Al reincorporarse, Russo se dirigió a una de las cámaras y mostró un tatuaje en sus costillas con la frase “Todo se cura con amor”. Luego, besó el brazalete negro que llevaba en el brazo y miró al cielo con una sonrisa, dedicando el gol a su padre.
La ventaja de Tigre fue efímera. Pocos minutos después, Facundo Guch aprovechó una oportunidad en el área y marcó el empate para Newell’s, estableciendo el 1-1 en un contexto en el que los hinchas manifestaban su descontento por la situación del club. El resto del encuentro transcurrió con paridad y escasas ocasiones de peligro. En la segunda mitad, la dinámica se mantuvo, y a los 77 minutos,
Ignacio Russo dejó el terreno de juego para ceder su lugar a Braian Martínez. Al llegar al banco de suplentes, fue recibido nuevamente con abrazos y saludos de sus compañeros. Finalmente, el enfrentamiento terminó 1-1.