Milei busca un tercio en el Congreso para bloquear a la oposición y resetear el gobierno, frente a un peronismo que quiere posicionarse para el 2027

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Javier Milei, Axel Kicillof, Cristina Kirchner y Mauricio Macri

Con un sistema inédito de Boleta Única de Papel implementado por primera vez en todo el país, Javier Milei buscará hoy plebiscitar su gestión e intentará asegurarse el tercio necesario en el Congreso para bloquear a la oposición, defender su plan de gobierno y dotar de gobernabilidad al segundo tramo del mandato que en los últimos meses quedó debilitado por una severa crisis política. “Llegamos de pie a las elecciones”, aseguró el presidente el jueves en Rosario, en el cierre de una campaña que tuvo a La Libertad Avanza a la defensiva y que la Casa Rosada imaginó, meses atrás, en un contexto muchísimo menos adverso. Con una economía en recesión, una sucesión de escándalos que tuvo su pico máximo con el caso en torno al renunciado José Luis Espert y un gabinete en vilo por su inminente rediseño, Milei, que gobernó durante el primer tramo de su mandato sin mayorías, ni intendentes ni gobernadores, y repelió posibles aliados, se juega este domingo mucho más que la renovación de un tercio del Senado y la mitad de la Cámara baja.

Fuerza Patria, el frente del peronismo kirchnerista que mantiene a Cristina Kirchner como su principal referente, tratará, por el contrario, de contrarrestar este domingo a LLA y recuperar volumen político con el desafío incierto de volver a convertirse en una opción de poder real de cara a las elecciones presidenciales del 2027. A diferencia del oficialismo, que con acuerdos provinciales logró tener presencia en todo el país, el kirchnerismo cerró un único frente en 14 distritos, y en el búnker de campaña seguían en los últimos días con creciente entusiasmo el desempeño previsto para hoy en Santa Fe y, en mayor medida, en la provincia de Buenos Aires, el bastión principal del peronismo que concentra casi el 40% del padrón.

Axel Kicillof en el cierre de campaña de Fuerza Patria en Almirante Brown

La elección provincial del 7 de septiembre en territorio bonaerense fue bisagra, no solo para el peronismo, y en especial para Axel Kicillof, que le ganó la pulseada al cristinismo y La Cámpora y le dio un espaldarazo a su proyecto nacional, si no también para el gobierno, que aceleró su crisis interna.

La contundente derrota, por casi 14 puntos, revivió a Fuerza Patria, y le abrió nuevas expectativas de cara a esta elección en simultáneo al desgaste del programa de gobierno y, en particular, del deterioro de la actividad económica. Del resultado de hoy se vislumbrará, por caso, la consolidación o no del peronismo K para el 2027. Y la vigencia, o no, de la expresidenta. Desde su departamento de San José 1111, talló activamente en buena parte de las provincias, incluida Buenos Aires, pero especialmente en distritos como Santa Fe o Salta.

CFK apunta a tener, después del 10 de diciembre, un bloque consolidado que se oponga a las reformas impulsadas por el Ejecutivo. El escenario post electoral abre, sin embargo, un dilema: la posibilidad de empezar a negociar, con la nueva composición parlamentaria, acuerdos vinculados con la integración de la Corte Suprema y otros cargos en la Justicia. Cerca de la expresidenta aseguran que está dispuesta a iniciar esas tratativas.

Cristina Kirchner en San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria

La derrota del 7S sumergió al gobierno en una crisis política sin precedentes desde que Milei se hizo cargo del Ejecutivo, alteró los mercados y obligó al equipo económico a recurrir al Tesoro norteamericano, que desplegó un rescate inédito de al menos USD20.000 millones a través de un intercambio de monedas, que incluyó un encuentro con Donald Trump en la Casa Blanca, un apoyo electoral irrestricto de su administración y hasta una muy novedosa y sorpresiva intervención del tesoro en el mercado cambiario local. Esa serie de movimientos colaboraron a administrar la volatilidad del dólar en plena campaña, un dolor de cabeza recurrente para cualquier gestión.

Con ese salvataje, Milei buscó en estos días ponderar algunos de sus logros de gestión, como la estabilidad inflacionaria y el orden fiscal, y desarrolló entonces una campaña de polarización con el kirchnerismo, particularmente en la provincia de Buenos Aires, un distrito hostil en el que el gobierno se replegó en el primer tramo de la campaña por el escándalo en torno a Espert, cuyos efectos buscó contrarrestar en las últimas semanas cuando decidió nominar a Diego Santilli como cabeza de lista.

El Gobierno quiere “salvar la ropa”. El peronismo, extender la crisis del oficialismo que se agudizó con la derrota del 7S. El electorado se define entre el temor al pasado o el castigo al presidente.

Acto de cierre de Provincias Unidas

Por fuera de la polarización entre LLA y FP, el grupo de gobernadores de Provincias Unidas, con epicentro en la zona centro del país, intentará este domingo instalar la tercera opción como puntapié inicial de una posible alternativa de poder de cara al 2027 y un desafío más urgente: consolidar un bloque propio en el Congreso a partir del 10 de diciembre, en torno a la veintena de legisladores en la Cámara baja, para negociar en bloque con el Ejecutivo el paquete de reformas “de segunda generación” que Milei prevé enviar con la nueva conformación parlamentaria, enfocado en los proyectos laborales, tributarios e impositivos.

De ese grupo de gobernadores, la atención está centrada principalmente en Córdoba –Martín Llaryora– y Santa Fe –Maximiliano Pullaro-, dos de los cinco distritos con mayor peso electoral junto a la capital, Buenos Aires y Mendoza. Son las dos provincias que Milei eligió para sus últimas visitas de campaña. En el caso de Córdoba, en confrontación con un candidato popular como el ex gobernador Juan Schiaretti. En Santa Fe, las encuestas pronosticaban en estos días un escenario de tercios.

La incertidumbre por la performance a nivel nacional -la Cámara Nacional Electoral le pidió a la dirección electoral del Ministerio del Interior que informe los resultados por distrito, como se había reclamado administrativamente desde el peronismo- tiene su anclaje principal en la crisis política y el deterioro de la actividad económica que desgastaron al gobierno, y en la adhesión que logren captar el resto de las ofertas electorales, especialmente el peronismo K. Pero también en la implementación de la Boleta Única de Papel y en la participación del electorado, que en las elecciones provinciales de este 2025 evidenciaron una baja considerable respecto a los últimos comicios.

Boleta única de papel de la provincia Buenos Aires

El nuevo sistema de votación le agrega, en ese sentido, un condimento extra. Un simulacro reciente realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en dos grupos separados, con y sin instrucciones previas, con agrupaciones de fantasía, arrojó conclusiones inquietantes. Entre ellas, una propensión mucho mayor al “corte de boleta”, es decir, a elegir diferentes espacios en las categorías del Senado y en Diputados, entre el 20 y el 30%. También inclinación por colores y por la ubicación en la boleta.

El dilema esencial de esta elección es, sin embargo, la cantidad de diputados y senadores que Milei consiga para fortalecer un grupo de legisladores que, en el caso de la Cámara baja nuclea ahora solo a 31 diputados, y 6 senadores en la Cámara alta. De las ocho provincias que renuevan el Senado, el gobierno tiene buenos pronósticos en 3 o 4 de ellas.

De todos modos, en cualquier escenario la Casa Rosada no contará con mayoría propia en el Parlamento. ¿Cuál es un buen resultado para Milei? “Uno que me asegure un tercio en la cámara, que es una pared de defensa”, dijo semanas atrás en una entrevista en referencia a la cantidad mínima de legisladores necesaria para defender los vetos a la serie de leyes impulsadas este año por la oposición y que le propinaron una batería de derrotas, en algunos casos, por dos tercios y amplísima mayoría.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el jefe del bloque LLA, Gabriel Bornoroni

“Además, con nuestros aliados podemos llegar a 100 votos en la Cámara baja y es posible conseguir quórum también, entonces vamos a empezar con una dinámica parlamentaria que nos va a permitir viabilizar reformas. Necesitamos la pared, mirar la configuración de potenciales aliados, que eso es un número más grande, y además queda un grupo intermedio con los cuales se puede dialogar y sacar reformas”, continuó el presidente.

El resultado de hoy implicará, en ese contexto, la fortaleza con la que contará el Presidente a partir del 10 de diciembre, y la correlación de fuerzas con la oposición y los posibles aliados mientras rediseña el reordenamiento del sistema de toma de decisiones y el gabinete. También la vinculación con el PRO, en particular con Mauricio Macri, que desplegó en la última semana y media una serie de mensajes en los que convocó a votar por los candidatos de su espacio después de reclamarle al Gobierno un diálogo “honesto” y una “nueva mayoría” en el Parlamento.

Mauricio Macri

El jueves, en Rosario, el jefe de Estado subrayó que, en los últimos meses, el Congreso había sido “destituyente”. Después dijo que no podía “solo”, mientras la militancia insultaba a Pullaro. El presidente se mueve por espasmos. Este viernes, trascendió en Casa Rosada que el mandatario se preparaba para un mensaje conciliador en la noche de hoy, y que podía realizar un llamado de unidad junto a los gobernadores aliados: una especie de reedición del “Pacto de Mayo”. Lo cierto es que LLA exhibió en este cuatrimestre una evidente mala praxis que derivó en una serie de traspiés, lo que motivó que el gobierno se viera obligado a vetar un paquete de leyes, excusado en el orden fiscal. Muchos de esos vetos, sin embargo, fueron rechazados por el Parlamento. Esa sucesión de derrotas fue la que alertó al círculo rojo, a los mercados y hasta a la administración norteamericana. Por eso Milei empezó a publicitar la necesidad de construir acuerdos de gobernabilidad. Esa decisión se verá si se certifica desde mañana.

Javier Milei en el cierre de campaña de LLA

Esta noche, a partir de las 21, cuando se publique el escrutinio provisorio, el gobierno empezará a evaluar además las decisiones que tomará desde este lunes en materia económica. Si mantendrá, como volvió a insistir el ministro Luis Caputo, las bandas cambiarias y un techo en en torno a los $1.500 que, según el funcionario, le sienta “cómodo”.

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