El complejo entramado de negociaciones entre el Gobierno y los gobernadores ante la reforma laboral y el presupuesto

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La periodista Maru Duffard analizó el complejo escenario que enfrenta el Gobierno en las negociaciones legislativas, y advirtió en Infobae En Vivo: “Me parece que el Gobierno endureció un poquito más. Hay una cosa como: ‘mirá, voy a ir con esto, esto, esto. ¿Estás conmigo o no estás conmigo? Fin de la discusión’”. Su mirada profundiza el debate sobre el vínculo con los gobernadores y las chances de negociar temas clave como la reforma laboral y el presupuesto 2026, a pocas semanas del cierre del año parlamentario.

Duffard describió la estrategia del oficialismo al encarar el “tramo final” de la negociación con los gobernadores, con especial foco en la urgencia de conseguir consensos en el Congreso y la relevancia que han cobrado temas económicos como el déficit fiscal y la distribución de fondos a las provincias.

Destacó el rol central de Diego Santilli, encargado de dialogar con los mandatarios provinciales mientras el Gobierno busca “tachar el casillero” de los contactos y eventuales pactos legislativos. “Santilli tiene un trabajo que no es fácil, que es el de hablar con los gobernadores, poner el oído y, cual psicólogo, escuchar sus problemas. Hay muchas cosas a las que no les puede dar respuesta, porque la billetera está chica y no puede prometer mucho”, explicó la periodista.

Según relató, Santilli habría desarrollado un “tablero ordenador” donde sistematiza las demandas de cada provincia: “Chaco tiene este problema, este se lo puedo solucionar y este no se lo puedo solucionar”. Duffard subrayó la diferencia entre conocer los problemas y poder solucionarlos, remarcando la complejidad de la coyuntura: “Lo difícil es solucionar los problemas de plata, porque el mandato del Gobierno es claro: nada que atente contra el orden fiscal”.

La participación de Diego Santilli es clave en el diálogo con los mandatarios provinciales y la articulación de consensos legislativos

Dentro de este proceso, Duffard ponderó el cambio en la dinámica de trato con los gobernadores. Según su análisis, el Gobierno está más enfocado en construir “consenso” que simples espacios de “diálogo”. Resaltó que, a diferencia de ocasiones anteriores, no habrá extensión de las sesiones ordinarias, sino convocatoria a extraordinarias, probablemente tras el 10 de diciembre, momento en que asume la nueva Cámara: “El objetivo ahí es tratar el presupuesto 2026, porque todos los gobernadores coinciden en que el Gobierno tiene que tener un presupuesto, después de dos años sin uno, lo cual genera muchas complicaciones”.

Duffard enfatizó que hay un amplio acuerdo entre los mandatarios provinciales sobre la necesidad de aprobar el presupuesto y asegurar el déficit cero, pero el punto de mayor controversia sigue siendo la reforma laboral. “La reforma está escrita, pero nadie la vio, o la vieron muy poquitos. Eso es un problema grande para Santilli, porque los gobernadores piden ver la letra chica”, advirtió Duffard en Infobae en Vivo, en el programa de la mañana, exponiendo la falta de transparencia en el proceso de debate.

La periodista añadió que los gobernadores, aunque convengan en la necesidad de modernización laboral, exigen conocer en detalle qué modificaciones se impulsarán antes de comprometer su apoyo. “La pregunta es: si la reforma ya está escrita, ¿qué te estoy preguntando? Si vas a acompañar o no vas a acompañar… Y ahí el Gobierno se endurece: plantea los términos cerrados y busca apoyo sin reabrir la discusión”, especificó.

Duffard remarcó que este endurecimiento en la postura oficial responde tanto a las urgencias financieras de las provincias como a la necesidad de mostrar liderazgo tras el resultado electoral. Asimismo, subrayó las diferencias regionales y sectoriales en la recepción de la reforma: “Cada gobernador debe evaluar si puede bancar las reacciones de los sindicatos y organizaciones sociales. No es lo mismo la situación de Chubut que la de Corrientes, porque dependen de actividades económicas distintas y de la presión social que pueden recibir”.

En ese sentido, los periodistas destacaron que la regionalización de la reforma introduce más complejidad en las negociaciones, al igual que el debate sobre la ley de Glaciares y sus impactos en las inversiones. “Hoy, lo más discutido, pero conversado, es la reforma laboral. Y la información que tengo es que el Gobierno endureció un poco más su posición”, insistió Duffard, reiterando que la administración nacional pretende avanzar sobre los aspectos en los que ya tiene consenso y dejar otros apartados para más adelante.

La discusión sobre quién participa realmente de la redacción de la reforma laboral también quedó sobre la mesa. Duffard y Cecilia Boufflet analizaron cómo, pese a la existencia de una mesa técnica y la intervención de figuras como Gerardo Martínez y Carolina Losada, persiste la sensación de que las definiciones se toman en ámbitos restringidos. “En esa mesa se habló, pero no se escribió la reforma. Si vas a la Secretaría de Trabajo te dicen una cosa, en la Casa Rosada otra, en el Ministerio de Desregulación otra distinta, y la CGT y los gobernadores tienen también miradas disímiles”, manifestó Duffard.

El análisis planteado en Infobae en Vivo incluyó la preocupación por la transparencia y la metodología oficial: “El proceso puede cambiar —advirtió Duffard—, pero mi sensación es que ahora la discusión está mucho más cerrada. El Gobierno va con el texto que tiene, consulta si están de acuerdo o no, y descarta reeditar un proceso de co-redacción abierta”. Esta determinación implica, según su mirada, una reducción de los márgenes para negociar concesiones con los gobernadores y una apuesta a sostener el relato de firmeza ante la sociedad y los mercados.

Además de la reforma laboral, la agenda que Santilli debe contener incluye la definición de fondos para las provincias, pedidos sectoriales y temas como la ley de Glaciares, sobre la que el Gobierno busca flexibilizar ciertos puntos para habilitar inversiones. Duffard diferenció claramente entre los pedidos de fondos y la demanda de reformas normativas: “Plata es una ley, sí. Pero también hay leyes. Por ejemplo, con Glaciares buscan que cada provincia pueda definir qué zonas sí y qué zonas no, lo que podría habilitar muchas inversiones”.

Los periodistas también resaltaron cómo el oficialismo apuesta a llamar a sesiones extraordinarias, limitando el temario a los temas centrales, para evitar la dispersión en el debate. Ese enfoque, señaló Duffard, condensa la tensión entre el Ejecutivo y los gobernadores: “Si extiendo las ordinarias, cualquier legislador puede pedir tratar su tema, y el Gobierno no quiere abrir ese juego. En las extraordinarias sólo se trata lo que a mí me importa, y punto”.

Finalmente, la periodista dejó en claro que la conducción de la agenda parlamentaria por parte del Gobierno marca un quiebre respecto de otras etapas políticas. “Lo que aparece es un Gobierno que dice: ‘esto es lo que hay y hasta acá llego’. No hay espacio para sorpresas ni para negociaciones eternas, sino para alinearse o quedar afuera”.

Este posicionamiento, advirtió Duffard, impactará tanto en la aprobación del presupuesto 2026 como en la posibilidad de sancionar la reforma laboral, decidiendo el Gobierno jugar fuerte incluso ante la fragmentación de los gobernadores y el recambio legislativo. La consigna por el déficit cero y la disciplina fiscal limita el margen de maniobra, expresó la analista, y hace que los pedidos de fondos provinciales sean absorbidos por el tablero de prioridades de Santilli, quien debe equilibrar demandas políticas, necesidades urgentes y los límites que le impone la conducción nacional.

• De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, María Eugenia Duffard, Cecilia Boufflet y RAmón Indart.

• De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, Virginia Porcella y Federico Mayol.

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