
De los dos cambios en el Gabinete que quedaban pendientes, la designación por parte de Javier Milei del jefe del Ejército Argentino, teniente general Carlos Presti, como futuro ministro de Defensa generó un fuerte impacto político, tanto por ser la primera vez que un militar en actividad asume ese cargo en democracia, como por el contraste que representa frente a la relación que el kirchnerismo tuvo con los militares.
Se trata de una decisión audaz e inédita, que sorprendió a los ajenos, pero menos a los que más conocen al Presidente y a su hermana, la secretaria General Karina Milei, que tienen con el futuro ministro un vínculo de aprecio personal y valoración profesional. Una anécdota para describir esa cercanía: el jefe del Ejército estuvo internado el año pasado por una intervención médica menor, y los hermanos Milei lo llamaron para conocer, de primera mano, su estado de salud.

Más allá de eso, Milei ejecutó con la designación del teniente general Presti una escenificación de su mirada respecto al Gabinete, que lo acompañará en el segundo tramo de su primer gobierno. Pero sobre todo, mostró un contraste explícito sobre el abordaje que tuvo el kirchnerismo respecto a las Fuerzas Armadas: de Nilda Garré y Jorge Taiana, dos reconocidos militantes de la izquierda peronista de los 70, a un uniformado prestigioso, que cursó su primer año del Colegio Militar en pleno gobierno de Raúl Alfonsín.
Tampoco hay que olvidar que Cristina Kirchner nombró como su último jefe del Ejército a César Milani, un militante peronista -con unidad básica y todo-, que promovió una fuerza “nacional y popular”, abrazado de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la fallecida Hebe de Bonafini.

El comunicado de la Oficina del Presidente (OPRA) fue elocuente: “El actual Jefe del Estado Mayor General del Ejército, el Teniente General Carlos Alberto Presti, dejará su cargo para asumir como el nuevo Ministro de Defensa. Por primera vez desde el regreso de la democracia, una persona con intachable carrera militar que ha llegado al más alto rango en su escalafón estará al frente del Ministerio que está encargado de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas, inaugurando una tradición que esperamos que la dirigencia política continúe de aquí en adelante y dando por finalizado la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados“.
El futuro funcionario, según pudo saber Infobae, no tiene previsto pedir el retiro efectivo y, en principio, seguirá como militar en actividad. ¿Jurará en el Salón Blanco con uniforme de gala y sable corvo? Es una alternativa que no se descarta, pero que todavía no está confirmada.
Contrastes y desafíos
Lo cierto es que el nombramiento del teniente general Presti es una deliberada contracara de lo que ocurrió durante los gobiernos kirchneristas, que designaron en la conducción de las Fuerzas Armadas a dirigentes de la izquierda peronista, que en los 70 enfrentaron a los militares. Fueron años de plomo y sangre, que terminaron con desapariciones, torturas, robos de bebés y miles de atrocidades.
A Garré, Néstor Kirchner la designó en el Ministerio ante la inminencia de la apertura de los juicios por delitos de lesa humanidad y formalizó un sistema de supervisión y bloqueos de ascensos. Se acumularon reclamos por interrumpir la carrera de uniformados por el solo hecho de ser hijo, sobrino o pariente de un militar sospechado por su actuación en los años 70. También tuvo a su cargo el retiro de la Armada Argentina de la ESMA y la instalación de políticas de género y la “desmilitarización” de los liceos, entre otras decisiones.
El futuro diputado Jorge Taiana, que estuvo preso durante casi toda la dictadura militar por su vinculación con las organizaciones guerrilleras, mantuvo como ministro de Defensa esas políticas. Fueron años donde la gestión convivió con un estado de sospecha permanente sobre el pasado de los militares.
Desde el kirchnerismo -y también algunas voces del radicalismo- se escandalizaron por la designación y hablaron de una pérdida del control civil del instrumento militar. Lo cierto es que las Fuerzas Armadas dependen de una sola personal: el comandante en jefe, que es el Presidente, un civil que fue votado y revalidó el apoyo en las urnas hace menos de un mes. También está vigente el control parlamentario, administrativo y judicial que establecen las leyes y la Constitución Nacional.

Son los antecedentes que Milei buscó confrontar con su elección del jefe del Ejército a cargo del Ministerio de Defensa. De casi 60 años, infante, comando, paracaidista -entre otras aptitudes- Carlos Alberto Presti asumirá conociendo desde el llano las múltiples necesidades y desafíos que tienen las Fuerzas Armadas.
Entre personal civil y militar, son más de 50 mil hombres y mujeres del Ejército, unos 25 mil de la Armada Argentina y 22 mil de la Fuerza Aérea que tienen sus sueldos atrasados -causa principal de un fuerte salto en la cantidad récord de bajas que hubo en los últimos cinco años- y que vienen resistiendo promesas de mejoras que no se concretaron del todo.
También está la situación del IOSFA, la obra social de militares y Fuerzas de Seguridad, que atraviesa una situación entre dramática y terminal. Las deudas se vienen acumulando de manera endemoniada y hay sedición que se postergan o ni siquiera se brindan. Los expertos y conocedores del tema admiten que sin un rescate, hay riesgo ciertos de colapso y hasta de quiebra.
De hecho, el asunto IOSFA estuvo presente en una reunión que mantuvieron los ministros salientes, Luis Petri y Patricia Bullrich, con el jefe de Gabinete y principal controller de la gestión, Manuel Adorni.
Además, el futuro ministro deberá enfrentar el complejo trance de reordenar la cadena mandos en el Estado Mayor Conjunto, de donde en las próximas horas se retirará el brigadier Xavier Issac; y de la Jefatura de cada fuerza. Se descuenta que el almirante Carlos María Allievi dejará el Estado Mayor de la Armada. De la Fuerza Aérea todavía no está claro si seguirá o no el brigadier Mengo, aunque es probable su permanencia.
Este último caso está atado a la principal noticia militar que va a tener la Argentina, con la llegada en los próximos días de los primeros F16, los aviones supersónicos comprados a Dinamarca, con el apoyo de Estados Unidos.
Un video que se hizo viral y fue reposteado por el presidente Milei da una idea de lo que podría reflejarse en la gestión de Presti. Habló de un Ejército “liviano, ligero, ágil joven”. Puede ser un indicio de cómo encarará el teniente general su nueva función.







