Gerardo Zamora no va a sacar los pies del plato. Después de terminar su mandato como gobernador de Santiago del Estero, su desembarco en el Congreso será alineado al peronismo. Seguirá formando parte de la coalición donde se mezclan el massismo, el kirchnerismo, el kicillofismo y los gobernadores del PJ.
En el Senado, donde tiene un mandato de seis años, el santiagueño formará el bloque del Frente Cívico por Santiago del Estero junto a Elia Esther del Carmen Moreno, la candidata que fue elegida junto a él en las elecciones del 26 de octubre, en las que también los santiagueños eligieron a Elías Suárez como nuevo gobernador. Un hombre de confianza de Zamora.
Ese bloque, con sello provincial, se integrará a un interbloque con el bloque Justicialista, que conduce José Mayans, y el bloque Convicción Federal, que integran cuatro legisladores que tomaron distancia del kirchnerismo. Todos son parte de la misma familia pero marcan sus diferencias. La decisión está tomada aunque aún no fue formalizada en la Cámara alta.
Zamora justifica el armado de su bloque provincial con el los hechos históricos. Cuando le tocó estar en la Cámara alta en otra oportunidad hizo lo mismo. La que siguió un camino diferente fue Claudia Ledesma Abdala, a la que Cristina Kirchner convención de integrar el bloque peronista durante la gestión de Alberto Fernández y le dio la presidencia provisional del Senado.

El santiagueño tiene en claro que una salida abrupta, sin ningún tipo de conexión legislativa, iba a dañar al peronismo. Y no tiene intenciones de hacer eso. “Néstor y Cristina siempre se portaron bien conmigo. No voy a dañar al peronismo”, suele decirle a dirigentes peronistas que frecuentan y que le preguntan sobre su futuro.
Esa postura se mantendrá en el bloque de diputados de Fuerza Patria. Los siete santiagueños seguirán dentro del esquema que conduce Germán Martínez. Son Cecilia Campitelli, Ricardo Daives, José Gómez, Bernardo Herrera, María Luisa Montoto, Nilda Moyano y Estela Neder.
La decisión es una buena noticia para el peronismo, que sufrió algunas bajas en los últimos días, que le dieron al Gobierno la posibilidad de convertirse en la primera minoría y exponer las debilidades de un armado nacional justicialista que está resquebrajado y que tiene la necesidad de reiventarse durante el 2026 para encarar una nueva carrera hacia las elecciones ejecutivas.
La del nuevo senador santiageño es una una postura distinta a la que decidió tener el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, que el martes confirmó la ruptura del bloque peronista, al sacar a tres legisladores que le responden, armar un bloque propio y acelerar las negociaciones para armar un interbloque con los gobernadores de Salta, Tucumán y Misiones.
Zamora va a mantener su perfil opositor aunque sea un equilibrista con el que el Gobierno tiene intenciones de negociar. Tiene voluntad de acompañar el Presupuesto, aunque espera que la Casa Rosada tenga en cuenta los planteos que él y varios de los gobernadores opositores le plantearon al ministro del Interior, Diego Santilli, y al presidente Javier Milei.
Cuestiona los efectos de la política económica que, según cree, más temprano que tarde, fracasará. El mandatario cree que el modelo económico libertario va a fracasar y que, hasta acá, lo que triunfo es el modelo político. La sociedad tomó al gobierno nacional como un mal menor y lo eligió, aún pasándola mal en el día a día, frente a la propuesta peronista.
El santiagueño también es de los que cree que debe darse una discusión de fondo respecto a la reforma laboral. “Hay que hacer cambios. La ley laboral no puede seguir así”, aseguran en su entorno. Sin embargo, advierte que será una tarea difícil para el Gobierno juntar voluntades para lograr el objetivo final.







