Una mamá contó la empatía con la que un peluquero atendió a su hijo con autismo. Su historia explotó en Facebook y decenas de familias sumaron sus testimonios.
El peluquero tucumano que conquistó las redes con un acto de empatía
En las últimas horas, una publicación en Facebook se volvió viral en Tucumán por su enorme carga emocional y por poner en primer plano lo que muchas familias viven en silencio: la dificultad de conseguir un peluquero que pueda atender a niños con autismo con paciencia, respeto y sensibilidad.
La historia fue compartida por Sofi, mamá de un pequeño con TEA, quien relató que en varias peluquerías “no quieren atendernos o nos evitan”. Sin embargo, su experiencia cambió por completo al conocer a Franco Campero, peluquero de La Calesita Peluquería, ubicada en Junín y Santiago del Estero, en San Miguel de Tucumán.
“Siempre está predispuesto, siempre actúa desde la empatía”
La mamá destacó que Franco trata a su hijo “tan bien, con tanto amor y respeto”, logrando algo que antes parecía imposible: que el niño pueda vivir el momento del corte sin crisis, sin llantos y sin angustia. “Hago esto para que todos se enteren del tipazo y del profesional que sos”, escribió en la publicación que ya suma cientos de reacciones.
Pero la viralización no quedó ahí. Lo más impactante fue que decenas de padres comenzaron a comentar, contando experiencias similares.
Testimonios que multiplicaron la emoción
Los comentarios reflejan un patrón que se repite: paciencia, respeto y un trato humano excepcional.
“A mi niño también le corta él y solo él. Tu empatía tranquilizó a mi pequeña familia.” escribió otra mamá, agradeciendo que Franco haga del corte un momento seguro.
Otro usuario compartió:
“Le corta a mi hijo desde que tenía 8 meses. Es un crack.”
Incluso padres de niños no necesariamente con TEA destacaron su forma de trabajar:
“El trato fue de mil siempre. Un genio franco.”
Y uno de los comentarios que más resonó fue el de un papá que vive la misma situación:
“Mi hijo también tiene autismo y hace cuatro años se corta con él o con Lili. Son unos genios.”
La publicación se transformó espontáneamente en un espacio de apoyo comunitario, donde otras familias recomendaron peluquerías alternativas para quienes viven lejos, y donde se celebró la importancia de la empatía como valor central.
Un ejemplo que inspira
El reconocimiento también llegó desde amigos y conocidos del peluquero. Iván Alderete, un joven taficeño, escribió:
“Los que te conocemos sabemos el tipo de persona que sos y lo dedicado a tu trabajo.”
En tiempos en los que las noticias suelen enfocarse en lo negativo, esta historia iluminó las redes con un mensaje simple pero poderoso: la empatía cambia vidas. A veces, un gesto tan cotidiano como cortar el pelo puede convertirse en un puente para que una familia se sienta comprendida, acompañada y respetada.
Una lección para todos
La viralización de esta publicación deja una reflexión que muchos usuarios remarcaron: la necesidad de que más comercios, servicios y profesionales adopten una mirada inclusiva hacia las infancias neurodiversas.
Como escribió una usuaria:
“Abrazo a todos los que enarbolan en lo alto la palabra empatía y respeto, y además la predican con el ejemplo.”
Franco Campero no solo cortó el pelo de un niño. Sin quererlo, terminó cortando también el silencio de muchas familias que encontraron en este post un espacio para sentirse vistas.







