El combate disputado en Miami entre Anthony Joshua y Jake Paul generó polémica tanto dentro como fuera del cuadrilátero. El momento más señalado no involucró únicamente los guantes, sino también la voz del árbitro Christopher Young, quien marcó un punto de quiebre durante el cuarto asalto. Entre una multitud que manifestaba su descontento, el juez tomó el centro de la escena al dirigirse al boxeador estadounidense con una frase que pronto se hizo viral en las redes sociales: “Los fanáticos no pagaron para ver esta basura”.
La pelea reunió a uno de los principales exponentes del boxeo profesional, Anthony Joshua, dos veces campeón mundial de los pesos pesados, frente a Jake Paul, figura emergente en el mundo del pugilismo y celebridad producto de su rápida popularidad en plataformas digitales. Según detalló The Guardian, “Joshua admitió que no estaba contento con la actuación, pero afirmó que había desarmado pacientemente a Paul”. El medio británico enfatizó el desgaste en la relación entre espectáculo y deporte que se vivió en el Kaseya Center de Miami, intensificado por el comportamiento del público y la constante caída de Paul sobre la lona.
Durante los primeros asaltos, la pelea avanzó de manera poco fluida. Joshua optó por mantener una distancia prudente, utilizando el jab para sondear, mientras Paul intentaba esquivar los embates sin encontrar claridad para atacar. El cuarto episodio se convirtió en el eje de las miradas. En ese instante, tras casi dos minutos de intercambios irregulares y con Paul cayendo varias veces, el árbitro Christopher Young interrumpió para advertir a los peleadores.
Sin embargo, el ritmo no aceleró de manera significativa, y las dudas persistieron sobre si el evento respondía a los criterios de un combate profesional o a un espectáculo híbrido entre la celebridad y el rendimiento deportivo. Anthony Joshua reconoció después del combate que su labor resultó insatisfactoria, aunque afirmó que logró desarmar a Paul de manera paciente.
Jake Paul confirmó tras el combate que sufrió una doble fractura de mandíbula, resultado de los contundentes golpes con los que el ex campeón mundial de los pesos pesados se impuso en la pelea en Miami. El propio Paul compartió en sus redes sociales la radiografía de la lesión y acompañó la imagen con un mensaje desafiante en el que pidió enfrentar a Canelo Álvarez en los próximos días. La imagen publicada en Instagram muestra con claridad las dos fracturas en la mandíbula del estadounidense.
En declaraciones posteriores sobre el cuadrilátero, Jake Paul admitió ante los medios que los impactos recibidos le provocaron “definitivamente una fractura”, aunque aseguró estar dispuesto a regresar al boxeo profesional. “Una buena paliza de uno de los mejores que lo ha hecho nunca. Me encanta este deporte y voy a volver para conseguir un cinturón del campeonato mundial en algún momento”, sostuvo.

El evento, que generó expectativa tanto entre los aficionados del boxeo clásico como entre los seguidores de figuras de internet, logró captar la atención internacional por el contraste entre sus protagonistas. Anthony Joshua, con una carrera consolidada y múltiples títulos mundiales en su haber, se midió ante un oponente que, más allá de su notoriedad en redes, acumulaba solo trece combates profesionales y una derrota. La disparidad en sus trayectorias profesionales alentó el interés y la polémica en los días anteriores a la contienda.
El enfrentamiento se llevó a cabo bajo condiciones específicas: Joshua debía mantenerse por debajo de las 245 libras (111 kilos), aunque la división de peso pesado no impone un máximo oficial. En el pesaje, el británico alcanzó las 243,4 libras (110,4 kg), mientras Jake Paul registró 216,6 libras (98,2 kg), evidenciando la diferencia de contextura entre ambos boxeadores.
Antes del nocaut, las cifras del combate mostraban un volumen reducido de golpes acertados por ambos contendientes: Joshua sumaba 14 impactos claros y Paul 10 hasta el cuarto round. A pesar de esto, la capacidad del estadounidense para mantenerse de pie llamó la atención de muchos, incluidos varios de sus simpatizantes. Consultado sobre si le sorprendió llegar al sexto asalto frente a un doble monarca unificado de los pesados, Paul expresó: “Sinceramente, no me sorprende. Solo me cansé, para ser honesto”. El creador de contenido también reconoció la dificultad de afrontar al británico debido a su físico: “Fue muy difícil manejar su peso. Creo que si hubiera tenido mejor resistencia cardiovascular, podría haber aguantado y seguido peleando, pero él lo hizo increíble. Golpea muy fuerte y yo solo intenté dar lo mejor de mí”.







