La naturaleza es un mundo atrapante e infinito para los investigadores. Los distintos puntos geográficos tienen sus particularidades y el Gran Agujero Azul, ubicado en Belice, un lugar muy peligroso para los humanos debido a sus 300 metros de ancho y 123 de profundidad, siempre generó misterio y despertó muchas dudas.
El Gran Agujero Azul está ubicado en la costa de Belice, con vistas aéreas que muestran un lugar que podría aparentar ser paradisiaco, pero no lo es. Dentro del mismo habitan diferentes especies marinas, pero también allí se encontraron cadáveres y varios objetos que quedaron atrapados y se desconoce el motivo.
Según indicó un artículo del medio británico LadBible, es posible llegar a las profundidades del Gran Agujero Azul, aunque se deberán tomar muchísimos recaudos debido a las ingratas experiencias de buzos que estuvieron a punto de no volver a la superficie por la fuerte presión que existe en el lugar. A su vez, en los últimos años, se evidenció una fuerte presencia de ciclones en la zona, lo que aumenta su peligro.
Planteada esta cuestión y luego de estudiarse el “núcleo de sedimento” alojado en su profundidad, el experto en cambio climático, Dominik Schmitt, le explicó al mencionado medio cuál es la señal del impacto que genera esto en el planeta y las consecuencias a largo plazo: “Un hallazgo clave de nuestro estudio es que la frecuencia de tormentas regionales ha aumentado continuamente desde hace 5700 años”.
En esa misma línea, profundizó en el cambio climático: “Sorprendentemente, la frecuencia con la que las tormentas tocan tierra en el área de estudio ha sido mucho mayor en las últimas dos décadas que en los últimos seis milenios, lo que constituye una clara indicación de la influencia del calentamiento global moderno”.
Por último, Schmitt, de acuerdo a sus investigaciones, explicitó que en los últimos 6000 años, entre cuatro y 16 tormentas tropicales pasaron el Gran Agujero Azul, lo que da un índice alto
El Gran Agujero Azul: cómo es y qué se sabe al respecto
Ubicado en Belice, un país de la costa este de América Central, el Gran Agujero Azul fue descubierto por Jacques Cousteau en 1960. El reconocido oceanógrafo se topó con este sitio circular que se generó por el colapso de una cueva submarina hace siglos.
Uno de los grandes atractivos del lugar es la abundante fauna marina, donde habitan peces y animales de diferentes especies como tiburones de arrecife y de punta negra. Para los más osados, el Gran Agujero Azul es ideal para bucear, aunque, como se detalló anteriormente, se debe tener muchísima experiencia en el oficio para no quedar atrapado en sus 123 metros de profundidad.
En el año 2018, dos buceadores decidieron meter en el Agujero Azul una cámara GoPro para filmar todo lo que acontecía en las profundidades. Desde la superficie controlaron el dispositivo que registró la aparición de un tiburón, el cual atacó al dispositivo tecnológico y puso en jaque la misión de estas personas.