Mariano Cúneo Libarona y Mariano Federici se cruzaron por la decisión del Gobierno de limitar a la UIF como querellante en causas de corrupción

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Luego de que el Gobierno publicara el Decreto 274/2025, mediante el cual la Unidad de Información Financiera (UIF) dejó de estar autorizada para ser querellante en causas de corrupción y lavado de activos, Mariano Federici -titular del organismo entre 2016 y 2019- cuestionó la medida alegando que el Gobierno debilita organismos de control autónomos porque “persiguen proyectos de poder”. Desde el Ejecutivo, quien salió a refutar sus dichos, fue el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, el cual sostuvo que lo que se busca es sanear “moralmente” las instituciones.

La decisión, que fue publicada el 17 de abril, tiene como justificación que la Argentina es un caso aislado en el mundo en cuanto a la intervención de las unidades de información financiera en causas judiciales, según pudo saber LA NACION. Y si bien jurídicamente no estaría prohibida su intervención, la intención del oficialismo es que deje de intervenir como parte actuante.

Sobre esto se expresó Federici, en un posteo en su cuenta de X titulado “La diferencia entre un proyecto de poder y un proyecto de Nación”, en el que no hizo alusión al tema ni mencionó a funcionarios del Gobierno. “Mientras el primero sirve a intereses particulares y promueve pactos conducentes a la conquista, el mantenimiento o la expansión del control político, el segundo se orienta hacia un horizonte de interés común, y promueve consensos duraderos sobre la base del respeto a la legalidad y la institucionalidad”, escribió al comienzo de la publicación.

Debilitar a organismos de control autónomos extirpandoles facultades es típico de quienes persiguen proyectos de poder, porque estas instituciones, cuando son realmente autónomas, imponen límites, equilibran el ejercicio de la autoridad, y previenen abusos”, dijo el abogado y agregó: ”Sin organismos de control fuertes se debilitan los frenos y contrapesos y se impone la discrecionalidad del que manda sobre la razonabilidad».

Mariano Federici, extitular de UIF en el gobierno de Mauricio Macri

En ese sentido, consideró que “los proyectos de poder suelen también invitar a los aparatos de inteligencia estatal a entrometerse en la vida de sus propios ciudadanos”. Evaluó que se trata de “un recurso típico de quienes ejercen el poder con sesgos autoritarios y necesitan sofocar voces críticas para afianzar su mando”. En tanto que indicó que cuando se desvía “el espionaje estatal”, “se convierte en una herramienta de represión encubierta”.

Entre líneas identificó que la administración de La Libertad Avanza sería un “proyecto de poder” que “promueve la impunidad”. “La impunidad protege a los corruptos, encubre delitos y normaliza la arbitrariedad. Es el cemento que mantiene unida a la verdadera casta, garantizando que nadie deba rendir cuentas. Donde hay impunidad, no hay ley ni justicia; y sin ley ni justicia no hay Libertad ni proyecto de Nación posible”, arremetió.

La respuesta de Cúneo Libarona

Más tarde, llegó la respuesta del ministro de Justicia. El funcionario interpretó que en los dichos de Federici “escasean las ideas” y que se refería a la eliminación de la facultad de querellar de la UIF. Con eso en mente, inició: “Como la confusión y la mentira son herramientas cada vez más comunes en el espacio político al que pertenecés (si es que ese espacio sigue existiendo), voy a hacer algunas aclaraciones“.

La UIF fue utilizada tanto durante los gobiernos del Kirchnerismo como por el de Macri, en el que eras titular del organismo, para perseguir opositores. Por eso nosotros decidimos despolitizar la UIF, quitándole la facultad de querellar, como hacen todos los países del mundo menos dos”, sostuvo, algo similar a las justificaciones que dio el Gobierno en los considerandos de la norma.

Aunado a ello, expuso: “La decisión responde además a la recomendación del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), organismo internacional que supervisa a la UIF, que advirtió a la Argentina sobre la necesidad de que su UIF deje de intervenir en causas judiciales ya que interfiere con su verdadera función. En el informe final textualmente el GAFI dijo que ‘le preocupa el uso selectivo de querellas, en algunos casos relacionados con la corrupción, especialmente luego de cambios de gobierno’. Me imagino que se refieren, entre otros, al tuyo”.

Por último, resaltó: “Los cambios que se realizaron en la UIF están alineados con la vocación de este gobierno de un saneamiento moral de las instituciones del Estado. Esto se logra respetando la división de poderes y poniendo a los organismos a actuar en las competencias para lo que fueron creados. Las frustradas experiencias pasadas nos sirven para no cometer los mismos errores de los que nos precedieron, en los que tu mala actuación es de particular ayuda”.

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