Desafíos, números y estrategias de los principales candidatos porteños, a un mes de la elección

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¿Los hermanos Milei les asestarán un duro golpe a los primos Macri en su base territorial desde 2007? ¿Pro sacará provecho de su condición de local para doblegar a La Libertad Avanza o habrá una fuerte paridad entre ambas fuerzas? ¿Leandro Santoro les ofrendará a los jefes del peronismo un triunfo en la Capital tras más de veinte años que les permita soñar con una resurrección? ¿El vocero presidencial Manuel Adorni evitará una eventual migración del núcleo duro de votantes libertarios a la boleta del expatriado Ramiro Marra? ¿El artefacto de poder del macrismo perderá eficacia por la división con Horacio Rodríguez Larreta?

Éstos son los interrogantes centrales que se develarán en las elecciones legislativas del 18 de mayo en la ciudad de Buenos Aires. Cuando faltan 30 días para que los porteños concurran a las urnas, los principales candidatos apelan a diversas estrategias de campaña o replantean el tono de sus discursos para seducir a los votantes y mejorar sus chances de tener un lugar en el podio.

Tanto Silvia Lospennato (Pro) y Adorni (LLA) como Santoro (Es Ahora Buenos Aires), Larreta (Volvamos Buenos Aires) y Marra (UCeDé) evitan los actos con miles de militantes y las grandes convocatorias. En general, se enfocan en las recorridas por los barrios de la Capital para reforzar el “contacto” o la “conversación” con los vecinos y apuestan a exhibir una presencia cada vez mayor en las redes sociales para optimizar su desempeño.

Leandro Santoro (Es Ahora Buenos Aires) parte como el gran favorito

Como ocurre en toda competencia electoral, las principales fuerzas pulsean por imponer su agenda o llevar la discusión con sus contrincantes al terreno más redituable. Mientras Adorni juega a nacionalizar el debate porteño para fortificar sus posibilidades de sacarle una diferencia apreciable a la boleta del macrismo, Pro puja por municipalizar la campaña y mostrarse como la opción más fiable para gestionar la ciudad. Entre tanto, Santoro procura ungirse como la cara visible de la oposición más dura al macrismo para capitalizar el malestar con la administración de Pro. Por su parte, Larreta confían en regresar como la voz del descontento con la gestión de Jorge Macri. Y Marra esquiva las disputas internas con Karina Milei y sus soldados o las críticas a Pro e intenta ubicarse a la derecha de sus competidores con propuestas centradas en la vía pública y la seguridad.

Javier Milei, Manuel Adorni y Karina Milei

Antes de la cita en las urnas, las figuras de cada lista se verán las caras en los debates porteños: uno será organizado por el Instituto de Gestión Electoral -convocaron a una audiencia, pero aún no hay fecha definida- y otro se realizará el 5 de mayo en el programa A Dos Voces, de Todo Noticias. Un dato sugestivo: Adorni no envió un representante a la reunión de asesores que realizó el canal del Grupo Clarín para pautar las condiciones del cruce.

Migración de votos

En el laboratorio de Jorge Macri se ufanan de que tienen motivos para alegrarse. Si bien admiten que Santoro consigue una amplia ventaja en la mayoría de los sondeos y se encamina a ganar los comicios por el fraccionamiento de la oferta de la derecha, los armadores electorales del jefe porteño están convencidos de que el sello de Pro sigue siendo competitivo en la Capital. Por un lado, están satisfechos con el resultado de su apuesta por exhibir una campaña teñida de amarillo y enfocada en la agenda local de gestión para fidelizar el vínculo con sus votantes porteños. A su vez, se jactan de que el plan trazado por el consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubi en torno al “voto dual” cumplió su objetivo. Es decir, creen que podrán atraer al sector del electorado que apoya el rumbo de Milei a nivel nacional, pero que expresa “dudas o miedos” ante los gestos autoritarios de LLA o los ataques del Presidente al Congreso, Pro o los agravios a los periodistas.

Silvia Lospennato en el acto del Pro en el Planetario

En ese contexto, proyectan que Pro podría convertirse en una suerte de “pista de aterrizaje” para los votantes “blandos” de Milei en la ciudad. De hecho, sostiene que sus estudios ya detectaron transferencias de votos en las últimas semanas, cuando Milei sufrió el impacto del caso $LIBRA y del rechazo del Senado a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Se jactan de que al votante antikirchnerista de la Capital no le gusta que Milei “le muerda la mano” a Macri.

Por eso, no temen que la confrontación se torne despiadada. Y descuentan que si el Presidente apela a un tono agresivo para descalificar a Pro, provocará una “estampida” de electores de la centroderecha moderada. Es más: especulan que la figura de Adorni y el tono “pendenciero” al que apeló el vocero en su raid mediático activará un voto defensivo de las mujeres. ¿Alquimias de gurúes?

Por lo pronto, el campamento macrista asumen que las últimas 72 horas antes de los comicios serán cruciales y que Pro no será el mayor perjudicado por una posible baja participación.

“Estamos en una posición competitiva para ganar la elección o tener un buen resultado”, subrayan en el búnker de Pro, por donde circulan encuestas de Aresco, Isonomía y Casa Tres, de Mora Jozami. Dado que intuyen que habrá una disputa de marcas con LLA y el PJ, están convencidos de que su sello sigue siendo potente en el electorado porteño. En sus sondeos, detectaron que Pro tiene el techo más alto y el rechazo más bajo, y que es la “segunda mejor opción” para los votantes.

Los candidatos de Pro presentaron sus propuestas

También están conformes con la táctica desplegada para “conversar” con los vecinos y sortear la apatía electoral. Calculan que desde que comenzaron con las tareas lograron llegar a unas 50 mil personas. En una elección polarizada y reñida, dicen, cada voto cuenta. “Decidimos apretar el acelerador porque funciona”, afirman en el equipo de campaña que conduce María Eugenia Vidal.

El despliegue territorial de los candidatos de Pro o los funcionarios porteños incluyó alrededor de doce salidas. A sabiendas de que se juegan mucho, Mauricio Macri se puso al frente de las recorridas para apuntalar a Lospennato, quien aún tiene un nivel de desconocimiento del 35%. Los sábados unas 1500 personas salen a “conversar” con los vecinos en las quince comunas.

Ahora también apelaron al “timbreo digital”, que implica que Jorge Macri o los candidatos hagan “videollamadas” para contactarse con ciudadanos y atender sus reclamos. Apuestan a entablar una “relación directa” y a dar una “rápida resolución”. Hasta el jefe porteño debió sentarse en el café Tabac a hacer llamados para pedir el voto.

En el plano de las propuestas, prometieron discutir iniciativas vinculadas a “dar prioridad a los porteños en los centros de salud” de la ciudad, la “Ficha Limpia” o la ley “anti-trapitos” o el endurecimiento de las penas “a los que ensucien, dañen o afecten los bienes de propiedad pública”, o la declaración de la recolección de residuos como servicio esencial.

Mauricio Macri se puso al frente de la campaña de Pro en la Capital

Está claro que Pro activó un plan de supervivencia ante la amenaza de los libertarios. Es que el resultado del 18 de mayo puede condicionar las conversaciones entre Macri y Milei para que Pro y LLA confluyan en octubre, sobre todo, en la estratégica provincia de Buenos Aires. El que salga mejor posicionado saldrá fortalecido de cara a las negociaciones para las legislativas nacionales. “El rockstar que prometieron al poner a Adorni no está”, repiten en la sede de Pro.

Nacionalizar la campaña

En el cuartel de los libertarios lucen optimistas con vistas a la férrea disputa con Pro por el voto antiperonista, que se convirtió en un duelo aparte en el tablero porteño. Con Adorni y varios ministros en la cancha -desde Patricia Bullrich hasta Sandra Pettovello o Federico Sturzenegger-, intentan nacionalizar la discusión, polarizar con el kirchnerismo y retratar al macrismo como parte del pasado o la segunda marca de LLA. El foco de sus críticas está en el tamaño del Estado porteño y la alta presión impositiva en el distrito.

El próximo miércoles, Milei se sumará a la campaña para apuntalar a Adorni. Aún no está definido el formato pero encabezaría un acto en una plaza.

Manuel Adorni en una recorrida de campaña en Belgrano, el miércoles 16 de abril.

En la filial porteña de LLA, que comanda Pilar Ramírez, una ladera fiel de Karina Milei, aspiran a exhibir un crecimiento respecto de la performance de Marra en 2023. “Arriba de lo que sacamos la última elección [13%], todo será ganancia para nosotros”, dicen.

En la Casa Rosada deslizan que podrían cosechar entre el 25% y el 30%. Es más, quienes lo trataron a Santiago Caputo en los últimos días lo notaron optimista: cree que LLA podría empardar o superar a Santoro.

En el plano discursivo promocionan que el modelo de Milei puede replicarse en la Capital. Insisten en que Macri podría bajar los impuestos, impulsar una ley bases para la Ciudad, ordenar el espacio público y achicar las estructuras del Estado. Milei habló de los “negocios” de Pro y alteró el ánimo del expresidente.

En los próximos días endurecerán el discurso antikirchnerista. Esta semana, Adorni fue a La Recoleta, conocida como “La Matanza de Pro”, junto a Patricia Bullrich.

Riesgo cero y mensaje a dos bandas

Santoro parte como el gran favorito, pero no quiere hacer olas. En el PJ admiten que la división de Pro y LLA les allana el camino: tiene un piso de 25% y un techo de alrededor del 30%. En 2023, el diputado y aliado de Juan Manuel Olmos sacó el 32% de los sufragios en la elección general y estuvo a punto de forzar el balotaje con Jorge Macri.

Atento a la reconfiguración del tablero político, Santoro no incursiona en la pelea nacional de Cristina Kirchner y Axel Kicillof y juega a dos bandas: quiere visibilizar las deficiencias de la gestión de Pro -lo enmarca en el concepto de “abandono”- y la “crueldad” de la “motosierra” y el ajuste que propone Milei. Durante sus recorridas puso la mira en la higiene del espacio público, la salud pública o la calidad de los servicios de transporte. Con mensajes cuidados, Santoro aspira a lograr una victoria que le permita construir un frente más amplio en 2027 para ir por su gran objetivo: desbancar a Pro de la Ciudad. A diferencia de Adorni o Lospennato, no ostenta ningún padrino nacional.

Leandro Santoro, durante el lanzamiento de “Es Ahora Buenos Aires” en el Club Saber

Larreta busca reposicionarse en un campo de batalla atomizado. Tras la ruptura con los Macri, enfrenta un desafío mayúsculo: demostrar que puede cosechar apoyos sin competir con la escudería de Pro. Larreta asegura que camina entre seis y ocho horas por días para charlar con vecinos. Desde que se puso en modo campaña, apela a la nostalgia de los porteños: quiere apelar al recuerdo de su desempeño como gestor municipal para canalizar el enojo con la administración de Macri. Los principales reclamos que anotó Larreta en sus recorridas son: “la ciudad está sucia, no hay policías en la calle y el gobierno no contesta”.

Quienes rodean a Larreta lo notan confiado respecto de sus posibilidades: cree que podría sacar al menos un 10% de los votos.

Larreta estará escoltado por Tagliaferri, Ferrario y Telerman

Desterrado por Karina Milei, dueña de las llaves de LLA, Marra prioriza su presencia en las redes y apuesta a seducir a los electores más jóvenes. Mientras Adorni reclama recortes en el Estado porteño, Marra evita confrontar. Se muestra como un defensor de la agenda nacional de Milei y no critica a la hermana del Presidente ante los micrófonos.

Se centra en propuestas vinculadas al orden público y la seguridad. Aplica una receta de campaña disruptiva, que incluye un mix de recorridas de “acción” en la calle – graba spots sobre “fisuras” y las villas porteñas-, y apariciones en la televisión. Busca viralizar sus ideas e iniciativas en las redes para acrecentar su influencia en el mundillo libertario.

Entrevista a Ramiro Marra

En una cruzada a todo o nada, el broker se jacta de apostar a un discurso de “mano dura” y promete ubicarse a la derecha de Nayib Bukele a la hora de presentar propuestas legislativas para combatir la inseguridad. Quiere tomar la delantera en esa área. Confía en sus posibilidades y sueña con dar la sorpresa: empatar o superar el caudal de votos de Adorni.

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