A pesar de las obras de reversión del Gasoducto Norte, solo podrían inyectarse 15 millones de m³ diarios hacia las provincias del NOA. En el verano, el pico de demanda fue de 21 millones.
La reciente reversión del Gasoducto Norte ha generado expectativas en el ámbito energético argentino, al prometer la posibilidad de abastecer con gas proveniente de Vaca Muerta a siete provincias del centro y norte del país. Sin embargo, las realidades del sistema energético nacional presentan un panorama más complejo.
Las provincias del norte argentino, a pesar de contar con esta nueva infraestructura, no tienen garantizados los despachos de gas suficientes desde Córdoba para evitar las restricciones que han sido comunes durante los inviernos anteriores.
Esta situación obligó a la empresa Enarsa a recurrir a la importación de gas desde Chile durante los meses de enero y febrero para garantizar el suministro eléctrico de las centrales térmicas ubicadas en Salta y Tucumán.
La suma de los 15 millones de metros cúbicos diarios que podría aportar el Gasoducto Norte y los 3 millones de metros cúbicos que se espera que provengan de los yacimientos del norte salteño, que están en una tendencia de decrecimiento, daría como resultado una disponibilidad diaria máxima de 18 millones de metros cúbicos de gas en las provincias del norte. Este volumen, en el mejor de los casos, seguiría siendo 3 millones de metros cúbicos por debajo del pico de demanda registrado el verano anterior, durante la ola de calor que afectó a gran parte del país.
En conclusión, la reversión del Gasoducto Norte representa un avance significativo en la infraestructura energética argentina, pero las limitaciones actuales y las proyecciones de demanda generan incertidumbres sobre su capacidad real para satisfacer las necesidades energéticas del norte argentino, especialmente durante los meses más críticos del invierno.