Adolfo Cambiaso para siempre: otra vez es el campeón del Abierto de los Estados Unidos

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A los cincuenta años, continúa la leyenda del más grande polista de la era profesional. Sigue compitiendo y levantando copas. Las más importantes del mundo, como esta plateada del Abierto de los Estados Unidos. Corren los años, pasan las generaciones, se renuevan los patrones y las caballadas, y Adolfito Cambiaso sigue ganando, continúa sonriendo desde lo más alto del podio. Lo volvió a hacer el domingo, con la victoria de La Dolfina Tamera sobre La Dolfina Catamount, el equipo de su hijo Poroto, por 12 a 8.

El crack de Cañuelas vence a quien se le ponga por delante: a los ágiles y talentosos chicos, que en muchos casos dobla en edad, como antes derrotaba a sus padres, o a sus tíos; a los de su camada, a aquellos que vinieron luego… Y al tiempo. Fundamentalmente sigue venciendo al tiempo. Ya no explota como décadas atrás, ya no elimina rivales de punta a punta de la cancha; ahora juega distinto. Dirige. A menor respuesta física, mayor aporte del intelecto, de la sabiduría que suma la experiencia.

Entonces, el fenomenal delantero, de incomparable precisión en velocidad y admirable potencia en los tiros a pelota quieta o en movimiento, de los noventa, por ejemplo, se convirtió, hace rato, en un polista integral, que sabe todo, que controla todo, que maneja los tiempos, el ritmo. Un director que organiza cuando el equipo se desordena; que acelera en los momentos justos, que mete la pausa adecuadamente para aplacar el ímpetu, la vorágine… Y sale jugando, y arma los ataques, releva a sus compañeros, habla, aconseja, contagia, empuja… Sigue andando por toda la cancha, como a los veinte, a los treinta, a los cuarenta.

Ahora monta otro tipo de caballos, no tanto de explosión y vértigo (esos ya quedan para su hijo Poroto), prefiere, y opta, por aquellos que le quedan más cómodos y que igualmente son una garantía para potenciar su juego y exaltar su clase imperecedera. Caballos como Dolfina Jet Set (distinguida como el mejor ejemplar Cría Polo Argentino de la final de ayer) o Dolfina Binter (galardonada con el premio Best Polo Pony en el mismo partido).

La alegría de Cambiaso por otra conquista en Estados Unidos

Se acabaron las palabras para narrar sus hazañas. No quedan calificativos. Sólo cabe la admiración por semejante carrera, por una trayectoria impactante, a la cual, su gen ganador y su inquebrantable espíritu competitivo, han vuelto natural. Se cuentan sus victorias y su récord, repleto de exorbitantes números, sin sorpresa, casi; sin gestos de asombro, porque él los hizo comunes, cotidianos. Desde 1991, han pasado 35 temporadas de polo de alto hándicap en Palm Beach, y Adolfo Cambiaso VI logró 10 veces la copa C.V. Whitney, torneo que abre la triple corona norteamericana, llamada desde hace un par de temporadas, Gauntlet of Polo; en 15 ocasiones alzó la Copa de Oro, y con la victoria de ayer, en el National Polo Center de Wellington, anotó por décima vez su nombre y apellido al pie del trofeo del Abierto.

“Haber llegado a la final con las dos Dolfinas es un logro histórico”, aseguró Adolfito hace unos días. Y como hace doce meses, el duelo final fue nuevamente entre el padre y el hijo: “Es muy lindo jugar contra Poroto. Obviamente que uno de los dos va a estar más feliz, si le toca ganar”, completó el hombre que polísticamente estuvo influenciado por Ernesto Trotz, Gonzalo Pieres y Carlitos Gracida. En 2024, Poroto estuvo más feliz, y en esta ocasión, le tocó a Adolfito sonreír fuerte.

La Dolfina Tamera celebra su consagración en Wellington

La Dolfina Tamera fue más equipo

EL campeón realizó un partido más completo que La Dolfina Catamount. Estuvo más equilibrado, con la dupla Cambiaso-Cavanagh, dominando el medio e imprimiéndole su ritmo al partido. Además, se desenvolvió como un cuarteto más compacto y completo. Matt Coppola se destacó en el contacto, en la misión de abrir caminos, y el patrón salvadoreño, Alejandro Poma, vivió una tarde de ensueño: apuntó cuatro veces al arco y metió los cuatro tiros: el tercero, en el cuarto chukker, fue el gol más lindo del match. Diego Cavanagh lo habilitó desde lejos y el número 1 del equipo de camiseta rosa, al pasarse un poco de la pelota, debió arreglárselas para buscar el arco desde una posición incómoda. No tenía otra alternativa que pegar un backhander y darle a la bocha el efecto necesario para que se metiera junto al mimbre izquierdo. Poma le dio de esa manera a la bocha y esta se metió lentamente.

Catamount cerraba el capítulo dos goles arriba y Poma se hinchaba de confianza. El equipo empezaba a despegarse en el marcador y a consolidar el triunfo, concretado al cierre del quinto y penúltimo chukker, cuando el resultado mostraba un 10-7 casi definitorio. Apenas concluyó el partido, el patrón centroamericano le dijo a la televisión de Estados Unidos: “Esto es un sueño hecho realidad. Estuve un poco nervoso, así me levanté, pero tengo unos compañeros que me respaldan siempre y en la cancha me fui soltando… Ayudaron los goles. La historia de Tamera es muy linda, comenzamos jugando en la Argentina y hoy estamos en Palm Beach, ganando el Abierto. Es un día muy especial para mí”.

Pegado al último campanazo, Adolfito buscó a cada adversario para saludarlo. Se abrazó fuerte con su hijo Poroto y recién después se largó a festejar. Sin estridencias. Y eso que no se acostumbra a ganar. El crack siempre va por nuevos desafíos… A los 50 años, la leyenda continúa.

Cambiaso junto a su mujer, María Vázquez

La síntesis

La Dolfina Tamera 12 – La Dolfina Catamount 8

  • La Dolfina Tamera: Alejandro Poma, 1; Matt Coppola, 4; Diego Cavanagh, 7, y Adolfo Cambiaso (h.), 10. Total: 22.
  • La Dolfina Catamount: Scott Devon 0; Rufino Merlos, 5; Adolfo Cambiaso (n.), 10, y Jesse Bray, 7. Total: 22.
  • Progresión: La Dolfina Tamera: 3-2, 5-4, 6-6, 8-6, 10-7 y 12-8.
  • Goleadores de La Dolfina Tamera: Poma, 4; Cavanagh, 5 (2 de penal), y A. Cambiaso (h.), 3 (1 de penal). De La Dolfina Catamount: Merlos, 2; A. Cambiaso (n.), 5 (2 de penal), y Bray, 1.  Incidencias: Amonestado: Adolfo Cambiaso (n.), en el quinto chukker.
  • Jueces: Karina DeCoite y Martín Pascual.
  • Arbitro: Kimo Huddleston.
  • Cancha: N°1 del National Polo Center (Wellington, Florida)
  • MVP: Alejandro Poma
  • Best Polo Pony: Dolfina Binter, jugada por Adolfo Cambiaso (h.)
  • Premio ACCP: Dolfina Jet Set, jugada por Adolfo Cambiaso (h.)

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