Las últimas palabras del hombre ejecutado en Alabama que exigía su muerte tras la filosofía de “ojo por ojo”

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Osgood pidió que su ejecución mediante inyección letal sea realizada lo más pronto posible, ya que es fiel creyente del

James Osgood, un hombre de 55 años condenado por la brutal violación y asesinato de Tracy Lynn Wilemon, fue ejecutado el jueves en el estado de Alabama mediante inyección letal.

Antes de perder el conocimiento, Osgood lloraba, según testimonios recopilados por diversos medios, incluyendo a The Associated Press. En sus últimas palabras, dirigió un mensaje a Tracy, diciendo: “Te pido disculpas”.

Estas palabras, marcaron el momento final de su ejecución, observada por testigos presentes en el lugar. Fue declarado muerto a las 18:35 horas (hora local) convirtiéndose en la segunda realizada en el estado este año y la decimocuarta en todo el país. El caso, que involucró una “fantasía retorcida” según los fiscales.

De acuerdo con el medio, Osgood había confesado el crimen ocurrido en octubre de 2010, en el que, junto con su entonces pareja Tonya Vandyke, atacó a Wilemon, prima de Vandyke. Durante los años previos a su ejecución, Osgood renunció a todas sus apelaciones, despidió a su abogado y expresó su disposición a enfrentar la pena de muerte, según informó USA Today.

En una audiencia de resentencia en 2018, declaró: “Siempre he creído firmemente en el principio de ojo por ojo, diente por diente, vida por vida. Yo la cagué. Merezco lo que me dieron”.

Detalles del crimen y confesión de Osgood

Osgood le cortó la garganta a Wilemon varias veces antes de apuñalarla por la espalda. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El asesinato de Tracy Lynn Wilemon, una madre de 44 años que estaba reconstruyendo su vida tras un divorcio, ocurrió el 13 de octubre de 2010 en Clanton, Alabama. Según la confesión de Osgood, él y Vandyke atacaron a Wilemon en su habitación.

Ambos la violaron y la obligaron a mantener relaciones sexuales con ellos. Posteriormente, Osgood le cortó la garganta varias veces antes de apuñalarla por la espalda.

En su declaración a los investigadores del Departamento del Sheriff del Condado de Chilton, Osgood describió los momentos finales de la víctima: “Recuerdo ver el miedo en sus ojos y verla temblar. Sé que hubo muchos cortes, pero no fue un delito violento. No hubo ira. Tenía miedo. No se estaba muriendo, así que seguí cortándole la garganta y el cuello”, señaló.

Según su relato, incluso se disculpó con Wilemon mientras la atacaba, diciéndole que “no era nada contra ella”.

El fiscal de distrito adjunto principal, CJ Robinson, calificó el crimen como una “fantasía retorcida” y afirmó que Osgood disfrutó del acto. Durante el juicio, Robinson señaló que los detalles del caso eran tan perturbadores que “lo que te revolvió el estómago, lo excitaba”.

El perfil de Tracy Lynn Wilemon y el impacto en su familia

Detalles de la vida de Tracy Wilemon, interrumpida mientras reconstruía su futuro. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tracy Lynn Wilemon fue descrita por sus familiares como una mujer valiente y trabajadora que estaba en un momento de transformación personal.

Según declaraciones de su hermanastra, Trish Jackson, Wilemon trabajaba en una residencia de ancianos y ahorraba dinero para visitar a su hija en Lake Havasu, Arizona. “Se estaba recuperando… Reestructuró su vida por completo, empezó desde cero”, comentó Jackson a USA Today.

La relación entre Wilemon y su prima, Tonya Vandyke, quien participó en el crimen, había sido cercana durante su infancia. Ambas crecieron juntas en el sur de California, compartiendo actividades como montar a caballo y organizar reuniones familiares. Sin embargo, el asesinato de Wilemon no solo acabó con su vida, sino que también fracturó los lazos familiares.

Jackson lamentó que su hermanastra no pudiera disfrutar de momentos importantes, como el nacimiento de sus nietos. “Le quedaba mucha vida por vivir. Era muy querida y habría sido una abuela increíble”, expresó.

El pasado de James Osgood: una infancia marcada por el abuso

El historial de James Osgood estuvo plagado de traumas desde su infancia. Según los registros judiciales citados por USA Today, nunca conoció a su madre biológica, quien era trabajadora sexual y fue asesinada cuando él era un bebé.

Durante su niñez, sufrió desnutrición, abuso sexual y múltiples episodios de negligencia mientras pasaba de una familia de acogida a otra.

A los 14 años, Osgood ya era padre de un hijo con una mujer de 24 años. Además, fue ingresado en un hospital psiquiátrico durante su adolescencia y se le diagnosticó un trastorno de personalidad antisocial.

En el juicio, su hermana testificó sobre el abuso que ambos sufrieron, y Osgood mostró lágrimas, la única emoción visible durante todo el proceso judicial.

La ejecución y el perdón de la familia de Wilemon

Osgood recibió la inyección letal, tal y como lo pidió. (AP Foto/Dave Martin, Archivo)

La ejecución de Osgood fue presenciada por Trish Jackson y la madrastra de Wilemon, quienes viajaron desde el sur de California para estar presentes.

Ambas mujeres afirmaron haber perdonado a Osgood y esperaban que hubiera encontrado a Dios antes de su muerte. Sin embargo, también consideraron que la sentencia era justa.

“Se merece esto”, declaró Jackson, quien reconoció haber dudado sobre la pena de muerte, pero finalmente concluyó que era “la voluntad de Dios”.

Según USA Today, Jackson expresó que el debido proceso se había llevado a cabo y que la ejecución era el resultado de un sistema judicial que había cumplido con su labor.

Mientras Osgood fue condenado a la pena de muerte, Tonya Vandyke, su cómplice en el crimen, cumple una sentencia de cadena perpetua en una prisión federal. Aunque su participación fue clave en el ataque a Wilemon, el sistema judicial determinó que su castigo sería diferente al de Osgood.

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