En los últimos años, en Colombia se han consolidado múltiples estrategias para evitar que el país siga siendo referenciado por Pablo Escobar, llegando al punto de que un congresista está impulsando un proyecto de ley que busca prohibir la venta de productos alusivos al capo que fue dado de baja en 1993.
La recordación del criminal que encabezó una guerra contra el Estado y otras estructuras criminales del país, se registra debido a que en el siglo 21 se han presentado múltiples series y películas sobre su historia.
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A pesar de que el capo ha sido interpretado por figuras de Hollywood como Benicio del Toro o Wagner Moura, a nivel mundial el actor que sigue siendo referenciado por su forma de actuar como Pablo Escobar es Andrés Parra, vallecaucano que protagonizó la serie Escobar, el patrón del mal, en 2012.
Esta producción, que se basó en el libro La parábola de Pablo, libro de Alonso Salazar, que es considerada la investigación más completa del líder del cartel de Medellín, fue nominada a 30 premios nacionales e internacionales, de los cuales ganó 15; además, algunas escenas aún siguen siendo recordadas en redes sociales.
Medio internacional analizó el éxito de la producción colombiana
Debido a que la producción sigue siendo una de las más vistas en Netflix, la revista argentina Caras realizó un informe en el que buscaron explicar los motivos que han consolidado a la serie colombiana en el mundo.
En primer lugar, resaltan que a pesar de ser una ficción de un hecho de la vida real, la historia de lo registrado en Colombia durante los 70 y 80 sigue llamando la atención de los televidentes que desconocen la guerra que protagonizó el capo.
Otro aspecto mencionado es la duración de la serie, puesto que otros productos similares, como las dos temporadas de Narcos sobre la vida de Escobar, fue resumida en menos de 20 capítulos, mientras que la serie colombiana tiene 113 episodios, cada uno de poco menos de una hora de duración.
La forma con la que se extendieron los productores colombianos ha sido calificado como algo positivo, principalmente porque ofrece un contexto más amplio de la Colombia de los 80 que sufrió al capo.
Al hablar de la recepción de la serie en Argentina, indican que el trabajo investigativo y la interpretación de los actores provocó que palabras colombianas fueran replicadas en el contexto local de varias de sus calles.
“La serie mezcla material de archivo de noticieros con el trabajo dramatizado de personajes, algunos con nombres reales y otros con identidades cambiadas. La actuación de los artistas se instaló tanto entre las personas que, en las calles de la Argentina, se comenzaron a escuchar modismos típicos de Escobar“, es parte del informe.
Sobre Andrés Parra, protagonista de la serie, recordaron que el actor ha revelado que sufrió para encontrar el tono exacto con el que quería mostrar al capo, lo que logró al tener conocimiento del criminal como hombre de familia y no solo como la persona más buscada de la historia de Colombia.
“La fascinación de la gente por Escobar tiene que ver con que esperaba ver a un monstruo agresivo y se encuentra con un hombre tranquilo y respetuoso con sus empleados”, es el fragmento de una declaración de Andrés Parra que resaltó Caras.
Por último, como algo negativo para la industria del entretenimiento colombiano, el medio especializado mencionó que entre 2003 y 2013 en el país se produjeron 17 ficciones sobre narcotráfico, lo que hizo que el público internacional se interesara por el tema.
“Esto generó que la fascinación por la historia real creciera, pero sobre todo alrededor de Pablo Escobar. La ficción, que hoy en día sigue siendo de las más elegidas, logró poner al espectador en una situación compleja, que lo obligó a replantearse desde qué posición estaba viendo a un reconocido criminal”.
