El hombre intentó fingir que su mujer se había ahorcado de la reja de una escuela.
Los vecinos escucharon unos gritos y una moto partir a toda velocidad. Minutos después encontraron el cuerpo de una mujer colgado de la verja de una escuela de Los Nogales. Esa fue la escena de un crimen que, con el correr de las horas se terminó de comprobar que se trataba del tercer femicidio registrado en lo que va del año, el segundo en menos de una semana.
El domingo por la noche, Julia Elena Espinoza (42 años) se encontró con un amigo en las inmediaciones de la escuela Miguel de Azcuénaga. Estuvieron un tiempo charlando hasta que se presentó Pablo Guillermo Mamaní (42), la pareja de la mujer. Después de una fuerte discusión, de pronto hubo un desgarrador silencio.
“Estamos sorprendidos por todo lo que pasó. Este lugar es bastante tranquilo, sólo hay robos y nada más. Nunca un crimen”, sostuvo Sofía Herrera, vecina de la zona que tuvo un importante crecimiento por los barrios privados y countries que se construyeron en los últimos tiempos. “Cuando llegaron los familiares dijeron que ella estaba saliendo con otro hombre y que los había sorprendido. Es increíble que haya pasado algo así. Nada, pero absolutamente nada justifica ese femicidio”, añadió la mujer que quedó espantada por el caso.
Una llamada anónima avisó a la Policía que una mujer se habría colgado de una estructura que estaba en la entrada del establecimiento educativo. Después de analizar la escena, los investigadores descartaron que se haya tratado de un suicidio, ya que no había la altura suficiente para que se ahorcara y el elástico que tenía colocado alrededor del cuello no habría resistido el peso del cuerpo de la víctima.
“Ella después de mucho tiempo estaba bien. Su vida estaba cargada de sufrimientos por culpa del hombre que la terminó matando. En los últimos tiempos se la veía mucho mejor”, aseguró Joana Décima, conocida de la víctima. “Los tipos están realmente locos, no les interesa absolutamente nada, ni siquiera que con su accionar dejó a tres chicos solos. Hasta el momento no trascendió si Espinoza lo denunció por violencia de género.
Siguiendo las instrucciones del fiscal Carlos Sale, personal de Homicidios y de la comisaría de esa jurisdicción, al mando de los comisarios Juana Estequiño, Susana Monteros, Diego Bernachi y Manuel Pastrana se presentaron en el domicilio de la víctima para avanzar en la investigación.
Contradicciones
Al llegar al lugar, descubrieron que Mamaní estaba saliendo con su moto y un bolso con ropas, dejando a sus hijos solos en la casa. Como cayó en varias contradicciones, con el apoyo del fiscal Sale, decidieron trasladarlo hasta la comisaría de Los Nogales.
“En el barrio dicen que no era un hombre conflictivo, pero sí que se ponía denso cuando tomaba. En los últimos días andaba tomando mucho, por lo que esa pobre mujer y los chicos deben haber vivido un verdadero infierno”, relató Brenda Gutiérrez.
En la dependencia policial, Mamaní no aguantó más y realizó una especie de confesión espontánea. Entre llantos, habría dicho que, después de haber confirmado la infidelidad de su pareja, la tomó del cuello y la asfixió. Luego, según su relato, sacó el elástico del pantalón que tenía puesto y con eso intentó hacer pensar que se habría quitado la vida.
El acusado escuchará hoy la acusación en su contra y se definirá su situación procesal.
