¿Vuelve el correísmo a Ecuador? La duda que marca la campaña de Luisa González y una fuerte denuncia a horas del balotaje

0
7

QUITO.- Los ecuatorianos terminaron la semana de alguna manera felices. Los medios no dejaron de hablar del sensacional desempeño de los clubes en las copas Libertadores y Sudamericana. Solo triunfos y empates, ninguna derrota. Aunque con menos euforia, la recta final al balotaje del domingo se vivió sin sobresaltos.

Pero nadie deja de pensar en estas elecciones, y a nadie en las calles de la capital le cuesta detenerse a conversar, cuando no a polemizar, sobre lo que puede suceder el domingo, con el balotaje entre el presidente Daniel Noboa y la opositora Luisa González. Es mucho lo que está en juego. A diferencia del deporte, no hay empate posible.

La que movió el avispero en este viernes de veda electoral, con el cielo plomizo en Quito y cuando empezaba el espacio de reflexión (y sin alcohol), fue Luisa González, que arrancó la jornada con los tapones de punta, quizás por el envión que dejaron las noticias deportivas.

La candidata de la oposición denunció al gobierno del candidato-presidente Noboa, su rival del domingo, de haber ordenado el cambio de los efectivos de seguridad que se ocupan de su custodia, poniendo en riesgo su vida.

La denuncia no es menor, porque hablar de inseguridad en Ecuador enciende las alarmas en una sociedad sensibilizada por la violencia rampante, una violencia que en algunos sectores del país escaló a nuevos récords. Más todavía cuando, en las elecciones de 2023, el crimen organizado mató a balazos al principal candidato en campaña.

“Alerto al país sobre el irresponsable acto del gobierno al relevar a mi equipo de seguridad de las Fuerzas Armadas, poniendo en riesgo mi vida y la de mi familia», dijo González en su cuenta de X.

El Ministerio de Defensa respondió que todos los agentes de inteligencia y fuerzas especiales asignados a su seguridad “están calificados para cumplir con el compromiso adquirido desde un principio de velar por su protección”, sin precisar si hubo reemplazos o sus razones.

Cualquier movimiento puede sumar o restar votos claves tan cerca de la elección. Bien lo sabe González, al borde de cumplir el sueño de su vida o de sufrir la mayor decepción, y que llega a esta elección como abanderada de Revolución Ciudadana, la franquicia del expresidente Rafael Correa. Si de sumar o restar votos se trata, el triunfo o la derrota dependerá en parte de lo que la gente sigue pensando de él y recuerda de su década de gobierno.

Algunos recuerdan los años de bonanza petrolera y quieren resucitarlos con González. Otros recuerdan la deuda posterior y el personalismo autoritario del exmandatario, y no quieren revivirlos como en Jurassic Park. Nadie sabe tampoco cuál será el rol exacto de Correa, por ahora exiliado en Bélgica y prófugo de los tribunales.

Un cartel de propaganda de Luisa González en Guayaquil. (Photo by Raul ARBOLEDA / AFP)

González dijo en las elecciones de 2023, en las que también compitió, que en caso de triunfo Correa sería su principal asesor. A fines de enero pasado, la candidata aclaró que “quien gobernará será Luisa González”, una frase que puede ser o no ser, con aire a déjà vu siempre que un líder partidario es más fuerte que el candidato.

“¿Luisa González está atada a Correa? Hasta el momento todo indica que es así. No ha habido un solo indicio de autonomía. Yo veo pocas probabilidades de que pueda seguir el camino de Lenín Moreno”, dijo a LA NACION el analista político Simón Pachano. Moreno fue el presidente que sucedió a Correa en 2017, y que se ganó la enemistad eterna del fundador del movimiento por haberse desmarcado y pretender seguir una agenda de gobierno autónoma.

El también politólogo Mauricio Alarcón, dijo por su parte que González ha demostrado ser lo suficientemente flexible para probar otro curso. Con sus límites. “Luisa es bastante maleable en definitiva, y está bien, es buena política en eso. Lenín Moreno quiso desmarcarse del correísmo, la famosa traición. Yo no sé si una traición a ese nivel, pero creo que podría buscar la forma de desmarcarse en ciertos asuntos y tratar de imponer su propio estilo”, señaló.

Los votantes tampoco pueden asegurar cómo será esa relación, si será distante o será cercana, abierta o cerrada, frecuente o esporádica. Para empezar, debería sortear el escollo de que Correa está condenado en ausencia en Ecuador, por lo cual sus críticos temen un indulto u otra maniobra que lo devuelva al pago.

“A mí durante el gobierno de Correa me fue muy bien, pude sacar un crédito para un departamento a buen plazo, buen interés. En general mis amigos estaban mejor y lo peor que podía pasar es que no hubiera Nutella, había gente que se quejaba de eso. Eran problemas de esos, no como ahora que nos quedamos sin electricidad durante meses por falta de mantenimiento. Noboa nos dejó sin electricidad, destruyó negocios, está metido en casos de corrupción”, dijo Leonardo Bravo, un hombre que trabaja en marketing y que conversaba en un local de comida con su dueño en el casco comercial de Quito.

Soldados y miembros del Consejo Nacional electoral trasladan el material para la votación en Puerto Ayora, isla de Santa Cruz Island, en el archipiélago de Galápagos. (Photo by Carlos ESPINOSA / AFP)

No cualquier local de comida, sino un local argentino, un carrito bien puesto de choripanes, sándwiches de bondiola y otras carnes al paso, con fotos de Maradona y Messi cubriendo las paredes con otros cracks.

“No te diría que Luisa sea la mejor opción, porque yo creo que hay otros candidatos que no necesariamente son de izquierda, pero no están ahorita, pero para seguir viviendo lo que vivo ahorita con Noboa, que está mal, entonces voto por Luisa. Ya vendrán otros mejores”, añadió.

Robert Trejo, un odontólogo que caminaba por la Avenida República, a solo unas cuadras del local argentino, tenía una visión algo distinta. “Los que votan recordando a Correa añoran esa bonanza petrolera, pero no se dan cuenta que González no va a tener esos recursos. Y se olvidan que cuando el precio del petróleo empezó a bajar, Correa nos endeudó. Todavía estamos pagando esa deuda”, señaló.

Esos dos pareceres se repiten, de alguna manera, en los votantes de los dos bandos. También es cierto que a González la votan por otras cosas. Los argumentos se mezclan y se recombinan. Incluso hay quienes la votan por ser mujer, como otros quizás la rechacen por lo mismo.

“Se daña la cámara si tomas eso”, le dijo a este cronista Edith Tipania, una simpática y entusiasta partidaria de González, a propósito de foto a una silueta de cartón de Noboa, en la Plaza Independencia del centro histórico de Quito. “Toma una foto de Luisa, esa es la que tienes que tomar”, añadió.

“Quiero que una mujer gobierne el país, siempre lo han gobernado hombres, y ya ves lo que pasó. Ahí lo tienes a Noboa, mal gobierno, mala gente. Tanta violencia, crímenes, antes no se sentía tanto”, concluyó.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí