Anzarda, primer jugador de River en ir directo al Real Madrid: por qué pensó que era un broma su venta y el consejo para Mastantuono

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Eduardo Anzarda fue el primer jugador de River Plate en pasar directamente al Real Madrid

Franco Mastantuono se convirtió en el cuarto futbolista surgido de las inferiores de River Plate en ser transferido directamente al Real Madrid. Su pase, que rompió todos los récords, reavivó la historia significativa entre los dos clubes. Antes que él, sólo tres jugadores realizaron ese trayecto: Gonzalo Higuaín en 2006, Oscar Pinino Más en 1973 y Eduardo Aníbal Chavo Anzarda en 1971, quien fue el primero en cruzar sin escalas desde el Monumental hacia la Casa Blanca.

El caso de Anzarda suele quedar en el olvido incluso para los seguidores más atentos. En su momento, la llegada de Anzarda marcó un hito y generó asombro, ya que apenas había disputado un puñado de partidos en la primera de River cuando recibió la oferta del Madrid, “Pensé que era una broma de mis compañeros”, confesó en diálogo con Infobae, explicando que ni siquiera se presentó a la primera cita con los dirigentes españoles.

En aquel entonces, la escasa cantidad de información y las restricciones para fichar extranjeros hacían que ese tipo de transferencias resultaran excepcionales. Sin embargo, gracias a su doble nacionalidad, Anzarda pudo concretar un pase que marcaría un antecedente. Su adaptación al fútbol europeo lo llevó a compartir plantel con figuras históricas y atravesar una experiencia que lo formó tanto como futbolista como en valores personales.

Durante la entrevista, Anzarda repasó sus inicios, develó cómo fue su desembarco en la Casa Blanca, recordó a Santiago Bernabéu y le brindó algunos consejos a Franco Mastantuono.

Eduardo Anzarda nació en 1950 e hizo toda su formación en River Plate, desde las divisiones inferiores hasta la Primera, compartiendo categorías con nombres como Mostaza Merlo, Jota Jota López y el Polaco Daulte. “A los diez años ingresé en las divisiones inferiores de River. Fui pasando por todas las categorías. A los 16 años jugué en Tercera, ya que antes había Tercera, Reserva y Primera. A los 19 años ya estaba trabajando también con el plantel profesional”, relató.

En busca de experiencia, fue cedido a préstamo a Unión de Santa Fe en 1969, donde jugó siete partidos y marcó dos goles. Tras su regreso a River en 1970, debutó en la Primera frente a Racing en Avellaneda (el 22 de noviembre de ese año) en un encuentro en el que, guiado por el brasileño Didí como técnico, marcó los dos goles del triunfo y cumplió su sueño como hincha del club. “Ganamos 2 a 0 en cancha de Racing y metí los dos goles. Estaba muy ilusionado y muy feliz de haber podido jugar en la Primera de River, que era mi sueño”, confesó. Durante su paso por Núñez disputó 10 partidos y aportó tres goles.

Eduardo Anzarda, cuando sólo tenía un puñado de partidos en la Primera de River Plate, recibió una oferta del Real Madrid. Al principio, pensó que era una broma de un compañero

– ¿Por qué pensó que era una broma el interés del Real Madrid?

-En esa época no existía tanto contacto con Europa como ahora. Yo, como soñaba con jugar en River, estaba contento con que había podido llegar a la Primera. Pensé que era una broma, porque un compañero, Carlitos Della Savia, me llama un día y me dice “Escuchame, te vinieron a buscar del Real Madrid. Un representante del Madrid quiere hablar con vos. Tenés que ir al hotel a las 3 de la tarde”. Yo creí que era una broma de ellos. Porque como era el más chico del grupo, pensé que me estaban haciendo una broma. No fui nada, y al otro día me iba a reír de ellos. Cuando voy a entrenar viene corriendo Della Savia y me dice “¿Cómo no fuiste? Me hiciste quedar muy mal. Te vinieron a buscar”. Ahí me di cuenta que era de verdad. Voy a reunirme con la gente del Real Madrid. Querían saber también si yo estaba dispuesto a ir. Les dije que sí, pero que tenía que hablar con mis padres. Ellos ya tenían apalabrado todo con River.

Hice un contrato de dos o tres años y ya estaba volando para Madrid. Me hicieron un recibimiento ahí, había como 20 periodistas. Fue un recibimiento muy grande, muy bonito. Yo temblaba porque era jovencito y no sabía bien lo que iba a hacer ahí. El mundo del Madrid siempre fue grande.

En la Casa Blanca buscaban a un sucesor para Paco Gento, leyenda del club que levantó la Champions League en seis ocasiones y, entre las opciones, sobresalió el nombre de este joven argentino con pasaporte español. “Yo voy como sustituto de Paco Gento, que fue una leyenda en el Real Madrid. Se retiraba ese año. Por eso, viendo qué jugadores podrían ser, que estaban dentro de la carpeta del Real Madrid, me vieron joven, creían que tenía futuro. Pasaron los informes y decidieron que yo era potable, que venía de River, jugando bien, que tenía un futuro importante; y apostaron por mí”, develó.

– Durante su paso por el club tuvo como presidente a Santiago Bernabéu. ¿Cómo era como persona?

Santiago Bernabéu era una gran persona. Sinceramente, era una persona con mucha disciplina, muy estricta. Por ejemplo, yo quería vivir en un departamento en Madrid, pero él no quería que los solteros del plantel viviéramos solos, entonces nos metieron en un hostal, un tipo de pensión, y estábamos ahí, encerrados. Nos controlaba a muerte. A las 11 de la noche ya teníamos que estar en el hostal. Éramos cuatro: Santillana, Verdugo, Corral y yo. Cada uno en su habitación. Ahí nos cuidaba una familia que nos daba de comer. Era una persona estricta con la conducta del Real Madrid, pero muy buena persona. Yo aprendí mucho del Real Madrid. Realmente crecí. Me adapté muy rápido a la disciplina del club. Teníamos multas si llegabas un minuto tarde. Teníamos un reglamento.

En la temporada 1971/72, Anzarda logró consagrarse campeón de la liga española con el Real Madrid. Cuando atravesaba un buen momento, una hepatitis lo obligó a dejar de participar en los últimos partidos de ese certamen. Más tarde, disputó una segunda temporada en el equipo madrileño, aunque tuvo menos continuidad en el campo de juego.

Una de las enseñanzas que le dejó su paso por la capital española es que no existe margen para relajarse. “Salimos campeones y me fui de vacaciones. No hice nada. No entrené, pero me cuidé. Cuando volvimos, los entrenamientos eran exigentes. Corríamos casi diez kilómetros. Se acostumbraba mucho a correr. Muchos kilómetros. Ahí entendí que no se puede dar ventaja. Un compañero me preguntó que había hecho durante las vacaciones. Les dije que nada, que estuve tirado en la playa, descansando, esperando la pretemporada y ponerme bien. Y me contestó que ahí trabajan todos los días, porque esto es el Madrid, no te da oportunidades. Hay que estar a la altura, porque la exigencia es máxima. Tenemos que ser los mejores y no podemos dar ventajas, porque sino juega otro. Ahí comprendí que por más que tenga nombre, si otro está mejor… Real Madrid obliga a la excelencia las 24 horas. Estaban en todos los detalles, muy adelantados. En el Día de la Madre en Argentina, en octubre, llamé a mi mamá y me dijo ‘gracias por las flores, hijo’. Yo no le había mandado nada: había sido el Madrid. Están en todos los detalles. Como hace poco, para los 100 años. Me invitaron a los 100 años del Madrid. Me llamaron y me dijeron que es un honor que venga. Y yo había jugado muy poco. Me mandaron una carta a casa, me pagaron todos los pasajes. Detalles simples que son muy importantes.

El Chavo Anzarda, durante un homenaje que le hicieron en la previa a un partido entre Real Madrid y Betis, sus dos equipos en España

– ¿Qué recuerda de ese equipo?

Que eran todos buenos. La verdad, un equipazo. Yo siempre protesto, porque dicen que siempre tiene ayuda. Algún día te puede favorecer una dividida, pero normalmente el Real Madrid siempre está compuesto por buenos jugadores. Teníamos un buen arquero, una defensa muy dura. Un mediocampo con velocidad y una técnica impresionante. Goleadores… Siempre Madrid intentó fichar a los mejores jugadores en sus puestos, por eso se mantiene en la élite.

– ¿Por qué cree que se dio su salida del club?

-Bueno, la hepatitis me perjudicó mucho, por un lado. Incluso jugué un partido con hepatitis. Fuimos a concentrar y me agarró como fiebre. Pensábamos que era una gripe. Tenía fiebre y me dieron algo para bajarla. Muñoz, que era el entrenador, me preguntó si estaba para jugar, y le dije que sí. Veía que pasaban los minutos mientras jugaba y me agarraba como un temblor. En el vestuario, cuando fui a orinar ahí el médico se percató y me mandó directamente al sanatorio. Al otro día estaba amarillo. Estuve un mes y medio internado. Después, yo fui con pasaporte español. En esa época iban en contra del Real Madrid y decían que Anzarda no tenía los papeles en regla, y eso me perjudicó. Me llamó un día Bernabéu y me dijo que estaban muy contentos, pero que no podíamos salir todos los días en el periódico. Eso creo que también influyó en mi ida del Madrid. Creo que fue más eso que el rendimiento, porque tuve un buen rendimiento. De ahí me fui al Betis, y nunca más tuve problemas.

Me fue muy bien. Estaba en Segunda División. Ese año salimos campeones y después salimos campeones de la Copa del Rey. Estuve siete años y nunca más tuve problemas con el tema de los papeles. No pude jugar la final de la Copa del Rey por una lesión en la rodilla, pero fui el máximo goleador. Me quieren mucho. Siempre me invitan al palco. Cuando vengo me hacen algún homenaje.

Eduardo Anzarda, tras su travesía por España, volvió al país para jugar en Platense y All Boys.

Con la camiseta verde y blanca jugaría 101 partidos y marcaría 30 goles. Recién en 1980 regresó a Argentina para jugar en Platense y All Boys, donde una dolencia en la rodilla precipitó su retiro de los campos de juego para cambiar los botines por el buzo de entrenador, profesión a la que aún no le cierra las puertas.

“Después de la pandemia medio que quedé sin estar ligado al fútbol profesional, ya sea como entrenador, como ayudante o en algún tipo de rol dentro de un grupo de trabajo. Ahora trato de manejar el tiempo, disfrutarlo un poco. Disfruto cuando vengo a Madrid o Sevilla, a visitar amigos. Vivo también en Tres Arroyos. Está mi familia, están mis hijos y mi nieto. De vez en cuando vengo acá a España a pasar un tiempo. Pero profesionalmente no estoy haciendo nada porque no me salió ninguna oportunidad. Estoy abierto a seguir trabajando. Creo que puedo aportar muchas cosas positivas, pero también hay que reconocer que vienen generaciones jóvenes, muy bien preparadas”, manifestó.

– ¿Qué consejo le daría a Mastantuono?

-En River estamos bien preparados en el tema deportivo. El jugador está acostumbrado a la exigencia, porque River tiene una exigencia también muy grande, de ganar todos los domingos, jugar bien. Creo que cuando llegás al Real Madrid tenés que jugar simple. Porque ahí son todas figuras también. Le diría que juegue simple, que no se complique, que se entrene bien, que tenga una buena dedicación, como normalmente tiene. Tiene un físico muy privilegiado. Tiene muy buenas condiciones para ser un chico de 17 años. Que mantenga su humildad.

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