Huevazos, botellazos, sillazos y golpes de puño: los videos de la escandalosa Asamblea en Gimnasia y Esgrima La Plata

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El Polideportivo Víctor Nethol de La Plata fue escenario de una de las jornadas más convulsas en la historia reciente de Gimnasia y Esgrima La Plata, marcada por episodios de violencia, abucheos y una profunda crisis institucional. La Asamblea General Ordinaria 2025, presidida por Mariano Cowen, debió ser suspendida de manera momentánea tras graves incidentes protagonizados por los socios, quienes manifestaron su descontento con la actual conducción en un contexto de crisis deportiva y financiera.

La tensión se hizo palpable desde el inicio de la jornada, cuando cerca de 1.100 socios ingresaron al recinto y comenzaron a entonar cánticos de repudio contra la Comisión Directiva. El grito de “Que se vayan todos” resonó con fuerza, reflejando el hartazgo de la masa societaria ante la gestión encabezada por Cowen, quien ya había anunciado que no buscaría la reelección. El clima se tornó aún más hostil cuando, durante la exposición de la dirigencia, los asistentes arrojaron huevos, botellas y sillas hacia el escenario, obligando a evacuar a los directivos por motivos de seguridad.

La violencia escaló rápidamente: el presidente Cowen recibió un golpe con un cable de micrófono y el secretario general, Oscar González Arzac, fue impactado por una silla, mientras que otros miembros de la comisión sufrieron agresiones con vasos y botellas. La situación se volvió insostenible y la asamblea fue suspendida de manera temporal, aunque minutos después, tras llamados a la calma por parte de los referentes dirigenciales, la sesión se reanudó.

En el plano institucional, la asamblea tenía como puntos centrales el tratamiento de la Memoria, el Balance y el Presupuesto para el período 2025-2026. La votación arrojó resultados contundentes: el balance fue aprobado por unanimidad, mientras que tanto la memoria como el presupuesto fueron desaprobados también de forma unánime por los socios. Esta decisión responde a la intención de facilitar a la próxima comisión directiva la posibilidad de solicitar un préstamo para afrontar deudas y reducir el pasivo del club.

El informe financiero presentado reveló un superávit de $4.022.179.754, impulsado principalmente por la venta de futbolistas como Felipe Sánchez y Benjamín Domínguez, pero acompañado de un pasivo que asciende a $14.173.650.664 (aproximadamente USD 11,6 millones), según la cotización al 30 de junio. Además, la institución enfrenta inhibiciones en el mercado de pases y mantiene deudas salariales con empleados y jugadores, quienes en algunos casos acumulan hasta tres meses sin percibir sus haberes.

En cuanto a los gastos, el club destinó USD 1.440.000 anuales a transporte, hotelería, alimentación y asistencia médica para más de 1.900 deportistas, y USD 630.000 a la conservación y mantenimiento de sus cuatro sedes. Entre los logros destacados por la dirigencia figura una inversión de USD 4.350.000 en obras y la reducción de juicios, como el cierre del expediente de Ángel Cappa tras catorce años.

Mariano Cowen, presidente Gimnasia Esgrima La Plata (Crédito: El Editor Platense)

El trasfondo de la asamblea estuvo marcado por la proximidad de las elecciones, previstas para fines de noviembre, y la delicada situación deportiva del primer equipo, que se encuentra a tres puntos del descenso anual y afronta partidos decisivos ante River, Vélez y Platense. La crisis institucional se vio agravada por la retención de tareas de empleados y la falta de pago al plantel profesional y al staff de divisiones formativas y de salud.

Durante la asamblea, los candidatos a presidente —Carlos Anacleto, Diego Patiño, Sebastián Gubia, Emanuel Di Loreto, Julio Chaparro y Héctor Domínguez— estuvieron presentes y tomaron la palabra en distintos momentos. Anacleto sostuvo ante los socios, según 0221: “El Balance deja claro que la gestión es mala, pero si se desaprueba, no va a haber ninguna modificación. Hay que desaprobar la Memoria. Si desaprobás el Balance, la próxima gestión la tiene que aprobar y resolver un problema legal”. Por su parte, Patiño propuso desaprobar ambos documentos, mientras que Gubia exigió explicaciones sobre el presente futbolístico del club: “Den explicaciones de por qué llegamos a este lugar”, reclamó, según el mismo medio.

El orden del día incluyó, además, la designación de socios para firmar el acta, la lectura del acta anterior, el informe de la comisión revisora de cuentas y la ratificación de las cuotas sociales vigentes. La asamblea, que debía ser un espacio de deliberación y control institucional, terminó convertida en el reflejo de una crisis que atraviesa todos los estamentos del club y que anticipa una campaña electoral marcada por la confrontación y la demanda de respuestas urgentes por parte de la masa societaria.

La jornada concluyó con la aprobación del balance y la desaprobación de la memoria y el presupuesto, en un contexto de máxima tensión y con la dirigencia saliente bajo una fuerte presión social y política.

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