
El Buenos Aires Lawn Tennis Club (BALTC) volvió a escribir una página dorada en la historia del tenis argentino. Se consagró campeón de la Primera División de Interclubes de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) y lo celebró con una conferencia de prensa cargada de emoción, anécdotas y un mensaje claro. “Acá somos una familia”, dijeron.
Tras el triunfo frente a Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires por 2-1 en una serie muy ajustada, Andrés Molteni, Román Burruchaga, Juan Pablo Ficovich, Federico Gómez y el capitán Bruno Tiberti coincidieron en que el secreto del éxito fue el sentido de pertenencia y el compromiso con el club.
“Soy socio desde los 10 años y tengo a todos mis amigos en el Buenos Aires”, contó Molto, artífice, junto con Federico Gómez, del punto que significó la victoria en el dobles sobre Sebastián Báez y Alejo Lingua Lavallén por 7-6 (7-5), 6-7 (5-7) y 10-7.
“Mi vínculo con el club es constante. Siempre que tengo algún fin de semana voy. Creé una vida alrededor del Buenos Aires. Tengo mil anécdotas: colarme en la Copa Davis, los asados con los chicos. Es un ambiente muy sano y lindo para crecer”, amplió el número 25 del ranking mundial de duplas.
El Bombardero Gómez no dudó en destacar el arraigo de Molteni con el BALTC: “Es el único jugador del equipo que paga la cuota y aporta al club”.
Jugar por amor y a pulmón: “Después de cada partido, mi vieja juntaba todas las remeras y las lavaba”
Para la presente edición de Las Finales, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) dispuso un prize money de 40 millones de pesos. en total. El Buenos Aires Lawn Tennis Club, campeón de la categoría caballeros, se llevó 10 millones.
“El premio es para el club y eso nos llena de orgullo. Este año estuvimos más unidos que nunca. Queremos profesionalizar esto, que cada socio ayude desde su lugar, buscar sponsors y que los chicos se sientan cada vez más en casa. El prize money lo vamos a usar para ellos: para que sean más felices y se queden en el club para siempre”, aseguró Tiberti.
Y profundizó con una anécdota: “Después de cada partido, mi vieja juntaba todas las remeras y las lavaba. Se lo quiero agradecer. Ese es el espíritu nuestro: hacer las cosas a pulmón”.

El valor del equipo: “Acá nadie juega obligado, venimos con ganas”
Para los jugadores, el Interclubes es una experiencia distinta a la del circuito profesional. “Es algo muy lindo, diferente a lo que hacemos en el circuito. Hicimos un grupo muy bueno, nos juntamos a comer, hay comunión. Nadie lo hace obligado, venimos con ganas a jugar y a compartir. Eso está buenísimo”, resaltó Ficovich, que logró el primer punto de la serie al vencer al brasileño Thiago Seyboth Wild por 3-6, 6-1 y 10-6 en el match tie-break.
Román Burruchaga cayó en el singles 1 frente a Francisco Comesaña en otro cruce para el infarto y en que tuvo dos match points a favor. Finalmente, fue triunfo por 6-7 (3-6), 6-2 y 12-10 para el Tiburón, que le dio el punto a GEBA y la igualdad parcial en la serie.
“Tuve una conexión muy buena con todo el equipo. Lo disfruté mucho, aunque hoy no se me dio en lo personal. Por suerte, los chicos ganaron los otros puntos y le pudimos dar el título al club, que era lo más importante”, subrayó Burru.
Un club, una familia y un sueño que sigue creciendo
La pregunta sobre la diferencia entre jugar Interclubes y un torneo profesional disparó respuestas llenas de sentimiento. “Es una semana distinta porque se juega en equipo. Estamos acostumbrados a jugar por uno mismo, pero acá jugás para el club, con los chicos afuera apoyando. Sentís más responsabilidad y orgullo. Se disfruta mucho porque jugamos para el club y lo sentimos así”, explicaron.
Federico Gómez amplió: “Hace tres años que me hacen sentir como uno más. No soy nativo del club, pero pertenecer a este grupo es muy lindo. Espero que sea el comienzo de una linda historia”.

El torneo también dejó enseñanzas dentro y fuera de la cancha. “Aprendí mucho jugando dobles con Molteni. Se siente la presión, pero lo disfruté y aprendí todos los días un poco más. No te pasa de jugar con alguien así todas las semanas”, valoró Gómez.
El Buenos Aires Lawn Tennis Club celebró mucho más que un título: celebró el sentido de pertenencia, el esfuerzo colectivo y la pasión por el tenis. “La familia que estamos creando es hermosa. Queremos que esto siga creciendo y que cada vez más chicos se sumen a vivirlo”, cerró Tiberti







