La próxima Copa del Mundo 2026 se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, pero la fiesta futbolística ya enfrenta una controversia que preocupa a miles de fanáticos. El elevado costo de las entradas ha generado un fuerte debate, especialmente tras las declaraciones del director técnico de Escocia, Steve Clarke, quien sugirió a sus compatriotas evitar sacrificios financieros excesivos con tal de viajar al torneo.
La selección escocesa logró meterse en un Mundial por primera vez en 28 años y ya sabe que compartirá grupo con Brasil, Marruecos y Haití.
La advertencia de Clarke
En declaraciones para Sky Sports Scotland, Steve Clarke se refirió abiertamente a la problemática del acceso a las entradas por los altos precios establecidos para el Mundial. “No podemos controlar los precios. Escuchen, de todos modos es caro ir a América, incluso si vas de vacaciones tienes que ahorrar para cruzar el Atlántico y disfrutar de tus vacaciones allí. Siempre supimos que iba a ser un Mundial caro. Los precios de las entradas están fijados”, dijo el entrenador escocés.
“Mi mayor deseo es que la gente no se endeude demasiado intentando ir. Si puedes permitírtelo, genial, pero si no podes, no te endeudes. Creo que eso es algo muy importante para mí”, agregó el DT como un mensaje de responsabilidad financiera y cuidado personal.
El llamado de Clarke apunta directamente al fuerte impacto económico que enfrenta la afición europea y, especialmente, la escocesa, ante la posibilidad de alentar a su selección en el escenario mundialista.
Un Mundial fuera del alcance de muchos
La organización del Mundial 2026 ha estado en el centro de la polémica debido al anuncio del sistema de “precios dinámicos” para las entradas, implementado por la FIFA. Según este modelo, el valor de los boletos sube o baja en función de la demanda y el atractivo de cada partido, incrementando la presión sobre los fanáticos para asegurar su lugar en las tribunas.
A esto se suma la dificultad que han reportado los seguidores para adquirir boletos a través de la página oficial de FIFA y los elevados precios de reventa también presentes en otros portales. Esta situación empuja la fiesta futbolística a un territorio reservado principalmente para quienes pueden afrontar gastos considerables, alejando a los seguidores tradicionales que esperan vivir el evento.
“La fiesta más importante se aleja cada vez más de los fanáticos en general y se acerca, peligrosamente, a los intereses económicos de la FIFA, dejando en escena solamente a aquellos que pueden costear un evento de esta magnitud”, expresó AS sobre una realidad que muestra como la “experiencia Mundial” se está volviendo excluyente para muchos.
Impacto en la afición y desafíos para la FIFA
La decisión de celebrar el próximo Mundial en tres países distintos, con distancias significativas entre sedes, suma otro obstáculo considerable para quienes planean asistir. Las aerolíneas y cadenas hoteleras han ajustado sus precios al alza, buscando captar la mayor rentabilidad ante un evento de tal magnitud.
Esto ha generado frustración entre los seguidores: “Mientras Gianni Infantino vendió la idea de que la Copa del Mundo ahora tendría espacio para una mayor cantidad de selecciones, la realidad es que los altos precios hacen que los aficionados se cuestionen si vale la pena realizar un gasto de este tamaño”, destacó AS.
La posibilidad de un torneo con estadios menos llenos o con menor presencia del público tradicional preocupa a los organizadores y podría impactar tanto en la atmósfera como en la proyección global del evento.
Con la fecha cada vez más cerca, la FIFA enfrenta el desafío de equilibrar la rentabilidad con el acceso masivo al espectáculo, en un Mundial que prometía ser inclusivo, pero hoy parece más lejano para la mayoría.







