La médica pediatra advirtió en Libertad de Expresión sobre los peligros de consumir té —incluido el de ruda— en niños pequeños.
Con la llegada del 1º de agosto, una práctica muy arraigada vuelve a instalarse en hogares tucumanos y del norte argentino: tomar té de ruda en ayunas. Aunque se trata de una tradición asociada a creencias ancestrales de salud y protección, especialistas advierten que este ritual puede representar un riesgo severo para la salud de los niños.
La médica pediatra Cecilia Rea dialogó con Sebastián Gil Olivares y Graciela Núñez en el programa Libertad de Expresión (Rock and Pop Tucumán FM 106.9), y fue contundente: “A los menores de cinco años no hay que darles ningún tipo de infusión”.
El riesgo está en todas las infusiones
Rea remarcó que el té de ruda no es el único peligroso, y amplió la advertencia a “cualquier tipo de infusión: té común, mate cocido, manzanilla, boldo, café”. Según explicó, el sistema digestivo y metabólico de los niños pequeños no está preparado para procesar los principios activos de las plantas medicinales ni la cafeína, lo que puede provocar intoxicaciones, deshidratación, alteraciones neurológicas y, en casos graves, cuadros de coma.
“Aunque sea un té suave o natural, puede generar vómitos, diarrea, dolor abdominal o alteración del sensorio en un niño pequeño”, advirtió.
Una práctica cultural que puede ser peligrosa
“Sabemos que es una costumbre muy arraigada, que pasa de generación en generación, pero eso no significa que sea segura para todos los cuerpos”, sostuvo la profesional, y agregó que los efectos adversos del té de ruda en particular pueden ser severos, incluso en adultos, por su acción abortiva y neurotóxica.
Vómitos y somnolencia: señales de alerta
Entre los síntomas que deben alertar a madres y padres tras el consumo de una infusión están los vómitos reiterados y la somnolencia o dificultad para despertar al niño. “Si notan alguno de esos signos, deben consultar a la guardia de forma inmediata. La información sobre lo que ingirió el niño es clave para que podamos actuar rápido y revertir el cuadro”, señaló Rea.
Hasta los 5 años: solo agua y leche
De manera clara y categórica, la pediatra concluyó:
“La bebida principal de los niños hasta los cinco años debe ser agua o leche. No necesitan nada más. No hay ninguna infusión que esté recomendada en esa etapa”.