Argentina recuerda a este ovejero alemán que salvó una investigación con un acto de lealtad extrema.
Cada 2 de junio, Argentina celebra el Día Nacional del Perro, pero no todos saben que detrás de esta fecha se esconde una historia conmovedora y heroica: la de Chonino, un ovejero alemán que integró la Policía Federal Argentina y se convirtió en leyenda por su valentía.
Todo comenzó en 1975, cuando nació este can que rápidamente mostró un instinto excepcional. Con apenas dos años, fue seleccionado para sumarse a la División Perros y participar en operativos de gran escala, como el partido inaugural del Mundial 78 en el estadio Monumental.
Un patrullaje, un tiroteo y un acto de valor que lo convirtió en leyenda
Su momento más recordado llegó el 2 de junio de 1983, durante un patrullaje en Villa Devoto. Chonino acompañaba a su guía, el suboficial Luis Sibert, y al agente Jorge Iani cuando intentaron identificar a dos sospechosos. Lo que parecía un control rutinario terminó en tragedia: los delincuentes abrieron fuego y ambos policías fueron heridos.
Fue entonces cuando ocurrió lo impensado: Chonino, al ver a su compañero caído, se lanzó sobre uno de los agresores y logró arrancarle el bolsillo de la campera. El otro delincuente le disparó directamente, hiriéndolo de muerte. Sin embargo, con sus últimas fuerzas, el perro se arrastró hasta el cuerpo de Sibert… y murió a su lado.
Lo que vendría después parecería sacado de una película. Dentro del trozo de tela que Chonino mantenía en su boca estaban los documentos de identidad del agresor. Esa prueba fue clave: permitió identificar y detener a los responsables cinco días después, cuando intentaban fugarse a otra provincia.
Este acto de lealtad, coraje y entrega marcó tanto a la fuerza policial como a la ciudadanía. Por eso, desde entonces, cada 2 de junio se rinde homenaje a todos los perros que acompañan, protegen y sirven, instaurando el Día Nacional del Perro en memoria de Chonino.
Hoy, sus restos descansan en el Círculo de la Policía Federal Argentina, mientras que los de su guía, fallecido en 2007, yacen en el Cementerio de la Chacarita. Juntos, siguen siendo símbolo de un vínculo inquebrantable.