Pablo Vera y Federico Cerisola cierran el año en Tafí Viejo con Crujiente de Mortadela, un espectáculo intenso y multiternado en los premios Artea.
El actor tucumano Pablo Vera, acompañado en escena por Federico Cerisola, confirmó durante una entrevista con Sebastián Gil Olivares y Carlos Noriega en el programa La mañana de Dale (Dale FM 104.7) que la función final del año de Crujiente de Mortadela se realizará en Tafí Viejo, este viernes 21 de noviembre a las 21 horas en la Casa de la Cultura.
La elección de Tafí Viejo para cerrar la temporada tiene un fuerte componente afectivo. “Será maravilloso culminar este año de funciones en el querido Tafí Viejo”, dijo Vera, recordando su paso por la ciudad en la época de Agarrate Catalina y sus vínculos con artistas locales.
Una obra que no cuenta una historia: construye un universo emocional
Crujiente de Mortadela nació tras tres meses de investigación y creación conjunta entre Pablo Vera, Federico Cerisola y el director César Domínguez. Lejos de una estructura dramática clásica, la propuesta presenta un universo propio donde conviven humor, poesía, crudeza y sensibilidad.
No hay un relato lineal: “No contamos una historia, presentamos sensaciones”, explicó Vera. Sobre el escenario aparecen dos monstruos, dos viejas amigas (Amparo y Meneka) y también las versiones reales de los actores, transitando temas como el amor, la dependencia emocional y la política en una puesta de 60 minutos que interpela directamente al público.
El espectador se convierte en parte de un ritual teatral donde las emociones se suceden: “Algunos pasan del llanto a la risa en segundos”, contó el actor, describiendo el espectáculo como un “mapa emocional”.
Una puesta tucumana recientemente multiternada
El equipo recibió esta semana varias nominaciones a los premios Artea, que distinguen al teatro tucumano:
- Diseño de maquillaje y caracterización
- Texto dramático tucumano
- Dirección actoral
- Actor protagónico
Estas ternas subrayan la fuerza creativa y la recepción que Crujiente de Mortadela consiguió tras su temporada.
Una última función que invita a sentir
“Queremos que el espectador llegue predispuesto a encontrarse con sus emociones”, expresó Vera. Con un cierre de temporada especial por el vínculo con el público taficeño y la complicidad escénica entre Pablo Vera y Federico Cerisola, Crujiente de Mortadela promete una noche intensa, sensible y catártica: “Vamos a crujir de amor y de espanto”, adelantó el actor.








