El economista Eduardo Robinson analizó en Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7) el complejo escenario económico actual, marcado por estabilidad macro, sectores en crisis y reformas clave en debate.
Un cierre de 2025 con fuertes contrastes
En una entrevista realizada por David Correa para el programa Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7), el economista Eduardo Robinson ofreció un diagnóstico detallado del momento económico de la Argentina. Según explicó, el país transita un final de año “heterogéneo y divergente”, donde conviven sectores con buen rendimiento y otros en franco retroceso.
Robinson señaló que mientras la actividad financiera mostró una evolución positiva, la industria y la construcción continúan en caída, sin señales de recuperación. A esto se suma un crédito estrangulado, tasas elevadas, mayor morosidad en tarjetas y dificultades para generar empleo privado formal.
Estabilidad macroeconómica, pero sin derrame
Pese a las tensiones en la economía real, el economista destacó ciertos indicadores que muestran un marco de relativa estabilidad:
- Dólar sin grandes movimientos
- Tasas de interés en descenso
- Riesgo país estabilizado, aunque aún alto
Según Robinson, estas variables configuran “un panorama macroeconómico ordenado”, pero advirtió que esa calma “no se traduce en mejoras concretas para los sectores productivos ni para el empleo”.
El rol del Congreso y las reformas que vienen
Consultado sobre la sostenibilidad del modelo, Robinson indicó que el escenario puede cambiar con el nuevo capítulo político que inicia el 10 de diciembre, cuando el Gobierno nacional obtenga mayor capacidad de negociación en el Congreso.
Entre las reformas consideradas clave mencionó:
- Ley de Presupuesto Nacional
- Reforma laboral
- Reforma tributaria
El economista remarcó que estas leyes no generan por sí mismas crecimiento: “Las leyes son instrumentos. Si no generan confianza, no hay inversión”. Subrayó que el verdadero impacto dependerá de si logran mejorar la productividad, atraer inversiones y reducir el riesgo país.
Productividad, inversión y salarios: el núcleo del problema
Robinson explicó que la debilidad del salario real responde no solo a la inflación, sino también a la falta de productividad. Señaló que incluso con precios estables, “si no hay inversión que mejore la productividad del trabajo, el poder adquisitivo no se recupera”.
Para el economista, la Argentina enfrenta una oportunidad para redefinir su futuro económico:
“Si no se aprovecha este momento para generar confianza y atraer inversiones, veremos una película totalmente distinta”, advirtió.
Un 2026 que marcará el rumbo
Finalmente, Robinson proyectó que el Gobierno apuesta a que el próximo año muestre:
- Recuperación del crédito
- Reanimación homogénea de los sectores productivos
- Bases más firmes para un ciclo de crecimiento
El economista sostuvo que no habrá margen para responsabilizar al Congreso si la economía no acelera: “Ahora la responsabilidad es completamente del Poder Ejecutivo”.
