En Mediodías Taficeños, los periodistas David Correa y Sebastián Gil Olivares conversaron con el arqueólogo Ezequiel del Bel sobre las oportunidades y desafíos de esta apasionante carrera en la UNT.
En el marco del aniversario de la creación de la carrera de Arqueología en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), los periodistas David Correa y Sebastián Gil Olivares dialogaron con Ezequiel del Bel, arqueólogo y coordinador del ICIAC, para conocer más sobre las incumbencias profesionales y las diversas ramas que ofrece esta disciplina.
Un abanico de posibilidades para los futuros arqueólogos
Del Bel explicó que la arqueología en Tucumán y el NOA se ha diversificado notablemente.
“Hay arqueología prehispánica, histórica, industrial y la que nosotros llamamos del pasado contemporáneo”,indicó.
Las áreas de trabajo abarcan desde excavaciones en sitios antiguos —como los de la puna catamarqueña o jujeña— hasta proyectos vinculados a la historia urbana reciente.
Uno de los ejemplos recientes fue el proyecto en el barrio Ciudadela, impulsado por la Facultad de Ciencias Naturales y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, para revalorizar el patrimonio histórico del lugar.
“También existe una arqueología industrial, que estudia los ingenios azucareros, y otra ligada al impacto ambiental, que se aplica en construcciones o emprendimientos turísticos”, detalló del Bel.
Una carrera para quienes aman la historia
Durante la entrevista, Sebastián Gil Olivares destacó la curiosidad de muchos jóvenes tucumanos por la arqueología y le preguntó al investigador sobre las salidas laborales.
Del Bel fue claro:
“La salida laboral es compleja. La mayoría de los arqueólogos busca ingresar al CONICET, pero hoy está desmantelado. También hay arqueología privada y docencia, pero es un camino difícil que exige pasión”.
El número de profesionales activos refleja esa realidad:
“Mi matrícula es la número 32. En toda la provincia hay unos 90 arqueólogos matriculados, una cifra muy baja si la comparamos con otras profesiones”, reveló.
Defensa del patrimonio y compromiso ético
El arqueólogo remarcó la responsabilidad que conlleva ejercer la profesión.
“Desde el Colegio de Arqueólogos hemos tenido que denunciar intervenciones ilegales en sitios como Quilmes o el Montículo Ceremonial de Casas Viejas, en El Mollar. Son lugares sagrados y deben ser protegidos”, advirtió.
La arqueología, subrayó, no es solo excavar: también implica preservar y educar sobre el valor del patrimonio cultural, especialmente en una provincia con la riqueza histórica de Tucumán.
Una elección que transforma
Cerrando la entrevista, del Bel alentó a los jóvenes interesados en la disciplina:
“Estudiar arqueología es elegir una forma de mirar el mundo. RequiERE compromiso, curiosidad y una pasión enorme por la historia.»







