La escuelita de fútbol de Tafí Viejo compartió una mañana de juegos y desayuno gracias al apoyo de Puebla Panificados y Girasoles Eventos y Café.
Un encuentro que unió deporte y solidaridad
En Tafí Viejo, la pasión por el fútbol se convierte en una herramienta de transformación social. La 25 FC, una escuelita nacida en un barrio humilde de la ciudad, volvió a demostrar que el deporte puede abrir caminos y tender puentes cuando la comunidad se involucra.
Días atrás, una parte de los niños y niñas más pequeños que integran el equipo disfrutaron de una jornada de juegos, recreación y un desayuno compartido, gracias a la colaboración desinteresada de dos emprendimientos locales: Puebla Panificados y Girasoles Eventos y Café.

Una escuelita con propósito social
La 25 FC nació del impulso de un grupo de jóvenes comprometidos con su barrio. Su objetivo no se limita a enseñar fútbol: buscan brindar un espacio de contención, aprendizaje y valores para niños y niñas que crecen en contextos de vulnerabilidad.
En cada entrenamiento, se promueve el respeto, la disciplina y el trabajo en equipo. “Para muchos de estos chicos, venir a entrenar significa mucho más que jugar: es sentirse parte de algo, tener un lugar donde los esperan y los valoran”, expresaron desde el grupo que sostiene el proyecto.
Con recursos limitados pero con una convicción firme, los impulsores de la escuelita trabajan cada semana para que los chicos tengan su espacio y, sobre todo, su oportunidad.
Empresarios locales que inspiran con su gesto
La jornada especial fue posible gracias a la generosidad de Santiago Assaff, propietario de Puebla Panificados, y Silvana Suero, dueña de Girasoles Eventos y Café.
Assaff colaboró donando las tortillas caseras que acompañaron el desayuno, mientras que Suero recibió a los niños en su emprendimiento, ofreciendo las infusiones y habilitando el salón de juegos .
El valor de la comunidad taficeña
La historia de La 25 FC y de los emprendedores que acompañan refleja la fuerza del tejido social taficeño, donde los gestos solidarios se convierten en ejemplos concretos de empatía y compromiso.
En tiempos difíciles, la unión entre vecinos, entrenadores, familias y comercios locales demuestra que la colaboración comunitaria puede transformar realidades.
“Cada aporte, por pequeño que parezca, tiene un impacto enorme en los chicos. No se trata solo de un desayuno, sino de mostrarles que la gente los ve, los valora y los acompaña”, señalaron desde la organización.
Un proyecto que crece con cada apoyo
Lo que comenzó como una escuelita de barrio hoy se consolida como un espacio de referencia para decenas de familias. La 25 FC continúa creciendo gracias al esfuerzo de sus integrantes y al acompañamiento de la comunidad taficeña.
Desde el grupo organizador agradecieron especialmente a quienes colaboraron con la jornada y remarcaron la importancia de seguir sumando voluntades: “Cuando la gente se involucra, los chicos sienten que hay esperanza. Ese es el verdadero triunfo”, concluyeron.







