Tucumán se encuentra en el centro de la atención mediática por una serie de hechos judiciales y de seguridad que han captado el interés público. Tres casos, en diferentes etapas procesales, ponen de manifiesto la complejidad de los desafíos que enfrenta la provincia en materia de justicia y protección ciudadana.
Prófugo un acusado de acoso tras romper su tobillera electrónica
El caso de Federico Punturo, de 45 años, ha generado alarma por la vulnerabilidad de la víctima. Punturo está acusado de acosar sistemáticamente a una mujer, identificada como Florencia Andretta, durante más de una década. A pesar de que se le había impuesto arresto domiciliario con tobillera electrónica, el imputado se fugó tras romper el dispositivo, según lo constatado por las autoridades.
La abogada de la víctima, Patricia Neme, había cuestionado previamente la medida, argumentando que no garantizaba la seguridad de su defendida. Ante la ausencia de Punturo en una audiencia reciente y la confirmación de la fuga, el juez Agustín Puppio ordenó su inmediata detención y dictó prisión preventiva. El caso ha sido comparado con el de Paola Tacacho, lo que subraya la preocupación social por las respuestas judiciales en situaciones de acoso prolongado.
Comienza un juicio largamente esperado: la causa de Carolina Monteros
Después de casi diez años de lucha, la causa de Carolina Monteros contra Franco Trápani y Álvaro Rodríguez por abuso sexual finalmente llega a juicio oral. Este proceso judicial, que ha sido largamente postergado, está bajo la atenta mirada de la sociedad.
Organizaciones de mujeres han denunciado que las demoras en la investigación se deberían a supuestas maniobras de impunidad, vinculadas al poder económico de la familia Trápani, propietaria de una importante empresa citrícola. Sin embargo, gracias a la persistencia de la víctima, la causa avanzó. El juicio, que ha convocado a la sociedad a movilizarse en apoyo a Carolina, se considera un precedente clave para la lucha por una justicia con perspectiva de género en la provincia.
Violento homicidio a la salida de un boliche: un hecho en investigación
El fallecimiento de Federico Toledo, un joven de 20 años, tras un incidente a la salida de un local bailable en la zona de la Plazoleta Mitre, ha generado conmoción. De acuerdo a los reportes, Toledo habría muerto tras una agresión que lo hizo caer y golpear su cabeza.
La policía logró la detención de un joven de 22 años, quien es el principal sospechoso en la causa. El hecho ha puesto en el centro del debate la seguridad en los espacios de ocio nocturno y la necesidad de una pronta respuesta judicial. La familia y amigos de la víctima han convocado a manifestaciones para exigir justicia y que se esclarezcan los hechos.
Estos tres casos, que actualmente ocupan las portadas de los medios locales, reflejan los desafíos que enfrenta la sociedad tucumana en la búsqueda de justicia, protección y seguridad. Su desarrollo será clave para entender las respuestas que el sistema institucional puede ofrecer ante la violencia de género, el abuso de poder y los crímenes en lavía pública.