Por más que haya escrito algunas de las canciones más icónicas de su generación, Stevie Nicks sigue recordando que alguna vez también fue fanática. Antes de volverse una figura fundamental de Fleetwood Mac y un emblema del rock, Nicks se sentaba en su cama con una guitarra y trataba de sacar los acordes de sus más grandes ídolos. Entre todos ellos, había un nombre que destacaba: The Beatles. Y dentro de ese repertorio inmortal había una canción que, según ella, rozaba la perfección: “Yesterday”.
En una entrevista con Rolling Stone, Nicks llegó a declarar que esa balada escrita por Paul McCartney fue una especie de lección de cómo expresar las cosas con simpleza. “Ya sabía que iba a ser compositora”, recordó sobre esos años formativos, cuando apenas podía imitar los acordes pero ya entendía lo importante. “Yesterday” la inspiró de una manera que no había sucedido con ninguna otra canción.

Para Nicks, la canción iba más allá del desamor adolescente y veía en ella una suerte de premonición sobre la vida de McCartney, especialmente sobre su relación con Linda, su gran amor y compañera a quien perdería años más tarde. “Fue como si Paul ya supiera lo que iba a pasar”, dijo aludiendo a esa cualidad medio mágica que tienen algunas canciones de anticipar emociones.
Ya en los años 70, y tras el boom de Rumours, Nicks supo lo que era estar en la cima y al mismo tiempo en medio de un terremoto emocional. Como los Beatles en su época de mayor popularidad, supo transformar el caos personal en canciones que conectaban con millones de personas. Pero nunca perdió de vista lo que había aprendido escuchando “Yesterday”.
La inspiración detrás de “Yesterday”
La inspiración de “Yesterday“ es un tanto llamativa y fue revelada por Paul recientemente. En un capítulo de su podcast McCartney: A Life in Lyrics, el músico confesó que la línea “I said something wrong/ now I long for yesterday” estuvo inspirada de forma inconsciente en una conversación que tuvo con su madre varios años antes de componer el tema.
El exBeatle comentó: “Recuerdo muy claramente un día que avergoncé a mi mamá. Estábamos en el patio trasero y ella hablaba de manera refinada. Era de origen irlandés y era enfermera, así que estaba por encima del nivel de la calle. Ella hablaba de una manera que nosotros pensábamos que era un poco refinada. Y también tenía un poco de acento galés: tenía conexiones, su tía Dilys era galesa”.
McCartney mencionó que, en un momento, su madre le pidió un favor: hacerle una pregunta a alguien. Al parecer, la mujer pronunciaba mal la palabra “ask” (preguntar) y la mencionaba como “arsk”. Casi burlándose, Paul le dijo: “¡Arsk! ¡Arsk! Es ‘ask’, mamá”. Esto avergonzó a su madre, por lo que el artista admitió: “Recuerdo pensar más tarde ‘Dios, ojalá nunca hubiera dicho eso’“.
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