El Consejo de la Magistratura celebra hoy su primer plenario en cuatro meses. El parate responde, en buena medida, a las tensiones que desde el año pasado recorren al órgano que selecciona y remueve por un asunto puntual: la renovación de las autoridades en sus cinco comisiones, el ámbito donde el Consejo despliega su actividad diaria.
El tema reparte a los consejeros en dos zonas definidas. De un lado, se ubican aquellos que, al frente de las comisiones o a gusto con sus autoridades, promueven la continuidad. Argumentan que todavía hay mucho por hacer. Del otro lado están quienes aspiran a presidir y pujan por una rotación. Resaltan lo importante del recambio en las instituciones y dicen que es lo que imponen las normas.
Los más optimistas consideran que las diferencias pueden conciliarse y que hoy se sellará un acuerdo. Sin embargo, el órgano arrastra esta mochila hace tiempo y la fecha del plenario se vio aplazada en más de una oportunidad. La de hoy, de hecho, estaba prevista para la semana pasada.
Si las conversaciones, que están activas, no prosperan, habrá que votar y juntar mayoría de 11 para ver quien, de ahora en más, tendrá el manejo de los tiempos dentro de cada una de las comisiones.
La de Disciplina, que investiga y evalúa el comportamiento de los jueces, y la de Acusación, donde se inicia el proceso de remoción, están vacantes desde el fallecimiento de Héctor Recalde, en diciembre, y la salida del abogado Miguel Piedecasas por un acuerdo político. Sus reemplazantes, Cesar Grau y Alberto Maques, respectivamente, juraron como consejeros a fin del año pasado, pero nunca fueron integrados a las comisiones.
Esto se constituyó en un reclamo permanente para el kirchnerismo. Sus cinco consejeros integran el único bloque uniforme dentro del Consejo. En señal de protesta, acostumbran a no sentarse para dar quorum en las comisiones. Existe, además, otra cuestión de fondo: cuestionan la actitud de la Justicia, y en especial de la Corte, con su jefa política, Cristina Kirchner, en la causa Vialidad.
La Comisión de Disciplina quedará, se anticipa, en manos del kirchnerismo. Por su parte, Maques aspira a, en un mismo movimiento, asumir el lugar que reclama como propio en la de Acusación. Para eso debe ganarle la pulseada al senador Luis Juez, hoy cercano al oficialismo, que también busca esa silla.
La Comisión de Administración Financiera, que supervisa la ejecución del presupuesto de la Justicia -con la Corte como excepción- es presidida por el diputado larretista Álvaro González, que apunta a renovar su mandato. Ese lugar es pretendido por el representante del Poder Ejecutivo, Sebastián Amerio, la mano derecha de Santiago Caputo en la Justicia, y el único con ADN 100% libertario dentro del Consejo. No son pocos los que ven con buenos ojos que el Gobierno, a través de Amerio, pueda ver de primera mano cuán ajustado está el presupuesto de la Justicia.
La abogada Fernanda Vazquez, que llegó al Consejo con el apoyo del Frente de Todos, también busca estirar su mandato al frente de Selección, la comisión encargada de los concursos y la confección de las propuestas de pliegos. Vazquez tiene un activo: el año pasado el Consejo elevó 96 pliegos, el mayor número desde 2018. La abogada Alejandra Provítola, de Compromiso Judicial, apunta a sustituirla desde la vicepresidencia.
Otro defensor del actual ordenamiento es el juez Alberto Lugones, camarista federal de la sala II de San Martín, que preside la Comisión de Reglamentación, encargada de la vida interna del órgano. El camarista es de la Lista Celeste, ligada al peronismo, pero es autónomo dentro del Consejo. Jimena de la Torre, históricamente vinculada al Pro, pero hoy más cercana al oficialismo, se ubica en el bando del recambio y podría pedir presidir esta comisión.
También está en juego la vicepresidencia. Rosatti se corrió de la discusión por las comisiones, pero apunta a retener como su vice a la jueza Agustina Díaz Cordero. Algunos de los que pujan por el recambio advierten que el reglamento señala que la vicepresidencia dura solo un año y puede ser renovada en una sola oportunidad. Díaz Cordero juró en abril de 2023 y su mandato, entonces, estaría cumplido.