Luego de que se confirmara que Estados Unidos encabezó una operación de rescate en la Embajada de la Argentina en Caracas para sacar de Venezuela a los refugiados políticos opositores al régimen de Nicolás Maduro, el Gobierno agradeció la asistencia de la Casa Blanca y aseguró que volverá a insistir en el rescate del gendarme argentino Nahuel Gallo, que se encuentra prisionero desde el mes de diciembre.
“La Oficina del Presidente expresa su reconocimiento a la exitosa operación que permitió que los cinco venezolanos refugiados en la sede de la Embajada Argentina en Venezuela fueran extraídos exitosamente de Caracas y trasladados a suelo estadounidense”, inicia el comunicado difundido en redes sociales.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) May 7, 2025
Allí se expresa que “el presidente Javier Milei extiende su agradecimiento a todos los involucrados y especialmente al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, por su compromiso personal en esta operación, que ha hecho posible que estos verdaderos héroes recuperen finalmente su libertad”. Minutos antes, el funcionario trumpista había confirmado la intervención estadounidense en el operativo realizado hace algunos días.
Desde el Gobierno calificaron el hecho como “un importante paso en defensa de la libertad en la región” y agregaron: “El gobierno nacional valora profundamente los esfuerzos realizados para garantizar la seguridad y el bienestar de quienes por mucho tiempo estuvieron bajo protección argentina de la persecución del régimen de Nicolás Maduro”.
Por último, aseguraron que insistirán en la liberación de Nahuel Gallo. “Seguiremos trabajando fuertemente en cooperación con nuestros aliados para lograr la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, secuestrado ilegalmente por la dictadura venezolana. Su libertad es una prioridad para este Gobierno y no vamos a frenar hasta alcanzarla”.
Agradecemos al Gobierno de EE.UU. y al Secretario de Estado @marcorubio por la exitosa operación que aseguró la libertad de los asilados venezolanos en nuestra Embajada en Caracas.
Seguiremos trabajando incansablemente junto a los países libres hasta garantizar la inmediata… pic.twitter.com/CJgIURqBb0
— Cancillería Argentina
(@Cancilleria_Ar) May 7, 2025
De la misma forma, la cuenta oficial de Cancillería realizó su propio posteo en sintonía con el del Ejecutivo. “Agradecemos al Gobierno de EE.UU. y al Secretario de Estado Marco Rubio por la exitosa operación que aseguró la libertad de los asilados venezolanos en nuestra Embajada en Caracas. Seguiremos trabajando incansablemente junto a los países libres hasta garantizar la inmediata liberación de nuestro gendarme, Nahuel Gallo, secuestrado ilegalmente por la dictadura venezolana”, reza el comunicado.
El rescate y la salida del país se dio en una operación de extrema confidencialidad. Las cuatro personas que aun estaban en la embajada argentina estuvieron durante más de 400 días aislados y bajo constante asedio del régimen chavista. Estos hechos fueron denunciados en reiteradas ocasiones al cabo del último año.
El hostigamiento total y permanente, llegó al punto en que incluso se les había bloqueado el ingreso de alimentos, medicinas y agua y un cerco de agentes de seguridad que amenazaban con irrumpir en la embajada. Según pudo saber LA NACION, estuvieron al menos 100 días sin electricidad, con acceso al agua a “cuentagotas” y entre las amenazas había gritos desde el exterior y hombres encapuchados rondando por la zona.
Desde hace un tiempo, en medio de la fuerte campaña electoral, que terminó con la victoria fraudulenta de Nicolás Maduro, la sede diplomática había quedado bajo monitoreo de Brasil, luego de que la delegación argentina fuera expulsada por el líder chavista en julio.
Durante los meses posteriores y pasadas las elecciones, en medio de la detención ilegal del gendarme Nahuel Gallo en diciembre, el Gobierno argentino había denunciado el “asedio” a la embajada ante la Corte Penal Internacional (CPI). La decisión surgió después de varias quejas renovadas de la oposición venezolana a las que la gestión administración nacional buscaba responder, junto con otras demandas internacionales.
El encargado había sido el embajador argentino en Países Bajos y representante ante la CPI, Mario Oyarzábal, quien en ese entonces enfatizó las “detenciones arbitrarias” y los “tratos inhumanos” que requerían de rigurosas investigaciones.
Durante el tiempo que duró el aislamiento, María Corina Machado se manifestó repetidas veces sobre los refugiados. La dirigente, a quien responden los opositores, había pedido una reacción de la comunidad diplomática a fines de febrero ante la “tortura, pura y dura” de los refugiados.