El mapa de poder del Gobierno tras la derrota: los que mantuvieron su peso y la interna que no se resuelve

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Javier Milei junto a su hermana Karina (EFE)

El riesgo país abrió y cerró la semana con subas que lo colocan por encima de los 1000 puntos básicos. Se trata de un indicador clave para el Gobierno de Javier Milei porque perfila las expectativas del mercado y la facilidad o no con la que se podrán pagar la deuda. El mensaje que fue decodificado por segundas líneas de la Casa Rosada es que parte de esto lo explican los pocos cambios que hubo en la dinámica política libertaria luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires.

La matriz de poder al interior de la Casa Rosada quedó prácticamente intacta. Una vez conocidos los primeros resultados del domingo pasado, Milei salió a hablar en el escenario y aseguró que iba a encabezar una “profunda autocrítica” con correcciones en el plano de lo político y no en lo económico. Atrás suyo, en particular en el sector vinculado al asesor presidencial Santiago Caputo, afirmaban que tenía que existir algún cambio contundente en el primer o segundo anillo presidencial o que debía centralizarse toda la estrategia política y comunicacional de la campaña en su cartera.

Ninguno de estos asuntos pasó. Al día siguiente, y después de varias reuniones, Milei optó por crear una mesa política con los mismos actores de otra que ya había creado el año pasado, quienes ya integran el estrechísimo riñón libertario y que -en mayor o menor medida- nunca vieron mermadas sus atribuciones. Resultó ser una suerte de medida en la que el libertario se “elevó” por encima de las otras aristas del triángulo político (conformado por Caputo; su la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos).

La mesa nacional inaugurada por Milei

La hermana presidencial finalizó como la ganadora de la semana. No vio mermado su poder y, tal y como era de esperarse, sigue ratificada como quien detenta la capacidad de veto al interior del Gobierno, determinando quiénes sí y quiénes no ameritan el pertenecer a la estructura libertaria. Su círculo partidario se compone actualmente de cinco personas: el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el armador nacional, Eduardo “Lule” Menem; y los presidentes provinciales de LLA, Sebastián Pareja (Buenos Aires), Pilar Ramírez (CABA) y Romina Diez (Santa Fe). Todos ellos han mantenido sus funciones relativas en los últimos días.

Importantes dirigentes del Gobierno pidieron por lo bajo que se les redujera el poder a Lule Menem y Sebastián Pareja. Las críticas concretas era que desde la elección de candidatos habían realizado una campaña errática. “Pareja armó mal hasta las mesas testigo, pensando que el resultado había sido bueno. La idea de llevarlo a Milei a recorrer lugares hostiles del Conurbano y la responsabilidad de la fiscalización fue toda de él”, indica un observador del oficialismo.

La relación del armador bonaerense con el caputismo está prácticamente quebrada. Desde ese sector acusan que los estrategas también tuvieron responsabilidad en la derrota. “Desde el vamos que el lema kirchnerismo nunca más lo crearon ellos. Estuvieron presentes en todas las decisiones de campaña, por lo que la piña se la comieron ellos también. Otra cosa es que sangren por la herida”, afirman.

La relación entre ambos sectores sufrió un fuerte quiebre durante el cierre de listas bonaerense. De todos los lugares en disputa, solo había sido nominado el actual secretario de Culto, Nahuel Sotelo, para la quinta posición a diputado provincial por la Tercera Sección. “Fue un pase de facturas por tantos meses de críticas”, se sinceraron desde la conducción del partido provincial.

Pareja y Caputo limaron asperezas luego de la bajada de línea de Karina Milei de que no se podían cuestionar a los candidatos de su partido. Ambos se pusieron de acuerdo de armar una mesa de coordinación en la que participaban “El Jefe”, Lule Menem y solo ocasionalmente los principales responsables del PRO bonaerense.

El líder libertario junto a la plana mayor del Gobierno tras la derrota bonaerense (AFP)

Lule fue marginado formalmente de la mesa política y del nuevo comando de campaña bonaerense, otra de las creaciones a pedido de Milei. Ésta se reunió por primera vez el martes pasado, y participaron Cristian Ritondo, Diego Santilli, Guillermo Montenegro, Patricia Bullrich, Karina Milei, Santiago Caputo, Diego Valenzuela, Ramón Lanús, Maximiliano Bondarenko y Sebastián Pareja. En otras huestes libertarias llamó la atención que no se incluyera al ganador de la Sexta Sección, Oscar Liberman; pero también resonó que se convocara a otros actores del oficialismo y no al dirigente de Las Fuerzas del Cielo y presidente del bloque de la Legislatura bonaerense, Agustín Romo. Como si fuera poco, en esa mesa Karina ratificó a Pareja como el jefe de campaña provincial para octubre.

Las molestias con el armador bonaerense no son solo del caputismo, sino del PRO. “Hicieron la campaña que hicieron, pusieron los fiscales que pusieron. Creo que ahora miran y dicen ‘bueno, estos pibes algo de esto saben’. Saben que estamos enojados, porque haber desperdiciado la experiencia que tenemos…”, reflexionaba un importante miembro del partido amarillo. “Vos pusiste a Alejandro Carrancio antes que a [Alejandro] Finocchiaro y el que habla es el que está atrás. ¿Cuántas de las diputadas que pusieron comenzaron a aparecer en medios?“, renegaba otro dirigente. El espacio macrista prepara un documento para presentarle a Milei el lunes sobre lineamientos de cómo debería ser la campaña.

Pese a la derrota, Pareja se convirtió desde este lunes uno de los hombres más poderosos de toda la estructura libertaria. Tendrá 19 legisladores bonaerenses —cuatro con mandato previo y 15 que asumirán el 10 de diciembre— responderán a su liderazgo y ocupa el quinto lugar a diputados nacionales, seguido por Alejandro Carrancio (séptimo), Miriam Niveyro (octavo) y Andrea Vera (16º). Lule Menem, en tanto, ha colocado a miembros de su armado nacional en distintos puntos del país, teniendo una fuerte incidencia en el Congreso que se avecina el próximo recambio legislativo. Es por eso que desde sectores inocuos a esta interna advierten que no existe posibilidad de que, si quisieran, los Milei puedan escindirse de esos sectores.

La mesa federal para el vínculo con los gobernadores con el nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán

En rigor, el poder de Lule como principal armador y representante de Karina con gobernadores no cambió. Tomó importancia que en su visita a Casa Rosada, el gobernador de Chaco, Leandro Zdero, pasara más tiempo reunido con el armador nacional que con Lisandro Catalán. Este funcionario ofició primero como secretario del Interior, luego como vicejefe de Gabinete del Interior y ahora volvió a mutar para ascender al cargo de ministro. Se trata de la figura de mayor confianza que tiene Guillermo Francos en todo el Gobierno y el presidente de LLA en Tucumán, donde aspira a disputar la gobernación en dos años. Este jueves viajó junto a Martín Menem y Karina para lanzar la campaña en esa provincia, y la hermana presidencial se deshizo en elogios de sus tareas.

¿Qué puede pasar en las próximas semanas? Se espera que Milei vuelva a encarar una campaña territorial y con presencia en varias provincias para levantar los armados locales. En varios despachos de la Casa Rosada (y por fuera de la misma) creen que el clima al interior del oficialismo está lejos de la épica y que las rispideces siguen vivas, lo que impide un funcionamiento óptimo para la maquinaria electoral libertaria. Al menos no como lo solicita la circunstancia. “Hoy en día no vemos escenario para ganar, pero vemos que si mejoramos sí lo podemos hacer”, se sincera un asesor del Gobierno.

A excepción de un cisne negro, cabe la certeza de que ningún importante funcionario de este Gobierno se vaya durante las semanas de la campaña. Sí que hay otros que están algo hastiados de los roces y que están tensionando, sabiendo que de su permanencia o no en el Gobierno se juegan fuertes expectativas hacia el afuera. Particularmente en los mercados. Quienes miran de afuera las tensiones entre los dos principales sectores de la Rosada consideran que Milei tomó la única decisión que podía. “No te podés dar el lujo de sacar a nadie. Javier tiene que demostrar que está a la altura de las circunstancias y comenzar a hacer política. Si no lo hace y lo condiciona todo su factor emocional, ahí sí que estamos al horno”, aseguró un funcionario de conversa día por medio con el Presidente.

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