
En la antesala del proceso judicial más voluminoso de la historia argentina reciente, Cristina Kirchner lanzó un mensaje desafiante a quienes impulsan el juicio por los denominados «cuadernos de las coimas“. Lo hizo con un mensaje directo que publicó en las redes sociales: “Comienza otro show judicial, pero no tengo miedo, la historia pondrá las cosas en su lugar”.
El escrito se publicó horas antes de que el Tribunal Oral Federal N°7 abriera las audiencias para tratar el caso que involucra a 87 imputados entre exfuncionarios y empresarios, que por su magnitud y alcance es un verdadero hito en la agenda política y judicial del país.
La exmandataria denunció que el proceso responde a intereses ajenos a la justicia: “Parece que no les bastó con meterme presa y proscribirme de por vida en la causa Vialidad: necesitan mantener viva la OPERETA JUDICIAL para seguir presionando y, sobre todo, distraer la atención”, sostuvo Cristina Kirchner, atribuyendo la reactivación del expediente a una estrategia de manipulación política.
La líder del Partido Justicialista (PJ) consideró que el juicio no responde a un calendario judicial: “Este circo, como los anteriores, tiene calendario político. Mantuvieron la ‘operación cuadernos truchos’ en la heladera, siempre lista para descongelarla cuando hiciera falta. Y ahora… arranca justo cuando se discute el futuro del trabajo y de las jubilaciones, en lo que constituye una verdadera agenda judicial al servicio del ajuste”.
El expediente abarca a figuras centrales del kirchnerismo y del empresariado argentino, con acusaciones de asociación ilícita y cohecho. Entre los imputados políticos figuran, además de Cristina Kirchner, Julio De Vido, Roberto Baratta, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi, Ernesto Clarens y Oscar Centeno, el chofer que originó la causa. Del lado empresarial hay nombres como Aldo Benito Roggio, Ángelo Calcaterra, Armando Loson y Enrique Menotti Pescarmona, que enfrentan cargos por el pago de sobornos. En total hay 19 exfuncionarios involucrados, dos choferes y 65 empresarios, además de 626 testigos propuestos.

Cristina Kirchner cuestionó la legitimidad de los testimonios de los denominados “arrepentidos”, a quienes calificó como “extorsionados”. Para reforzar su argumento, citó al actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien en 2018, como abogado defensor, advirtió: “Si no sale en libertad en breve lapso va a mentir y va a involucrar a alguno”. En ese momento, Cúneo Libarona sostuvo: “Tenés que arrepentirte, confesar algo e involucrar gente. Si decís que sos inocente quedás preso”, recordó la expresidenta.
La referente opositora advirtió que las causas judiciales buscan frenar la organización política: “Podrán inventar causas, manipular jueces o escribir fallos… pero no van a detener la organización del peronismo y de todo el campo nacional y popular, frente al saqueo que están perpetrando y que piensan profundizar para los próximos meses”.
En el tramo final de su mensaje, la exmandataria vinculó el avance del juicio con la situación económica y el endeudamiento externo. “De la mano de Caputo y el JP Morgan, avanza el segundo mega endeudamiento de la Argentina por miles de millones de dólares que nunca nadie vió, ni verá; pero que hipoteca el presente y el futuro de varias generaciones”, denunció Cristina Kirchner, y remató: “Eso sí… sin que ningún fiscal los acuse, ni ningún juez los juzgue por el latrocinio… y con los argentinos endeudados y viviendo cada vez peor: la plata no alcanza y trabajo no hay”.







