La Casa Rosada apuesta a ganar tiempo en el Congreso y elige a los gobernadores que llamará para dialogar

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Javier Milei y Guillermo Francos

Después del fuerte revés en el Senado con la aprobación de los proyectos que buscan mejorar los ingresos de los jubilados y los fondos para el área de Discapacidad, en el Gobierno admiten que que los póximos seis meses, hasta el recambio legislativo, serán “imposibles” en la negociación legislativa. Mientras tanto, más allá de las amenazas de judicialización de Javier Milei, apostarán a ganar tiempo en la Cámara baja y, a la vez, acercarse a un puñado específico de gobernadores con los que creen que pueden obtener margen para una negociación que les permita sostener los vetos del Presidente.

“Sabíamos que después de la aprobación del acuerdo con el FMI nos íbamos a transformar todos en arqueros hasta fin de año”, dijo un referente violeta, para ilustrar la situación de desventaja de La Libertad Avanza y liberar de culpas al ala política por el fracaso en las recientes sesiones del Congreso.

El resultado adverso en el Senado agravó un clima que venía pesado para los libertarios desde el traspié en Diputados, la semana pasada, durante la sesión por la emergencia en pediatría y universitarios. Los libertarios creen que están muy cerca de obtener los votos para sostener el veto que Javier Milei -ya confirmó- aplicará para frenar la mejora en las jubilaciones, que se sancionó el jueves y que, de ponerse en marcha -aseguran- complicaría el plan económico.

En el Gobierno dice que no hay margen, desde el punto de vista financiero, para contentar los reclamos de todos gobernadores. Ayer, un operador violeta deslizaba un razonamiento: “Tenemos la opción de darle el 0,4 repartido entre todos, o diferenciar y darles el 1.5 a unos cuatro o cinco. El incentivo es fuerte para ir por la segunda opción”, dijo. Es la línea que, con otras palabras, marcó Francos ayer por la mañana en una entrevista con Radio Mitre, cuando remarco que “no todos los gobernadores son iguales”.

En las últimas horas, en Gobierno no se pensaba en mejorar la relación con la mayor parte de las provincias, sino con algunas. Los que “jugaron bien” anteayer fueron Leandro Zdero (Chaco); Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (Mendoza). Pero no necesariamente se restringirían a ellos. En parte, hay caciques que pueden aportar muchos votos más -uno de los más “acaudalados”, en términos de escaños, es el peronista K Gerardo Zamora (Santiago del Estero), pero nadie asegura contactos con él, aún.

Guillermo Francos y Martín Menem

En principio, no harán esfuerzos por estrecharse la mano con los gobernadores que pueden aportarles escasas -o nulas- voluntades. Mencionaban, como ejemplo, a Jorge Macri, el jefe de Gobierno porteño con quien, encima, Karina Milei sostiene un enfrentamiento sin cuartel desde el año pasado, que empeoró en la campaña para las elecciones porteñas.

Mientras tanto, los mileistas buscarán ganar tiempo. Apuestan a retrasar las discusiones durante el receso invernal -que aún no tiene fecha, y se decide de palabra-. Milei vetará las leyes sancionadas anteayer sobre el límite -tiene diez días-. Y buscará que los proyectos por los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el impuesto a los combustibles que tienen media sanción en el Senado se discutan lo más tarde posible. Desde ya, intentarán frenarlos en la Cámara baja, donde están más envalentonados: allí los goberndores no tienen tanto poder como en la Cámara alta, y cuentan con que entre el PRO que conduce el aliado bonaerense, Cristian Ritondo, que ya descargó contra los gobernadores; y el MID de Oscar Zago (reticente pero “convencible”, dicen) podrían salir airosos.

El oficialismo preveía el traspié en el Senado, y al día siguiente, mientras se relamían las heridas, admitieron que no intentaron persuadir a los senadores durante las horas previas. “Las batallas, todas, están perdidas desde que perdimos a Kueider. No hay nada que hacer más que esperar al 11 de diciembre”, estatuyó un armador. “Estos seis meses que vienen están perdidos”.

De hecho, muy cerca de Milei reconocen que, lejos de obtener una mayoría -imposible aún en el mejor de los casos-, la principal ambición del Gobierno a partir de 2025 será tener la capacidad de bloquear las iniciativas de la oposición, por la vía de los vetos.Hasta entonces, intentarán subsanar los problemas de ayer con negociaciones puntuales con ciertas provincias.

Por lo pronto, la última acción del Presidente fue despejar cualquier duda sobre su voluntad de vetar, anoche, con un post en la cuenta oficial “Oficina del Presidente”, donde publicó el corte de su discurso la noche anterior en la Bolsa de Comercio. “Todos saben lo que voy a hacer. Vamos a VETAR (sic). No vamos a abandonar bajo ningún punto de vista el régimen de la libertad”, dijo. Tiene 10 días desde el jueves.

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