La confianza en el gobierno de Javier Milei creció un 4,9% en el mes de julio

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Creció el nivel de apoyo de la gente hacia el gobierno de Javier Milei, según un estudio privado

La confianza en el gobierno de Javier Milei experimentó un repunte durante julio de 2025. Según el último relevamiento de la Universidad Torcuato Di Tella, el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) se ubicó en 2,45 puntos, lo que representa un aumento del 4,9% en comparación con el mes anterior.

Esta mejora revierte parcialmente la caída registrada durante el verano y mantiene el indicador dentro del rango observado en los últimos cuatro meses, entre 2,33 y 2,45 puntos.

El índice, elaborado por la escuela de Gobierno de la casa de estudios desde noviembre de 2001 y a partir de encuestas telefónicas a nivel nacional, se construye sobre una escala de 0 a 5. En términos interanuales, el ICG muestra una suba del 3,3%.

En la comparación histórica, el nivel actual es 9,6% mayor que el registrado en julio de 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, y 44,3% más alto que el de julio de 2021, en la administración de Alberto Fernández.

El Indice de Confianza en el Gobierno (ICG= de julio fue de 2,45 puntos, indicando un crecimiento del 4,9% respecto del
resultado de junio de 2025 (Estudio Universidad Di Tella)

Durante los primeros 19 meses de la presidencia de Milei, el promedio del ICG fue de 2,50 puntos, una cifra levemente inferior al promedio de la gestión Macri (2,59) y sensiblemente superior al de Fernández (2,18).

Cómo se compone el índice de satisfacción

El incremento de julio estuvo impulsado por subas en cuatro de los cinco componentes del índice:

  • Capacidad para resolver los problemas del país: 2,88 puntos (+3,6%)
  • Honestidad de los funcionarios: 2,82 puntos (+5,2%)
  • Eficiencia en la administración del gasto público: 2,42 puntos (+3,0%)
  • Preocupación por el interés general: 2,11 puntos (+17,5%)

Las expectativas económicas también influyeron en la percepción del gobierno. Quienes creen que la situación mejorará dentro de un año registraron el nivel más alto de confianza: 4,17 puntos (+2,2%). En contraste, quienes consideran que todo seguirá igual alcanzaron los 2,81 puntos (+21,6%), y quienes anticipan un empeoramiento, apenas 0,55 puntos, aunque con un alza del 14,6%.

En cambio, el único componente que mostró una baja fue la evaluación general del gobierno, que cayó un 2,4%, ubicándose en 2,04 puntos.

Perfil de los encuestados

Al igual que en mediciones anteriores, el índice mostró diferencias significativas según el perfil demográfico y socioeconómico de los encuestados. La confianza fue mayor entre los hombres, los jóvenes, los habitantes del interior del país, quienes tienen mayor nivel educativo y quienes no fueron víctimas de delitos.

El ICG de julio fue mayor entre los hombres (2,64 puntos, con un aumento del
3,1%) que entre las mujeres (2,25 puntos, con una variación positiva del 6,1%)

  • Por género: el ICG fue de 2,64 puntos entre los hombres (+3,1%) y de 2,25 entre las mujeres (+6,1%).
  • Por edad: el segmento de 18 a 29 años lideró con 2,79 puntos (+1,1%). Le siguieron los mayores de 50 (2,53 puntos, +9,5%) y el grupo de 30 a 49 años (2,26 puntos, +0,4%).
  • Por región: el interior del país mantuvo el nivel más alto de confianza (2,58 puntos, +3,6%), seguido de la Ciudad de Buenos Aires (2,45 puntos, +16,7%) y el Gran Buenos Aires (2,19 puntos, +3,8%).
  • Por nivel educativo: el índice fue más alto entre quienes alcanzaron estudios terciarios o universitarios (2,50 puntos, +7,3%), seguido por quienes completaron estudios secundarios (2,45 puntos, sin cambios) y primarios (2,15 puntos, +7,5%).

La inseguridad, un dato clave

Otro factor relevante que mostró una correlación con la confianza fue la experiencia de victimización delictiva. Entre quienes no fueron víctimas de delitos en los últimos 12 meses, el ICG fue de 2,53 puntos (+1,6%), mientras que entre quienes sí fueron víctimas, fue de 2,23 puntos, aunque con un aumento notable del 19,9%.

El ICG de julio fue nuevamente mayor entre aquellos entrevistados que dicen no
haber sido (ellos o sus familias) víctimas de delitos en los últimos 12 meses (2,53
puntos, con una variación positiva del 1,6%), que entre quienes dicen haber sido
víctimas (2,23 puntos, con un crecimiento del 19,9%)

Aunque no constituye un componente autónomo dentro del ICG, la seguridad opera como una dimensión transversal que afecta directamente la percepción de capacidad para resolver problemas, eficiencia del gasto público y preocupación por el interés general. En ese sentido, las políticas de seguridad no solo impactan en la evaluación general del gobierno, sino también en la credibilidad que tiene el Estado como garante de orden.

El hecho de que el índice haya crecido casi un 20% entre personas que vivieron situaciones delictivas indica que, más allá del hecho puntual, la percepción sobre el rumbo político en materia de seguridad puede estar cambiando, o al menos encontrando cierta legitimidad discursiva.

Según los analistas de la Escuela de Gobierno de la UTDT, el repunte en indicadores vinculados a la honestidad, la eficiencia y la preocupación por el interés general sugiere un cambio en la percepción pública sobre aspectos clave de la gestión actual, pese a que la evaluación general del gobierno continúe con leves retrocesos.

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