La trama detrás de la decisión de Javier Milei de no ir al sorteo del Mundial que derivó en la suspensión de la visita de Scott Bessent

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Donald Trump junto con Scott Bessent y Marco Rubio (Haiyun Jiang/The New York Times)

La decisión del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, de no visitar nuevamente la Argentina sorprendió al Gobierno, que de todas maneras esperaba una respuesta por la cancelación también del viaje del presidente Javier Milei a Washington, pero en la administración libertaria confían en que lo sucedido no va a afectar el acuerdo comercial que están por firmar ambos países.

Todo comenzó cuando el mandatario nacional optó por no ir al sorteo del próximo Mundial de Fútbol, que se realizará este miércoles en la capital norteamericana, para evitar cruzarse con Claudio “Chiqui” Tapia, titular de la AFA, en medio de los cuestionamientos a esa institución.

Aunque no hubo una pelea pública, en la Casa Rosada dejaron trascender desde el primer momento que la medida se tomó como represalia contra el dirigente deportivo y el propio líder de la Casa Rosada publicó sugestivos posteos en su cuenta de X.

Milei canceló su viaje al sorteo del Mundial (AP Foto/Rebecca Blackwell)

Si bien todo terminó traspasando las fronteras, se trata de un conflicto demasiado local y difícil de explicarles a las contrapartes estadounidenses, que tampoco se preocuparían en comprenderlo.

Como la invitación inicial se hizo a través de canales informales, fue mediante los mismos que Milei avisó que finalmente no iba a asistir al acto que se desarrollará en el Kennedy Center.

Sin embargo, trascendió que previo a dicho aviso la administración de Trump tomó conocimiento de la decisión del mandatario a partir de un posteo de Manuel Adorni en X.

En dicho comunicado, el vocero presidencial había anunciado: “El Presidente de la Nación ha decidido no realizar el viaje previsto para presenciar sorteo del mundial de fútbol a realizarse el próximo 5 de diciembre en Washington DC”.

Dado que en primera instancia la decisión de Milei trascendió a través de canales informales, dicha situación generó malestar en EEUU y posteriormente se anunció que Bessent no visitará Argentina.

En el acto, el presidente argentino iba a ser ubicado en un palco preferencial junto a su par estadounidense, Donald Trump.

Además de eso, el embajador en Washington, Alec Oxenford junto a Richard Grenell, quien encabeza el Kennedy Center, estaban organizando un cóctel junto al secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, que ya había aceptado la invitación.

De hecho, fue este último el que, con su distintivo tono cubano, le pidió a Bessent que diera de baja la visita que tenía prevista a Buenos Aires.

Si bien hay quienes remarcan que, de todas formas eta poco habitual que un titular del Tesoro estadounidense viaje en dos oportunidades a la Argentina, por lo que no sorprende la Noticia, lo cierto es que todo se precipitó por el desaire del libertario.

En el marco de su agenda en el país del norte, el Presidente también iba a tener un encuentro con Suzanne Clarck, que está al frente de la Cámara de Comercio de allí, así como por las autoridades del Argentine Business Council, donde iba a hablar ante empresario locales.

La pelea con el Chiqui Tapia desencadenó el conflicto

Justamente, uno de los puntos que se esperaban explotar tras el evento es un avance en los detalles específicos del acuerdo comercial entre la Argentina y los Estados Unidos, que ya fue anunciado, pero todavía no se firmó.

En este sentido, el texto legal definitivo aún no se ha difundido y deberá someterse a una exhaustiva revisión jurídica por parte de los equipos técnicos de los dos países.

Además, resta saber si alguno de los puntos del tratado deberá ser aprobado por el Congreso y, en ese caso, si el Gobierno incluirá el asunto en el temario de las sesiones extraordinarias a las que convocará antes del 9 de diciembre.

Según precisaron a Infobae fuentes oficiales, el acuerdo en cuestión no corre ningún tipo de peligro y seguirá su curso tal como hubiera sucedido si Bessent volvía a visitar Buenos Aires, ya que la relación, a pesar de este desencuentro, sigue intacta.

Tal como anticipó este medio, el Gobierno ya se prepara para adaptar la legislación local y así poder cumplir con los principales aspectos consensuados con la contraparte norteamericana.

En eso está trabajando el canciller, Pablo Quirno, junto a funcionarios del Ministerio de Economía y de Desregulación y Transformación del Estado, quienes participaron de las negociaciones previas.

Quirno anunció el acuerdo con Estados Unidos

Por ejemplo, la administración libertaria se comprometió a no exigir formalidades consulares para las importaciones provenientes de EEUU y también a eliminar en forma gradual el impuesto estadístico para bienes provenientes de allí.

Otro aspecto importante es que la Argentina se adaptará a normas internacionales en sectores clave para facilitar el comercio, por lo que un medicamento que ya tenga el aval de la FDA o un auto fabricado según las Normas Federales de Seguridad norteamericanas, ya podrán ingresar sin necesidad de ser nuevamente controlado por organismos locales.

El Gobierno también prometió abordar problemas estructurales que fueron señalados en el informe “Special 301″ del 2025, realizado por la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos.

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