Hay un hilo invisible que une al peronismo cordobés, el bloque de gobernadores que jugarán unidos en las próximas elecciones nacionales y al frente Somos Buenos Aires, que competirá en los comicios bonaerenses. Detrás de las tres cosas están Martín Llaryora y Juan Schiaretti. Una sociedad política consolidada que esquiva, en forma constante, los rumores sobre sus luchas internas de poder.
Hay un primer objetivo claro que los tres espacios están cumpliendo con naturalidad. Están poniendo los primeros pilares de una construcción que busca crecer sin negociar acuerdos electorales con el gobierno nacional y el peronismo K. Abrazan a todo el resto. Desde el radicalismo del interior bonaerense y nacional hasta la Coalición Cívica, desde el peronismo disidente de las provincias hasta el socialismo de Santa Fe.
Llaryora sorprendió la semana pasada cuando rompió el bajo perfil y, junto a los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy) anunció la creación de un espacio nuevo para consolidar la oposición a Javier Milei, pero sin el perfil tan combativo que tiene Unión por la Patria.
Por estas horas se está terminando de definir el nombre del nuevo armado. El nombre que pica en punta es el de “Provincias Unidas”. Otro nombre que da vueltas es el de “Frente País Productivo”. Sea cual sea el nombre que se elija, lo que está acordado es que los legisladores que ingresen por esos oficialismos, constituyan un nuevo bloque en el Senado y la Cámara de Diputados.
En el caso específico del peronismo cordobés, en el Panal, como se le dice a la casa de Gobierno de la provincia, están estudiando la posibilidad de que la boleta lleve directamente el nombre del nuevo frente y no el de Hacemos por Córdoba, que es una marca registrada del oficialismo. En otros casos, como el de Jujuy, podrían utilizar el nombre del partido local y adherir políticamente al frente electoral nuevo.
“Hay coincidencias sobre la salud y la educación pública, la relación público-privado en las inversiones, la agenda ambiental y la inversión en infraestructura que le da sustento ideológico al proyecto”, señaló a Infobae uno de los armadores del nuevo esquema político.
En principio, el acuerdo lo sostienen los cinco gobernadores que la semana pasada presentaron el espacio, más 400 intendentes de Santa Fe, Córdoba y Jujuy, que acompañaron el “Grito Federal”, como bautizaron a la nueva iniciativa, aunque ese no vaya a ser el nombre que quede para la edificación de la identidad política.
Desde el núcleo de gobernadores hay línea abierta con varios de sus colegas para intentar sumarlos. Tres de los apuntados son Gustavo Valdés (Corrientes), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca). En los tres casos, la posibilidad de sumarse al armado y al bloque legislativo, se dará después de las elecciones del 26 de octubre.
El correntino está en medio del proceso electoral provincial en el que impulsa a su hermano Juan Pablo como su sucesor en la gobernación. El tucumano empezó a tomar distancia del oficialismo y un puñado de días atrás le marcó la cancha a Milei. “Si el León quiere venir a Tucumán, ya tenemos lista la tijera para cortarle la peluca”, sostuvo en un encuentro peronista.
Los tres diputados que responden a Jaldo rompieron el bloque de Unión por la Patria (UP) en enero del año pasado. Gladys Medina, Elia Fernández y Agustín Fernández pegaron el portazo y se armaron un bloque nuevo. A los dos Fernández se les vence el mandato. El peronismo podría ir unido en la provincia. Si así fuera, es una incógnita a qué bloque irán los legisladores que ingresen por esa lista.
En Catamarca, Jalil ya tiene decidido ir en una lista única con sus socios del peronismo local. Sus candidatos estarán en la lista de Fuerza Patria. Al igual que Jaldo, su acercamiento al gobierno nacional le generó múltiples resquemores dentro de UP. Sin embargo, cuando llega el momento de las elecciones en el peronismo todos olvidan un poco el pasado. Esa unidad provincial limita su pase al esquema de los gobernadores.
Sin embargo, los tres gobernadores es posible que se terminen acercando al espacio nuevo donde, entre los legisladores que se quedan y los que ingresarán, imaginan que pueden armar un bloque con cerca de 20 diputados y otro con unos 12 senadores. Proyecciones.
En Córdoba la candidatura a primer candidato a diputado nacional está guardada para Schiaretti. El ex gobernador tiene avanzada su decisión para volver al ruedo de la competencia electoral, pero esta vez como cabeza de lista y, al mismo tiempo, como cara visible de un nuevo proyecto político. No es solo una candidatura legislativa. Aún no está definida pero se encamina.
La aparición del “Gringo” entre las propuestas electorales achicarían la distancia que hay entre La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo cordobés en la provincia. El oficialismo nacional está muy bien parado y con altas chances de ganar por un margen superior a los cinco puntos. El contexto económico influirá, como también la posible candidatura del ex gobernador, una figura con imagen positiva dentro de los límites cordobeses.
En paralelo competirá la actual diputada Natalia De la Sota, que tomó distancia de Hacemos y se decidió a encabezar una lista con el nombre “Defendamos Córdoba”. En el gobierno provincial anhelaban que la hija del ex gobernador haga una dupla con Schiaretti para la cabeza de la lista legislativa y así rememorar la fórmula de la gobernación que integraron José Manuel de la Sota y el “Gringo” Schiaretti.
De la Sota se distanció y empezó a construir un camino autónomo en la provincia. Una expresión que puede absorber algunos votos del kirchnerismo y de un sector del electorado que ha perdido fidelidad con el proyecto del peronismo cordobés. Es una apuesta que se validará de acuerdo al resultado electoral que obtenga.
Schiaretti camina tranquilo y parece estar convencido de volver a empujar la construcción de un proyecto nacional. No solo está inmiscuido en el cierre de lista cordobés, sino que también monitorea el armado de Somos Buenos Aires, la fuerza que creó junto a Florencio Randazzo, el intendente de Tigre, Julio Zamora, y Facundo Manes, para competir en los comicios desdoblados de la provincia.
La aspiración de ese espacio es hacer una elección aceptable en la primera y la cuarta sección electoral, y que ese resultado sea una primera base para encastrar con el proyecto electoral y nacional que los gobernadores empezaron a construir la semana pasada. La confluencia de los espacios tiene a los cordobeses como el hilo conductor y representantes de una postura intermedia entre el mileismo y el kirchnerismo.
Un nuevo intento de tercera vía está en marcha. Esta vez tiene una base de gobernadores nuevos, con ambición de poder, desconocidos para las mayorías y provenientes de distintos partidos políticos. Es uno de los rasgos distintivos de la iniciativa fundada en el medio del invierno, que tiene la vocación de aglutinar fuerzas frente a la Casa Rosada y fundar las bases para un armado que desemboque en el 2027.