Los senadores podrían cobrar un nuevo aumento, mientras crece la tensión salarial en el Congreso

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En medio de un clima de malestar creciente de los empleados, con convocatorias a paro y movilización de los gremios en reclamo de mejores salarios, el Congreso cerró una nueva paritaria de 2,7% de aumento para los trabajadores legislativos para los dos primeros meses del año y sumó más presión sobre los senadores ya que, de no mediar una medida que disponga la continuidad del congelamiento de sus ingresos, verán incrementadas sus dietas a cifras superiores a los 9 millones de pesos en bruto.

El aumento será automático ya que la resolución que votaron los senadores en abril del año pasado estableció sus ingresos en módulos, la unidad de medida que se usa para calcular los salarios de los trabajadores legislativos. La resolución que mantuvo congeladas las dietas venció el pasado 31 de marzo.

En aquella polémica sesión de abril, los miembros de la Cámara alta aprobaron a mano alzada y pasaron a cobrar un total de 4000 módulos, discriminados de la siguiente manera: 2500 en concepto de dieta, mil por gastos de representación y 500 por desarraigo. Así, pasaron de cobrar poco menos de dos millones a 4,5 millones de pesos brutos. Además, crearon una decimotercera dieta, como si fuera un aguinaldo.

Con la nueva paritaria el módulo pasará a cotizar a un valor de $ 2.2285,73 que, en el caso de las dietas de los senadores, implicarán un ingreso de más de $ 9,1 millones en bruto.

Las dietas quedaron congeladas en agosto pasado, en un valor de algo más de 7 millones de pesos en bruto, luego de que la noticia de un inminente aumento en los salarios legislativos generara polémica ante lo que iba a ser el segundo aumento salarial en poco tiempo para los senadores. En diciembre, la medida volvió a prorrogarse hasta fines de marzo, para evitar un nuevo escándalo.

El plazo del último congelamiento venció y por el momento no hay intenciones, al menos entre los senadores, de continuar con la medida. Más aún, muchos defienden la necesidad de la actualización de sus ingresos en el descuento del 35% de Ganancias, el costo de mantener un segundo domicilio en la ciudad de Buenos Aires y, también, en el hecho de en otros sectores de la administración pública, nacional, provincial y municipal, los funcionarios cobrar sumas superiores.

Victoria Villarruel en el Senado

Quejas gremiales

El aumento que implica la paritaria conocida este lunes es, en realidad, casi insignificante para los trabajadores del Congreso. Si se toma en cuenta el nuevo valor del módulo, el aumento para la categoría más alta del escalafón legislativo (A-1) es de apenas $ 70.000. Para la menor (A-14), asciende a 15 mil pesos. La última paritaria fue en septiembre y fue de 5% en tres meses.

Esto provocó la reacción de los tres gremios con representación sindical en el Congreso, la Asociación del Personal Legislativo (APL), la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que se declararon en estado de alerta y movilización ante lo que consideran una paritaria insuficiente y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los salarios del sector.

“Un laburante que vive en Ezeiza y se tiene que tomar dos colectivos y el tren por día, de ida y de vuelta, para llegar al Congreso gasta 70 mil pesos al mes. A los que están entre las categorías 8 y 12 el aumento no le alcanza para cubrir los viáticos”, explicó a LA NACION el impacto del incremento un importante dirigente de uno de los gremios legislativos.

Por lo pronto, los tres gremios han decidido adherir a la marcha de los jubilados de este miércoles y al paro general convocado por la CGT para el jueves.

“APL declara su total adhesión al paro nacional de la CGT sin movilización y con cese de actividades”, sostiene el mensaje que el secretario general del gremio legislativo, Norberto Di Próspero, hizo circular esta tarde a sus asociados, acompañado de un pedido para militar “fuertemente y en unidad” el paro del jueves.

Por su parte, UPCN también envió un mensaje a sus afiliados apoyando las protestas por mejoras salariales. “Desde esta delegación gremial bregamos por salarios dignos”. “Por eso, este 9 de abril movilizamos a la Plaza del Congreso con la CGT y el 10 de abril paro general de actividades”, agrega la convocatoria impulsada por su secretario general, Martín Roig.

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