“En el Gobierno hay urgencia por aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas, pero no logran consenso interno”, resaltó Maru Duffard en su análisis en Infobae En Vivo. La periodista brindó detalles sobre la última reunión de “pesos pesados” del gabinete nacional, en un contexto donde la premura y las diferencias internas marcan la agenda legislativa.
Duffard profundizó sobre las disputas internas en la antesala del tratamiento del presupuesto, lo que incluye la puja entre el área económica —representada por Luis “Toto” Caputo— y el ala política liderada por Diego Santilli, así como la presión sobre técnicos legislativos como María Ibarzabal y la necesidad de avanzar rápidamente para aprovechar el “voto renovado” que recibió el Ejecutivo en las elecciones recientes.
En diálogo con sus colegas, Duffard graficó el vértigo de la interna oficialista al sostener: “La estrategia del Gobierno es avanzar con el presupuesto y las reformas de segunda generación, pero todavía no hay acuerdo en el propio Gobierno sobre la letra chica. Por eso no pueden ofrecer certezas ni a los legisladores ni a los gobernadores”.
La periodista explicó que la reunión clave de la que participó estuvo integrada por los “Caputo”, en referencia al ministro de Economía y Santiago Caputo, también actor político determinante; por Karina Milei; el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el ministro del Interior, Diego Santilli; y los presidentes de ambas cámaras, entre ellos Martín Menem y figuras como Patricia Bullrich.
Duffard subrayó el papel de María Ibarzabal como la técnica encargada de “traducir” las necesidades políticas en normativas concretas: “Es la que lleva, no toma decisiones, pero le dicen ‘queremos que esto sea una tasa’ y ella responde que necesita tiempo para armarlo legalmente. Su presencia es central para afinar los detalles y sortear los límites constitucionales”, relató, marcando que la demanda de la oposición y de sectores internos es, precisamente, conocer la “letra chica” antes de salir a buscar apoyos.
La tensión principal se da, según Duffard, en la dificultad de alinear los intereses económicos, los pedidos de legisladores y los reclamos provinciales. “Todo eso hay que armarlo y con premura, porque hay consenso en que mientras más rápido salgan estas leyes, mucho mejor. Si se demora, el impulso político del gobierno empieza a jugar en contra. El capital del voto renovado recibido en las elecciones está en tiempo de descuento”, alertó.
Bajo esa presión operan ministros y técnicos que, más allá del acuerdo en el rumbo, no logran todavía cerrar todos los artículos y definiciones de las iniciativas, especialmente en el caso de la reforma laboral, la tributaria y el Presupuesto 2026.
Uno de los puntos neurálgicos del debate —reveló Infobae en Vivo, en el programa de la mañana— es la ausencia de acuerdos sólidos sobre la reforma laboral: “No se puede ir a pedir apoyos a los gobernadores o a los legisladores si no se define cada detalle de la reforma. Eso quedó claro cuando Patricia Bullrich y Diego Santilli insistieron en que necesitan la letra chica antes de negociar con las provincias”.
Según la periodista, la resistencia surge porque “cada reforma toca intereses distintos: la laboral afecta a un grupo, la impositiva toca la recaudación de las provincias. El reclamo que se le hizo a Santilli tuvo una respuesta parcial en las últimas horas, cuando se acordó la eliminación de retenciones para el petróleo convencional, lo que representa una ‘cucarda’ para el ministro del Interior y un ejemplo de los pequeños consensos que se van hilvanando con los gobernadores”.
Otro factor de peso en el tire y afloje es el rol de los asesores de comunicación y de la principal estructura legislativa del Ejecutivo. Duffard repasó la interrelación entre los equipos: “El ministro de Economía cruza los pedidos empresariales con los de las cámaras y sectores productivos, mientras que áreas como la de Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, agrega sus propios condicionantes, sobre todo cuando alguna cifra o decisión puede afectar a las partidas sociales”.
La carrera por consensuar y presentar un texto finalista no solo es interna, sino también pública. Duffard analizó que “mientras más tiempo pasa, se debilita la posibilidad de festejar ante la opinión pública la aprobación de estas leyes”. En ese sentido, destacó la presión que ejerce el propio presidente, Javier Milei, sobre su círculo inmediato para lograr resultados. “Vos le preguntás a Milei, a Santilli o a Karina Milei cuándo quieren que salga el paquete, y todos responden ‘ayer’. Quieren capitalizar el triunfo electoral antes de que ese capital político se agote”.
Duffard también puso en relieve el modo en que los equipos técnicos están “compaginando” propuestas, artículos, números y objeciones de cada ministerio. “La palabra es afinar. Ayer lo que se intentó fue dar un ‘shot’ de energía a los equipos para que terminen la tarea. Hay acuerdo en que tiene que salir un presupuesto consensuado y que el tratamiento será en diciembre, pero el trabajo fino continúa”, resumió.
Acerca de la atmósfera política de fondo, la periodista consideró que existe una coincidencia transversal sobre la necesidad de reformas estructurales, aunque “todos reconocen que tocar intereses implica asumir costos y generar incomodidad. La dificultad está en convertir esa voluntad general en un paquete legislativo viable, rápido y alineado con los equilibrios provinciales”.
La conferencia resaltó además el rol de las figuras políticas de primera línea en la dinámica de la “Rosada”. Duffard evocó la presencia de Bullrich, Menem, Adorni y el doble mando de los Caputo como determinantes para empujar el proceso. Mencionó también la falta de la vicepresidenta Victoria Villarruel y atribuyó su ausencia al hecho de que el interlocutor principal en la reunión fue Bullrich. Además, recordó la importancia de “cerebros técnicos” como Ibarzabal, para resolver sobre la marcha los obstáculos legales o procedimentales: “Sin un armado legal sólido, cualquier reforma puede caerse en la Justicia o desatar conflictos dentro del Congreso”, advirtió.
Duffard concluyó análisis subrayando que, pese a la ansiedad y el apuro del oficialismo, todavía “no hay texto definitivo ni acuerdo cerrado, lo que obliga a seguir negociando y a sumar el visto bueno de cada sector antes de llevar el paquete legislativo a ambas cámaras”.
• De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, María Eugenia Duffard, Cecilia Boufflet y Ramón Indart.
• De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, Virginia Porcella y Federico Mayol.
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