
El proyecto del Presupuesto 2026 es un entramado enorme de sensibles estimaciones de gasto y un solo artículo puede generar oposiciones de último momento de uno o varios bloques a la vez. Algo así está sucediendo en las últimas horas en el Congreso, pero en la Casa Rosada confían que el oficialismo se llevará un triunfo hacia el final de la jornada.
Este miércoles al mediodía se reunirá la Comisión de Labor Parlamentaria para ajustar las últimas clavijas de cómo será la dinámica de la sesión especial solicitada por La Libertad Avanza, la cual comenzará a las 14 horas y tendrá como finalidad tratar el proyecto de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del año 2026.
El oficialismo podría tener la primera media sanción de un proyecto de estas características desde que inició el Gobierno en diciembre del 2023. En las dos anteriores ocasiones se promovió una estrategia de intransigencia total que forzaba a la oposición a elegir un presupuesto con altísimos recortes fiscales o la no-aprobación de la misma, la cual llevaba a que el Poder Ejecutivo tuviera la capacidad de reducir gastos en términos reales y ajustar por una vía alternativa.
Hoy la Casa Rosada no tiene esa opción, ya que es una demanda explícita de parte de gobernadores y hasta del propio Fondo Monetario Internacional (FMI) a los fines de que el Gobierno cumpla con gastos presupuestados.
Los operadores políticos del oficialismo realizaron gestiones con mandatarios provinciales con bancas propias en el recinto para desbloquear adhesiones. Es así que en el Gobierno hay estimaciones propias que muestran optimismo para poder conseguir la media sanción.
Aun así, hay aspectos que continúan trabando el compromiso de varios diputados apalabrados. El más difícil de todos es el artículo 75, aquel que deroga la Ley de Financiamiento Universitario y la de Emergencia en Discapacidad. Si el Gobierno quiere eliminarlas, debe convencer a legisladores de bloques que fueron colaboradores para sancionar ambas iniciativas tan solo meses atrás. De ahí la complejidad del asunto.
Ese es el asunto más espinoso, reconocieron dos negociadores de La Libertad Avanza a Infobae. “Lo más lógico sería que se vote por capítulos”, admite uno de ellos. Otro es más optimista y marca que todavía no hay nada definido y que se está en “plenas conversaciones”.
Las conversaciones siguen por otros carriles. Además del Presupuesto 2026, el temario de la sesión especial contempla dos iniciativas.
Una de ellas es el proyecto sobre reformas al procedimiento tributario y al Régimen Penal Tributario, el cual busca incentivar a que los ahorristas coloquen los dólares “debajo del colchón” en el sistema formal. El Gobierno consiguió los apoyos para poder conseguir la media sanción en Diputados bajo el argumento de que esto podría ser un componente dinamizador en ciertas economías provinciales.
Por otro lado, también está el proyecto de Compromiso nacional para la estabilidad fiscal y monetaria, el cual fue presentado en septiembre junto al Presupuesto y establece la obligación de que no vulnere el compromiso del déficit cero en términos financieros. La iniciativa no está consiguiendo las adhesiones necesarias para avanzar al Senado, ya que desde sectores mayoritarios de la oposición juzgan que es inconstitucional y limita la facultad del Poder Ejecutivo de planificar su gasto. En el Gobierno consideran que esta última iniciativa es la más prescindible de todas.
En las próximas horas terminará de confirmarse que el proyecto incorporará una cláusula clave que habilita el pago de la deuda de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires, en cumplimiento del fallo de la Corte Suprema que ordenó restituir a la Capital Federal el 2,95% de la masa de fondos coparticipables. El nuevo artículo, reclamado por el PRO, faculta al jefe de Gabinete a realizar las adecuaciones presupuestarias necesarias para cumplir con la resolución judicial.
Quienes lidera las negociaciones parlamentarias por estas horas es el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que tiene un equipo de diferentes dirigentes y técnicos que coordinan diversos aspectos de las tratativas.
En su despacho del Palacio del Congreso está apostado desde hace días el ministro del Interior, Diego Santilli, que es el interlocutor con los gobernadores. Ambos llegaron a las 9 de la mañana al recinto para conseguir destrabar los aspectos clave del paquete de medidas, algo que se está gestionando con las provincias y no con legisladores en particular.
También está en esa coordinación el secretario de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, Ignacio Devitt, que hace de mediador técnico entre lo que se negocia en el Poder Legislativo y las voluntades de ceder de parte del Ejecutivo.
También inauguró un rol de mayor empoderamiento como negociador adentro del recinto el jefe del bloque oficialista, Gabriel Bornoroni. En la oposición le habían pedido a Menem que soltara parte del diálogo con la oposición porque al ser el presidente del recinto desgastaba su figura en las conversaciones por los proyectos.
Ayer el oficialismo se anotó una importante victoria en la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch al conseguir el dictamen de mayoría con 28 firmas y 6 disidencias.
Entre los cambios más relevantes introducidos en el texto oficialista figura la derogación de las leyes 27.793 y 27.795, que eliminan el financiamiento para la emergencia en discapacidad y los presupuestos universitarios, así como la supresión de fondos para el Hospital Garrahan. Además, el proyecto contempla la indexación del tipo de cambio a la inflación y elimina la actualización automática de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otras asignaciones, medidas que provocaron un fuerte rechazo de los bloques opositores.
Esto no implica que se mantenga en la media sanción que busca el Gobierno. Si se en Labor Parlamentaria se consigue saldar el mecanismo de votación de cada uno de los artículos, puede que alguno de estos cambios no se mantengan. “En las próximas horas se define todo”, sentencia un articulador clave de Menem.






