
La CGT leerá esta tarde en la movilización hacia la Plaza de Mayo un documento en el que expresa su rechazo a “la reforma laboral regresiva y precarizadora como parte del plan de acción sindical en todos los frentes” y considera que el proyecto que impulsa el Gobierno ”constituye un ataque directo a los derechos fundamentales de los trabajadores”.
Según el texto, al que accedió Infobae, la reforma laboral de Javier Milei “se apoya en una matriz ideológica que concibe el trabajo como un costo a reducir y no como un derecho humano protegido por la Constitución Nacional, la legislación vigente y los tratados internacionales ratificados por nuestro país”.
El documento denuncia que, “bajo el discurso de la modernización y la competitividad, se pretende avanzar sobre derechos individuales y colectivos, debilitar la negociación colectiva y a las organizaciones sindicales, e imponer un modelo de relaciones laborales que profundiza la precarización, la informalidad y la desigualdad”.

Además, el documento cegetista sostiene que “este proyecto no actualiza el derecho del trabajo ni generará nuevos empleos: promueve contratos precarios, despidos más baratos, jornadas de trabajo extendidas y salarios fragmentados”.
Se advierte que “se limita la acción gremial, se amplía el poder disciplinario del empleador, se atomiza la organización sindical, se modifican las condiciones para la negociación colectiva, en definitiva, se violenta la libertad sindical y el ejercicio efectivo de representación”.
También señala que “el llamado ‘costo argentino’ no son los salarios ni los derechos laborales, sino la especulación financiera, el industricidio y políticas económicas que desalientan la inversión productiva”. Y se afirma que “una verdadera modernización laboral no es derogar derechos” y que debe “incluir a quienes hoy trabajan en la informalidad, a las y los trabajadores de plataformas digitales, a quienes integran las cadenas productivas en condiciones precarias o tercerizadas, asegurando protección social, registración laboral y representación colectiva”.
Finalmente, el documento sostiene que “el movimiento sindical representa a todos los trabajadores, los que tienen trabajo y aquellos que no lo tienen” y exige “igualdad en el tratamiento para todos los sectores, en especial para los más afectados por el actual modelo económico de exclusión”.
Se concluye que “el Gobierno elige a quién favorecer” y detalla: “Atiende las demandas de sectores del capital financiero en procura de brindar señales a los mercados y no atiende las demandas del pueblo trabajador”.
La movilización de este jueves, que será la cuarta impulsada por la CGT desde que Milei asumió la Presidencia y se hará en todas las provincias, contará con la participación de las dos CTA, los movimientos sociales, sectores políticos como La Cámpora y agrupaciones de izquierda. Además, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Federación de Aceiteros harán un paro de 24 horas en apoyo del reclamo de la central obrera contra la reforma laboral.
Las columnas de los distintos sindicatos se concentran este mediodía en varios puntos de la zona céntrica porteña y luego marcharán hacia la Plaza de Mayo, donde a las 15 se leerá el documento y habrá breves discursos de los 3 cotitulares de la CGT, Jorge Sola (Seguros), Cristian Jerónimo (empleados del vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros).
El Gobierno hizo algunas concesiones a la CGT al eliminar varios artículos de la versión definitiva de la reforma laboral, pero la CGT mantiene su rechazo al proyecto oficial, elaborado durante semanas en el Consejo de Mayo, porque incluye una regulación muy estricta del derecho de huelga, la prelación de los convenios por empresa y restricciones a la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo, entre otros puntos.
Los líderes cegetistas, por otra parte, reforzaron su operativo de seguridad en la zona de la Plaza de Mayo ante el temor de que haya incidentes generados por infiltrados para perjudicar a la CGT.
Por eso la CGT difundió este miércoles un comunicado en el que expresa su “preocupación” por declaraciones de funcionarios libertarios a las que calificó como “provocaciones innecesarias hacia los trabajadores”.
Al mismo tiempo, exigió al Gobierno que “garantice la integridad física y la libertad de quienes participen en la movilización” en rechazo del proyecto oficial, mientras reclamó que “se abstenga de promover discursos estigmatizantes o intimidatorios, ya que profundizan la confrontación y ponen en riesgo la paz social”.







