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Hay más de 7 mil heridos. Hubo una fuerte réplica de 7,5 en la escala de Richter en el sureste de Turquía. Se produjo el colapso de miles de edificios
Un potente terremoto de 7,8 en la escala de Richter sacudió este lunes a la madrugada Turquía y Siria, dejando más de 1.500 muertos y 7.000 heridos entre ambos países. El temblor derrumbó edificios y hay cientos de personas atrapadas entre los escombros.
El epicentro del temblor principal, que duró unos 30 segundos en torno a las 4.17 hora local (10.17 hora de Argentina), fue la región de Kahramanmaras, a unos 600 kilómetros al sudeste de Ankara, a una profundidad de siete kilómetros, precisó la Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), de Turquía.
En Turquía, donde se registró el epicentro, al menos 912 personas murieron y cerca de 5.400 resultaron heridas, según el último balance comunicado por el presidente Recep Tayyip Erdogan. Unos 2.818 edificios se derrumbaron con el temblor, lo que deja prever una balance mucho más grave.
En la Siria vecina, el temblor causó al menos 592 muertos: la agencia oficial SANA, que cita al ministerio de Salud, informó de por lo menos 371 personas muertas y 1.089 heridas en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra. Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 221 muertos y 419 heridos en esos sectores.
Es el peor terremoto en Turquía del siglo XXI
El sismo de magnitud 7,8 es el más grave registrado en Turquía en lo que va de siglo XXI y el segundo más fuerte en los últimos 100 años, después del que sacudió Erzincan, en el este de Turquía, el 26 de diciembre de 1939. Aquel movimiento dejó más de 32 mil muertos y provocó un tsunami en el mar Negro.
En tanto, el terremoto más mortífero de los últimos 50 años se registró el 17 de agosto de 1999 con epicentro en Izmir, en el noroeste del país, y dejó unos 17.000 muertos, 500.000 personas sin hogar, 45.000 heridos y 15 millones de afectados.
Turquía es, por su posición geográfica, un área de alta actividad sísmica. La mayor parte del país recae sobre la placa de Anatolia, atrapada entre varias que pueden hacer presión desde diversos frentes y, por tanto, provocar grandes terremotos como los ocurridos este lunes. Sólo en el año 2022, Turquía registró más de 20.000 sismos. De ellos, casi 130 superaron la magnitud 4 en la escala de Richter, mientras que uno superó el nivel 6, según datos de la agencia nacional de emergencias (AFAD) recogidos por los medios turcos.